Título: El guardián invisible.
Autor: Dolores Redondo.
ISBN: 9788423341986
Editorial: Destino.
Autor: Dolores Redondo.
ISBN: 9788423341986
Editorial: Destino.
Colección: Áncora & Delfín.
Encuadernación: Rústica con solapas.
Fecha de publicación: 15 de enero de 2013.
Fecha de publicación: 15 de enero de 2013.
Páginas: 440.
Precio: 18,50 €
“Hay
ocasiones en que el dolor es tan grande y está tan enquistado que uno desea y
cree que se quedará así para siempre, escondido y callado, sin querer afrontar
el hecho de que los dolores que no han sido llorados y expiados en su momento
regresan una y otra vez a nuestras vidas como restos de un naufragio, van
llegando a la playa de nuestra realidad para recordarnos que hay toda una flota
fantasma hundida bajo las aguas que jamás nos olvida y que irá regresando poco
a poco para esclavizarnos de por vida”. (El
guardián invisible. Dolores Redondo)
“El guardián invisible” es la
segunda novela de la escritora donostiarra Dolores Redondo, su primera novela
fue “Los privilegios del ángel”, y que parece ser que será, a su vez, la primera
parte de una trilogía (“La trilogía del
Baztán”). Llevaba tiempo con la intención de leer y reseñar esta novela,
fundamentalmente porque, como bien sabéis los lectores habituales de este blog
literario, siempre he considerado la “novela negra” como uno de los géneros más
complicados de la novela. Y, por lo tanto, tenía curiosidad por leer este libro
que, por otra parte, ha tenido una más que apreciable aceptación por parte de
la crítica especializada y de los lectores. Pues bien bajo estas premisas he
leído “El guardián invisible” y, como es habitual, me he esmerado en forzar mi
capacidad crítica y analítica, abstrayéndome de todas estas consideraciones
previas respecto a su éxito comercial.
Antes de entrar, propiamente, en el análisis os confesaré que he tenido
que leer dos veces la novela porque después de la primera lectura me sentí, por
así definirlo, perplejo. Sí, perplejo. Porque a pesar de haber leído con toda
atención “El guardián invisible” con el cuaderno de notas al lado, tenía la
sensación de que “algo” se me había escapado, se me había pasado por alto. Y
después de la segunda lectura, ya estando sobre aviso de lo que ocurre al final
de la novela, ya me siento capacitado para poder escribir, con toda propiedad, conocimiento
de causa y el rigor necesario, esta reseña.
A modo de marco general del tono
en el que se desarrollará este análisis y “groso modo”, sí me gustaría hacer
algunas precisiones. La sensación que he sentido conforme leía “El guardián
invisible” ha ido cambiando a lo largo de la lectura. Pero, en líneas
generales, me ha resultado una novela interesante pero desigual por momentos.
Precisamente la parte que menos me ha gustado ha sido la relativa, propiamente,
a la trama correspondiente a la novela negra. Esto es, todo el proceso de la
investigación para resolver esa cadena de crímenes acaecidos en el valle del
Batzán. A lo largo de esta reseña me detendré en analizar el por qué, en mi
opinión, sea, tal vez, la parte más floja de la novela. Sin embargo sí me ha
interesado, y mucho, todo ese torturado mundo interior de la protagonista, la
inspectora Amaia Salazar, y ese ambiente que Dolores Redondo ha sabido crear en
el pueblo de Elizondo (Navarra) en pleno valle del Baztán. Y, por supuesto,
toda esa inquietante atmósfera, en algunos momentos casi onírica, de irrealidad
y llena de fuerzas telúricas y seres quiméricos de la mitología vasco-navarra.
