Título: Assur.
Autor: Francisco Narla.
ISBN: 978-84-9998-131-4
Editorial: Ediciones Temas de Hoy.
Autor: Francisco Narla.
ISBN: 978-84-9998-131-4
Editorial: Ediciones Temas de Hoy.
Primera Edición: Junio de 2012
Páginas: 951.
Ayer, después de varias maratonianas
sesiones, de una atenta y reflexiva lectura, terminé de leer la voluminosa y
monumental novela, tanto desde un punto de vista de su ambición literaria, como
por su compleja y admirable documentación histórica, “Assur” del escritor lucense Francisco Narla. En
primer lugar, y a modo de introducción a un posterior y más meticuloso
análisis, tengo que alabar la osadía de este joven y, como comentaré más
adelante, aún bisoño autor en el dominio de la técnica narrativa. Dicho todo lo
cual me gustaría precisar que en líneas generales “Assur” me ha parecido una
novela interesante pero, tal vez, inapropiada tanto para su modo de escribir,
como explicaré más adelante, como porque esta novela, por su planteamiento y
ambición, tal vez ha sido escrita demasiado pronto. Me explico. Esta novela,
tenía todos los mimbres para ser una gran novela histórica de madurez en la que
el conocimiento y el dominio de la narración,
acrisolada a lo largo de años y de novelas publicadas, hubieran
permitido al autor legarnos una novela redonda e importante. En mi opinión
“Assur” se ha quedado en una novela interesante y meritoria, que a ratos me ha
resultado desigual y que ha puesto al descubierto todas las lógicas carencias
de un autor en pleno período de formación y aprendizaje que aún ha de buscar y
encontrar su propio estilo personal, su propia voz narrativa. Lamentablemente
no he leído ninguno de los dos libros anteriores de Francisco Narla, cosa que,
sin duda, no descarto hacer. Para formarme una opinión más sólida sobre este
autor.
Dicho todo lo cual, a modo de
preámbulo, creo que, como es habitual en mis reseñas, lo mejor será, para
situar al eventual lector de estas líneas, pergeñar la sinopsis argumental de
la novela “Assur” de Francisco Narla. Obviamente, resulta complicado resumir
brevemente una novela tan voluminosa, así es que voy a transcribir el resumen
que la propia editorial, que a pesar de ser algo más largo de lo que suele ser
habitual, creo que merece la pena y cumple, sobradamente, el fin que
perseguimos:
“Año del
Señor 968. Atraídos por las riquezas de los reinos cristianos de la península
ibérica, una flota de terribles guerreros nórdicos amenaza la floreciente
Compostela, baluarte de la Iglesia y la corona. A su paso solo queda
desolación. Y a medida que remontan los ríos con sus rápidos drekar, buscando
su presa, tras ellos dejan aldeas devastadas y cenizas humeantes. Como Outeiro,
el pequeño pueblo en el que vive Assur, un muchacho al que, después de la
trágica muerte de sus padres, no le queda otra opción que refugiarse en la
esperanza de reencontrar a sus hermanos, capturados por los terribles
invasores.
Gutier de León, infanzón del conde Gonzalo
Sánchez, se cruza en el camino del joven y lo acoge bajo su tutela. Así conoce
a Jesse ben Benjamín, un bondadoso médico judío, y a Weland, un mercenario normando
al servicio de los cristianos. Junto a ellos, Assur aprende todo lo necesario
para encarar su destino: adquiere conocimientos de la ciencia de su tiempo y se
adentra en el arte de la guerra. Sin embargo, cuando intenta rescatar a su
hermano, en la gran batalla que se libra en el estrecho de Adóbrica contra los
invasores norteños, es apresado y arrastrado hasta las heladas tierras de sus
enemigos, donde tendrá que hacer uso de toda su voluntad y coraje para
conseguir escapar.
Como esclavo
fugado, Assur sobrevivirá convertido en ballenero, y la fortuna lo esquivará
hasta que, como recompensa a una increíble hazaña, consigue enrolarse a bordo
del navío que capitanea el renombrado Leif Eiriksson, hijo del fundador de las
colonias de Groenland. Junto a él, Assur viajará hasta Vinland, la desconocida
tierra de poniente, y habrá de sobrevivir a los más inesperados peligros. Assur
será traicionado, sufrirá los más crudos inviernos, luchará por el amor de una
mujer, se enfrentará a enemigos desconocidos, y buscará incansablemente a sus
hermanos desaparecidos, pero, por encima de todo, mantendrá viva una única
esperanza: el regreso”.