Antes de entrar en el análisis en
profundidad creo que lo más adecuado y pertinente, llegados a este momento,
sería pergeñar, someramente, una breve sinopsis argumental de los sucesos que
acaecen a lo largo de “El guardián invisible”, con la loable intención de
situar al eventual lector de estas líneas. Para dicho fin he escogido la reseña
que ha preparado la propia editorial Destino de la novela, especialmente porque
refleja algunos de los puntos más importantes del libro pero que, sin embargo,
no revela ningún dato fundamental que perjudique el interés del lector de la
novela. Dicho lo cual paso a transcribir literalmente la sinopsis argumental de
“El guardián invisible”:
«Ainhoa Elizasu fue la segunda víctima del basajaun, aunque entonces la
prensa todavía no lo llamaba así. Fue un poco más tarde cuando trascendió que
alrededor de los cadáveres aparecían pelos de animal, restos de piel y rastros
dudosamente humanos, unidos a una especie de fúnebre ceremonia de purificación.
Una fuerza maligna, telúrica y ancestral parecía haber marcado los cuerpos de
aquellas casi niñas con la ropa rasgada, el vello púbico rasurado y las manos
dispuestas en actitud virginal.»En los márgenes del río Baztán, en el valle de
Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en unas circunstancias
que lo ponen en relación con un asesinato ocurrido en los alrededores un mes
atrás. La inspectora de la sección de homicidios dela Policía Foral, Amaia
Salazar, será la encargada de dirigir una investigación que la llevará devuelta
a Elizondo, una pequeña población de donde es originaria y de la que ha tratado
de huir toda su vida. Enfrentada con las cada vez más complicadas derivaciones
del caso y con sus propios fantasmas familiares, la investigación de Amaia es
una carrera contrarreloj para dar con un asesino que puede mostrar el rostro
más aterrador de una realidad brutal al tiempo que convocar a los seres más
inquietantes de las leyendas del Norte.
Dado que en mi cuaderno de notas
se abigarran decenas de notas y detalles, que merecerían la pena aparecer en
este análisis, voy a intentar ser los más sistemático y riguroso posible a la
hora de estructurar esta reseña para, de este modo y en aras a la máxima
claridad, abarcar los puntos miliares que sustentan la arquitectura narrativa
de esta novela. Dolores Redondo nos plantea en “El guardián invisible” una
narración cronológica y lineal a excepción de algunos fragmentos, claramente
identificados tipográficamente, que nos retrotraen de la mano de la
protagonista, la inspectora Amaia Salazar, a algunos recuerdos traumáticos de
su infancia que dejaron en ella una huella indeleble y traumática. Es, especialmente,
en estos insertos retrospectivos en donde la autora, con una sabia dosificación
del relato, va a permitir atisbar al lector uno de los puntos, sin duda alguna,
medulares de todo el relato.
Uno de los aspectos que, en mi
opinión, sería ineludible a la hora de analizar “El guardián invisible” sería
entrar en un profundo estudio del uso de la prosa por parte de Dolores Redondo.
Evidentemente, por razones materiales y propias del carácter de lo que debe
tener una reseña literaria, no voy a poder profundizar con el rigor filológico
que sería necesario, pero dicho lo cual intentaré sintetizar mi opinión sobre
este aspecto de la novela analizada. La prosa que utiliza la autora en esta
novela resulta simple, pero sin embargo efectiva tanto en cuanto a su
construcción, como en su campo semántico. A continuación voy a transcribir,
literalmente un breve fragmento, a modo de ejemplo, que utilizaré para intentar
analizar la prosa de nuestra autora
“El bosque siempre le producía un secreto orgullo de pertenencia,
aunque su grandiosidad también le provocaba temor y vértigo. Sabía que lo
amaba, pero el suyo era un amor reverente y casto que alimentaba en silencio y
en la distancia. Cuando tenía quince años se había unido temporalmente a un
grupo de senderistas de una sociedad montañera. Caminar en la bulliciosa
compañía del grupo no había resultado tan gratificante como cabía esperar, y
después de tres salidas lo dejó. Sólo cuando aprendió a conducir volvió a
adentrarse en las pistas forestales, atraída una vez más por el hechizo del
bosque. Descubrió asombrada que estar sola en el monte le producía una
inquietud aterradora, la sensación de ser observada, de estar en un lugar
prohibido o de estar cometiendo un acto de expolio contra una reliquia”.
Si observamos con atención este
ejemplo, creo que paradigmático de su prosa, comprobamos que las frases, más
bien breves, suelen ser coordinadas y en una clara estructura bimembre con una
coordinación adversativa. Este uso de coordinadas adversativas resulta muy
interesante desde un punto de vista lingüístico pero la profundización en este
aspecto sería excesiva. Este tipo de frases suelen dotar de agilidad al relato,
a pesar de tratarse de un fragmento meramente discursivo. En este fragmento
también se observa el uso que Dolores Redondo hace de la figura del narrador.
Evidentemente se trata de un narrador omnisciente, pero nos permite comprobar
que, de un modo indirecto, utilizará esa omnisciencia para poner voz subjetiva
a la protagonista. Este uso permite dar profundidad al personaje protagonista
pero, a su vez, nos da ese distanciamiento, tan necesario en esta novela, que
nos ofrece la voz del narrador. En mi opinión y después de la lectura de la
novela, este punto de vista resulta clave para entender y analizar “El guardían
silencioso”. Conforme avanzaba en la lectura de la novela no pude sustraerme a
comparar, salvando las distancias tanto estéticas como temporales, la prosa de
Dolores Redondo con la prosa de un ilustre paisano suyo, el donostiarra D. Pío
Baroja. En su tiempo el inmortal escritor vasco fue, en mi opinión,
excesivamente vituperado por su prosa que incluso fue tildada de descuidada y
desgarbada. Sin embargo él mismo la supo definir magistralmente cuando hablaba
de su “retórica en tono menor” y la
definía así: “La retórica menor, que a
primera vista parece pobre, luego resulta más atractiva, tiene un ritmo más
vivo, más vital, menos ampuloso. Es en el fondo, esta retórica continencia y
economía de gestos; es como una persona ágil vestida con una túnica ligera y
sutil…”. Pues bien éste es el caso de la prosa de Dolores Redondo su prosa
está subordinada a la acción y, por así decirlo, no es un fin en sí misma sino
un medio. Por último, me ha llamado la atención que la autora está escribiendo,
como dije al principio un trilogía cuando, curiosamente, D. Pío Baroja solía
agrupar su obra narrativa, fundamentalmente, en trilogías.
Otro de los puntos ineludibles
que deben contemplarse en el análisis de un texto literario es el de los
personajes. En este punto creo que en “El guardián invisible” los personajes están
tratados de un modo muy desigual, tremendamente desigual me atrevería a
afirmar. Por así decirlo podríamos clasificar los personajes, de un modo muy
genérico, en dos tipos: La protagonista y su círculo familiar más íntimo y, por
otra parte, los personajes que participan en la investigación propiamente
dicha. Empezaré por analizar los de este primer grupo, infinitamente más
interesante a efectos de nuestro análisis literario. El personaje de Amaia
Salazar, protagonista de la novela, es sin duda alguna el más interesantes
tanto por su construcción como por la profundidad sicológica con el que la
autora le dota. En algunos momentos, como ya quedó dicho un poco más arriba el
narrador prácticamente la “poseerá” para hablarnos casi por su boca. Dentro de
estos personajes, del núcleo más íntimo y familiar de Amaia, sin duda alguna
las mejor perfiladas y dibujadas son las de los personajes femeninos, en clara
contraposición con los personajes masculinos que apenas están bosquejados y que
poco, o nada, aportan al lector. Entre estos personajes tan “grises” y
desdibujados me gustaría citar el personaje de James, el marido de Amaia, que
entre, por una parte, su dibujo tan dubitativo y, por otra, contraponerle a un
personaje tan rico en matices y tan “potente” como el de Amaia queda totalmente
desdibujado y caricaturizado. Respecto al segundo grupo de personajes, los policías
que se dedican a la investigación, estos resultan desdibujados, inertes y
carentes de interés. De hecho no puedo referir ni uno sólo de estos personajes
que hayan dejado una huella en mí después de la lectura y que tenga una entidad
narrativa que sea digna de mención. Y esta falta de concreción y de vida en
estos personajes será uno de los factores desencadenantes por los que el texto “flaquea”
en la parte más específica de la novela negra, a saber, en la investigación
propiamente dicha, pero más adelante ya abordaré este punto del análisis con
más detenimiento.
Uno de los puntos más positivos y
que más me han interesado, como crítico literario, de “El guardián invisible”
ha sido cómo Dolores Redondo ha sabido crear ese ambiente, realmente inefable e
indescriptible, de aquella tierra de Elizondo en pleno valle del Baztan con esos
fríos, con esos bosques inabarcables, poblado por toda una pléyade de seres
legendarios, y todo ese trasfondo mítico y ancestral y todo el paisaje y las
gentes de aquellos valles y aquellas tierras (que, por cierto, tanto estudio,
precisamente ,el sobrino de Pío Baroja, el antropólogo Julio Caro Baroja). La
autora nos da una hermosa explicación del por qué tienen tanta importancia en
su novela todas estas creencias ancestrales y telúricas: “Vivimos tiempos de incertidumbre en el valle, y cuando las nuevas
fórmulas fallan se recurre a las antiguas”. Todo esto conforma un
interesante ambiente onírico que mantiene en tensión al lector a lo largo de la
novela. Provocando una “inestabilidad” en el lector que le mantiene en la duda
de qué es la realidad y que es producto de la imaginación de la inspectora
Salazar. También me gustaría destacar el magnífico trabajo de la autora a la
hora de meternos en la piel del torturado personaje de Amaia Salazar y de esos
miedos profundos y atávicos que la atenazan y luchan por cercenarla (y no puedo
contar mucho más para no reventar la novela).
Como esbocé un poco más arriba la
parte más floja de la novela es la relativa a la propia investigación de los
crímenes. Ya comentaba al principio que la novela negra, en mi opinión, es uno
de los géneros más complicados, técnicamente, de la novela. Y, además, es uno de los géneros que he
estudiado durante muchos años con mayor rigor y al que, además, he dedicado
varios trabajos. Pero vayamos por
partes. En primer lugar tengo que confesaros que al leer la novela tenía la
impresión de estar leyendo a un claro epígono de la escritora sueca Camilla
Lackberg. Si profundizamos en el análisis de “El guardián invisible” y la obra
de la autora nórdica observaremos que existe un innegable paralelismo entre
ambas. Son más que evidentes las similitudes literarias entre Elizondo y Fjällbacka
y cómo esos climas, esos bosques y esos pueblos en los que todos se conocen provocan
un ambiente especialmente asfixiante. Otras de las características comunes es
la importancia de los hechos que ocurrieron en el pasado y cómo afectan en el
presente. Se podría resumir con la frase “el pasado siempre vuelve”. Tanto la
inspectora Salazar como Érica (al principio de la serie) sufren por sus
problemas con la maternidad y viven en un problemático entorno familiar con unas
madres muy “especiales”, etc, etc… He querido destacar, a modo de ejemplo, unos
pocas muestras de las similitudes entre ambas (en mi cuaderno de notas he
destacado hasta 10 características incluso en detalles técnicos como el uso de
las tramas paralelas).
Sin embargo, como ya refería con
anterioridad, la parte que menos me ha gustado ha sido cómo la autora conduce
la investigación de los crímenes. Ya decía al principio que antes de sentarme
al ordenador para escribir este análisis literario he tenido que leer la novela
un par de veces, porque me daba la sensación de que la autora dejaba algunos
cabos sueltos de la investigación. Y, por desgracia, la segunda lectura me
confirmó mis impresiones. A partir de
ahora, como es lógico, no voy a dar muchas pistas sobre las claves de la novela
porque lo que deseo y recomiendo es que se lea y, de ninguna manera, me
gustaría “reventarla”. Técnicamente el desarrollo de la investigación,
personalmente, me resulta bastante flojo e incompleto. Y, por otra parte, al
ver cómo se resuelve la investigación quedan muchísimos hechos que no quedan
suficientemente explicados ni aclarados. En definitiva creo que la novela no
queda suficientemente bien rematada con más preguntas que respuestas que, al menos
a mí, consiguió dejarme un cierto sabor agridulce en la boca. Al final de la
novela, justo en la última frase, Dolores Redondo nos deja un final con un claro
y evidente sabor a Camilla Lackberg (y hasta ahí puedo leer). No voy a
profundizar más en todos esos detalles por los que creo que la novela no queda “adecuadamente”
rematada y que no todas las preguntas, ni mucho menos, quedan respondidas
satisfaciendo y colmando la necesidad de “saber” del lector.
Por desgracia, dada las
restricciones propias que impone una reseña literaria, creo que debo ir dando
final a este análisis crítico y me apena porque en mi cuaderno van a quedar
inéditas decenas de notas que, en mi opinión, algunas pueden resultar muy
interesantes para el lector. “El guardián invisible”, que por cierto el título,
aunque en una referencia un poco críptica, resulta esclarecedor de la novela,
es un libro que se presta a un profundo análisis. A modo de resumen final me
gustaría terminar haciendo algunas aseveraciones. “El guardián invisible” me ha
parecido un libro interesante y ameno, más por el estudio “costumbrista” y por
la profundidad con la que aborda una relaciones familiares tan traumáticas como
las que viven Amaia Salazar, que por la resolución de los crímenes que, para
mí, resulta lo más flojo y deslavazado de la novela. Aunque supongo que Dolores
Redondo aún es una escritora y una artista en formación y quizás está buscando
su auténtica y original voz narrativa pero, sin duda alguna, talento no le
falta y, desde este blog literario, le auguró muchos éxitos en su carrera
literaria. Por supuesto esperaré con auténtico interés leer el segundo libro de
su “trilogía del Baztán” que, según creo, se va a titular: “Legado en los
huesos”.
Dicho todo lo cual, y teniendo en
cuenta todo lo expuesto con anterioridad e intentando ser lo más fiel posible a
mi conciencia y a mi manera de entender el arte literario, creo que la
puntuación que más justicia haría a la novela “El guardián invisible”, primera
parte de la trilogía del Baztan, de la escritora donostiarra Dolores Redondo
sería de un 7,00/10.
© Luis Alberto Cao
(Para ilustrar esta reseña os dejo el booktrailer de la novela y una entrevista a la autora, Dolores Redondo)
Es un libro que adolece de muchos de los errores que hacen de él un libro mediocre. Un trama simple, personajes sin credibilidad, un basajaun que en esas tierras no existe en el colectivo de los baztaneses. Un personaje principal plano y unos secundarios pobres. Un final no creible. Lo mejor la historia que tienen la protagonista con su madre y que está ambientada en Baztan. Una novela que no deja poso y que entretiene lo justo. Un 5 a mi modo de entender.
ResponderEliminarExcelente reseña Luis Alberto. En general estoy muy de acuerdo con tu opinión. Como lector de novela negra esta historia me ha parecido un poco flojita. Pero bueno, es la primera incursión de esta autora en el género y supongo que puede mejorar en las siguientes entregas. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestro comentarios que, sin duda alguna, nos enriquecen tanto a todos nosotros. Y a tí amigo Julio me alegra coincidir con todo un experto en novela negra, muchas gracias maestro. Un abrazo amigos míos.
ResponderEliminarMe entretuvo bastante pero reconozco q flojea en los aspectos q has mencionado. En mi blog incluyo una reseña de la misma y he inckuido el mismo listado con respecto a las novelas de camilla lackberg q tanto m gustan. La pena es q a mitad dl libri intui quien era el asesino y m dejo chafada ek averiguar q no m habia equivocado. Un saludo y genial reseña
ResponderEliminarGracias por tu gran reseña Luis Alberto, como siempre me ayudas a depurar mi I.L.P (Interminable Lista de Pendientes), este libro le tengo muy atrás en ella y creo que allí se quedará.
ResponderEliminarYo también creo que la parte que centra en el pasado de la protagonista ensombrece mucho la investigación criminal. A mí una de las cosas que más me llamaron la atención fue la ambientación y esos parajes navarros que nos describía. Quizá sea una novela con algunos errores pero a mí me fue muy agradable leerla.
ResponderEliminarMuchas gracias amiga Yoly, por tu comentario, y por la atención constante que me dispensas. Me gustaría decirte que "El guardían invisible" es un libro que merece la pena leerse, a pesar de algunas carencias, porque da un enfoque muy original con la utilización de todo ese material mítico y legendario de la tradición y la cultura vasco-navarra. Es un libro que además de entretener nos ilustra sobre algo tan interesantes como la etnografía. Un beso y muchas gracias, como siempre
ResponderEliminarAmiga Albanta, me parece muy atinado tu comentario que, en mi opinión, resumen perfectamente esta novela. Un besazo amiga
ResponderEliminarLo tengo en casa esperando turno, le tengo muchas ganas así que espero no hacerlo esperar mucho jejej
ResponderEliminarBesotes
Querido Bachiller y demás amigos lectores: a mí, que no soy ninguna apasionada de la novela negra, esta obra de Dolores Redondo me ha dejado que "ni fu ni fa". He comenzado a leerla porque tengo vinculaciones familiares con el Valle del Baztán y me producía curiosidad. No obstante, los personajes masculinos absolutamente planos, el carente análisis criminológico del asesino (pese a que la supuesta criminóloga se había formado nada menos que en el FBI!!!), la confusión insustancial de la trama con el misticismo navarro y otras carencias que he detectado convierten a esta obra, en mi parecer, en una novela color crema pastelera, en absoluto negra.
ResponderEliminarPor eso, querido Bachiller, te sugeriría la lectura de dos obras (Crímenes Exquisitos y Martiryum) de los criminólogos Nieves Abarca y Vicente Garrido pues me encantaría conocer tu opinión al respecto. En ambas lecturas he disfrutado muchísimo con la diversidad de tramas, la velocidad de los hechos, el análisis personal y criminológico, la mezcla del Arte con el asesinato y otras circunstancias que hacen que la comparación con la obra de Dolores Redondo deje a esta última en un lugar poco menos que aceptable.
Un cariñoso saludo para todos.
Querida amiga Cristina,como siempre todo un placer tus interesantes comentarios. Como sabéis los lectores habituales de mi blog, uno de los géneros novelisticos a los que he dedicado algunos de mis trabajos "de investigación" ha sido la novela negra. Por supuesto que, en cuanto pueda, estaré encantado de reseñar alguna de esas novelas que nos comentas amiga Cristina. Un beso y gracias como siempre.
ResponderEliminarPerpleja me ha dejado a mí su reseña, señor Cao. No se si darle la enhorabuena por su autoestima o aconsejarle que se lo haga mirar.Frases como "como es habitual me he esmerado en forzar mi capacidad crítica y analítica" o "me siento capacitado para escribir ,con toda propiedad,conocimiento de causa y rigor necesario" me hacen agradecer esas "restricciones propias que impone una reseña literaria" y que nos impide a sus lectores gozar de tanta clarividencia.
ResponderEliminarGracias amiga Maribel del río por su comentario y por la educación con la que lo ha hecho. En cuanto a las frases es bien sabido que cuando se extractan y se sacan de contexto (algunos lo definen como manipulación) pueden producir una impresión incorrecta (en algunos casos diametralmente opuesta). Recomiendo a los lectores que se lean completa la reseña, es la mejor manera de saber exactamente qué es lo que quería decir. Un abrazo y bienvenida a esta tu casa.
ResponderEliminarQuizás Maribel no te haya leído mucho y por eso no conozca tu estilo. En cualquier caso, te curras las reseñas tanto que también tienes derecho a decir que te has "esmerado". Además, se nota. Eres riguroso a la hora de exponer tu análisis sobre las obras de las que escribes. Se puede coincidir o no con tu opinión (yo he discrepado en más de una ocasión), pero no se puede negar que está sólidamente argumentada. Probablemente, si Maribel sigue leyéndote, acabará cogiéndote el mismo cariño que muchos otros te hemos cogido y valorará más tu labor.
ResponderEliminarGracias por su reseña, pero me plantea una duda: si una novela negra falla como novela negra, ¿cómo puede tener un 7? Si acaso tendrá ese 7 como novela, no como novela negra. Estas novelas nos plantean un caso, y no es la primera en la que encuentro que nos hablan más de la vida del investigador/a u otros asuntos que de la resolución del caso. Da la impresión de que escriben novela negra porque vende, pero que lo que quieren contarnos realmente es otra cosa.
ResponderEliminarEn este caso no me ha interesado nada el pasado de Amaia, porque buscaba una novela negra y no una familiar, y ésta, en cuanto novela negra, deja mucho que desear.
En cuanto a "Crímenes exquisitos" será interesante leer su reseña. Es una novela con un gran arranque, pero luego va decayendo mucho, debido al exceso de páginas prescindibles que no aportan nada a la trama. Al estar escrita por dos autores, se advierten grandes diferencias de escritura e interés entre sus páginas.
¡Lo que cuesta encontrar una novela negra que se centre en el caso y no se vaya por las ramas!
Hola Luis Alberto, ante todo presentarme soy una lectora de vocación,me gusta perderme en la biblioteca, elijo mis lecturas guiándome por los títulos o por autores que ya he leído y me han dejado buen gusto.
ResponderEliminarA veces ese dejarme llevar hace que lea libros que no me gustan o que no se ajustan a las expectativas que había puesto en ellos,cuándo escogí "el guardián invisible" lo hice porque la trama se desarrollaba en unos parajes que conozco, me gusta reconocer los sitios, hace que disfrute mas de la obra.
El libro me ha gustado,el final demasiado predecible, con una puerta abierta a un segundo libro,tienes razón se parece demasiado a la serie de Camilla Lackberg,un ambiente asfixiante, una protagonista y unos personajes torturados por historias antiguas, en fin todo muy similar, pero quiero destacar que me han gustado las historias de mitología,sobre todo lo de las brujas y la descripción de los bosques de Batzan.
Creo que tendríamos que darle un voto de confianza a la autora y esperar que en el segundo libro,se libere de la sombra de Camilla y escriba menos torturada.
Gracias por oírme.
Muchas gracias amiga Inés Martínez por tu comentario. Por empezar por el final te diré que siempre es un placer leer vuestros comentarios que aportan tanto y dan otro punto de vista. Por supuesto que confío en que Dolores Redondo mejora mucho en sus próximas novelas porque talento, sin duda, lo tiene.
ResponderEliminarUn beso amiga mía y bienvenida a esta tu casa.
Poe, (padre de la novela negra?) decía que la distancia entre ingenio y capacidad analítica era incluso mayor que la existente entre imaginación y fantasía pero de naturaleza similar: el hombre ingenioso es fantasioso y el imaginativo, analista. Pues bien, la Sra. Redondo fantasea con cuerpos y mitos, dando como resultado una novela bastante justa, carente de personalidad(que lejos queda de esos escritores heterodoxos que aportan algo al mundo de los libros) y que presenta una ristra de estereotipos del genero criminal que solo pueden satisfacer a quien no ha leído una novela negra en su vida. Si ademas, le sumas argumentos sospechosamente familiares a otras historias de ficción en el mercado (e injustamente oscurecidas por el parapeto de la gran maquinaria de la publicidad) se obtiene un producto justito que,en una analogía vinicola ,solo puede compararse con el Don Simon (y servido caliente).
ResponderEliminarSoy lectora habitual de novela negra, aunque dependiendo de mi tiempo -que suele ser escaso-, también leo novelas cuya trama no es tan específica. Elegí "El guardián invisible" porque conozco Elizondo y el valle de Baztán... esto es lo que he escrito hoy en mi muro de Facebook: "He comenzado a leer "El guardián invisible" de Dolores Redondo, uno de los éxitos literarios de la temporada. Voy por la página 49 y, de momento, sólo veo estereotipos y situaciones previsibles... mujer, con una presencia atrayente -que es más que atractiva-, casada con un super-mega intelectual-artista, adinerado, enamorado de los San Fermines y del estadounidense que los puso de moda -¿por qué no habrá alguno que odie este tipo de festejos... ¿por qué?-, que viven en una casa estupendísima, antigua, en el centro de Pamplona... mujer profesional en un mundo con mayoría de hombres, que ha tenido que soportar infinidad de malas formas para hacerse respetable... mujer, oriunda de una zona navarra con unos paisajes misteriosos... mujer hija de y hermana de una familia adinerada... menos mal que la autora no la ha situado en La Rioja... sería una versión policiaca de Falcon Crest... un cuñado vago e irresponsable, una hermana histérica y endiosada... madre del amor hermoso... y ahora, voy a leer algunas críticas sobre la novela, a ver si hay alguién más que opine como yo... porque me chirría bastante... me da la impresión de que este "aplauso unánime" se parece bastante al de "El tiempo entre costuras"..."
ResponderEliminarComparar esta novela con Crímenes exquisitos o con cualquier otra novela negra española o nórdica es como comparar un lobo salvaje con un cachorro de Golden Retriever. Por cierto, la investigación criminal es como poco, irrisoria. Una novela negra con un forense que da lecciones a los policías para disimular que el texto está copiado de otros lugares-sin mucho recato- resulta algo extraño por decir algo fino. Y una policía foral que ha estudiado en el FBI...por favor. Seamos buenos y no hablemos del final menstrual, ni de que su marido la hace mujer (¿Es un hombre la tal Salazar?), ni de todos los clichés más amargos que salpican la trama. Un asesino ritual que deja a las víctimas jóvenes con las manos en oración...y al final no sabemos por qué las víctimas han sido asesinadas. El asesino era malo. Ah. Bien. Esperamos que en la segunda parte el asesino sea más malo, o incluso haga algún cortecito con sangre, o algo que espante a las blogueras fascinadas con osos, guardabosques, líquenes, musgos y trasgos y brujas muy ancestrales. También con ansia esperamos que el bebé nazca sano y fuertote, como buen navarro. Y que nos inviten a unos espárragos y unas anchoas divinas, eso es lo importante...
ResponderEliminar“Quería escribir sobre el matriarcado típico de estas tierras. Son las mujeres quienes tienen más peso, son ellas quienes toman las decisiones. Los crímenes son algo secundario en mi novela, lo importante es la familia. Quería huir del típico policía alcoholizado y solitario que investiga crímenes atroces y quería ambientar la novela en algún lugar del País Vasco o de Navarra".
ResponderEliminarQuizás estas palabras de la autora arrojen luz sobre algunas de las críticas vertidas sobre su novela. un saludo a todos
Muy flojo.
ResponderEliminarSólo dos comentarios rápidos:
ResponderEliminar1) Quedan más cabos sueltos, y no sólo en la investigación policial. La hermana de la protagonista tiene un encuentro con una persona asesinada muchas horas antes, y eso no se explica.
2) Estoy de acuerdo en el dominio de la prosa de la autora, pero le falta bastante para ser una buena contadora de historias. En una escena determinada, un personaje le pide a otro que prepare unas bebidas para contarle una larga historia; pues bien, la historia es narrada a continuación, sin ningún tipo de pausa que dé tiempo a preparar esas bebidas, y sin indicación alguna de que las bebidas ha sido preparadas.
Me ha dado un coraje tremendo leer esta novela, soy una apasionada de la novela negra y jamas he leido una novela de este estilo q deje tantos cabos sueltos... La primera vez pense q me habia saltado algun trozo del libro , pero luego me di cuenta q deja sin explicacion sucesos importantisimos en la historia. No entiendo nada..
ResponderEliminarQuede muy decepcionada con esta historia, quizas porque gracias al titulo, empece a leerla con demasiadas espectativas. Creo que la novela negra no es el genero de esta autora, no la considero mala pero no logro lo que se espera de este tipo de novela. En lo que se refiere a la investigacion, fue bastante pobre, contrario a o que prometia tomando en cuenta las mas de una critica a las famosas series de investigacion criminal estadounidenses. En cuanto al final, creo que aparte de ser demasiado predecible, faltaron muchas explicaciones que a mi entender eran de gran importancia y la verdad un poco acelerado. Pero a pesar de todo no descato volver a leer algo de la autora ( siempre que no sea novela negra) mas adelante.
ResponderEliminarEstoy terminando de leer la novela y aunque reconozco que la trama me ha atrapado y resulta entretenida no deja de ser una novela menor. Por cierto, alguien me puede decir si estoy confundida cuando percibo en ella un montón de "laísmos" y "loísmos"?
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