“Assur” es una novela histórica
narrada de un modo clásico y “académico”, por tanto, esto ya nos sitúa en que
estamos analizando un libro, que no va a sorprendernos, en este caso, por su
originalidad en su planteamiento formal. El autor comienza el libro con la
infancia del protagonista y a lo largo de las casi mil páginas iremos
siguiendo, paso a paso, todas sus aventuras y desventuras, en una narración
lineal y cronológica. El narrador “hablará” en tercera persona, pero no será
ominisciente, sino que se conformará con acompañar al protagonista en su
devenir. Sin embargo, Francisco Narla se aparta, en mi opinión, de uno de los
puntos básicos y medulares dentro de la arquitectura de toda novela clásica. Y
ese punto tan importante, entre otros obviamente, es la figura de un
“auténtico” antagonista, cosa que he echado de menos en esta novela. Como de
todos es sabido el antagonista es el personaje que se “enfrenta” al
protagonista, por decirlo de un modo coloquial, diríamos que es el “malo” de la
novela. Esta ausencia es uno de los lastres que más pesan sobre esta novela,
puesto que le quita interés a la narración que, como comentaba al principio,
termina resultando desigual, alternando momentos francamente interesantes con
otros que resultan tristemente anodinos.
Francisco Narla a lo largo de
esta novela nos demuestra que tiene un admirable dominio del léxico castellano,
mostrando un uso eufónico de esa hermosa prosa poética que utiliza en los
momentos más líricos e intimistas. En mi cuaderno de notas sobreabundan
palabras hermosas, que definen con precisión y que, gracias al autor, ha
recuperado y desempolvado de vetustos y venerables diccionarios. No voy a
resistirme a citar algunas de esas palabras, de esas perlas casi olvidadas de
la lengua que el autor nos recupera del ostracismo lingüístico: arrufadura,
mucilaginoso, márfega, yegüerizos, zabazoque... Esta prosa poética resulta tremendamente
plástica, a modo de ejemplo, voy a citar un ejemplo, en el que el autor hace
gala de esa plasticidad:
“ Atravesaban bosques cerrados
de robles y castaños que empezaban a tapizarse de hojas muertas, olían la
humedad de la tierra con cada inspiración entrecortada. Trasegaban una suave
pendiente llena de helechos maduros que se arrebujaban bajo alisos y sus pies
descalzos susurraban en el sotobosque. Acortaban camino monte a través, y Assur
ya podía distinguir una de las veredas que se acercaba hasta el villorrio
cuando apareció, dejándose llevar por la cuesta, un aterrado Berrondo. El
muchacho descendía sin gracia, a trompicones, braceando para mantener un escaso
equilibrio”
Esta indudable
virtud del autor, que tengo que reconocer que me ha gustado, sin embargo, a lo
largo de la novela se va a ir volviendo en contra de él. Francisco Narla tiene
un gran talento para el uso descriptivo y atesora una hermosa prosa de
resonancias plástica y sensuales, pero, como comentaba, a lo largo de la novela
empieza a ser “un palo en la rueda” que hace que el relato se desarrolle y
avance tratabillando y frenando continuamente lo más importante que debe tener
una novela de este género: la acción. Francisco Narla en muchos momentos se
regodea en el preciosismo de su prosa y olvida su faceta como narrador, como
“contador” de un historia, que requiere ritmo y acción. Por otra parte, en
algunos momentos tanto virtuosismo descriptivo acaba distanciando y distrayendo
al lector, perdiéndole por meandros accesorios al hilo principal. Igual que he
destacado el párrafo de más arriba como, en mi opinión, un hermoso ejemplo
descriptivo, tan sensorial. Para ser justo conmigo mismo y con mis lectores
también he encontrado algunos fragmentos, en que ese uso ubérrimo y sobreabundante
del lenguaje resulta, en algunos momentos, excesivo y recargado, provocando el
distanciamiento y, por desgracia, haciendo naufragar la atención y el interés
del lector.
“Fue un beso
que tachonó la luna y las estrellas del horizonte impidiéndoles recorrer el
cielo para marcar el paso del tiempo...”
En suma, en lo
que respecta a esta parte del análisis, desde un punto de vista más
estilístico, creo que el autor sacrifica, en mi opinión, absurdamente el
discurso narrativo, perdiéndose en un virtuosismo formal, en algunos momentos
francamente alambicado, que termina por alejarnos del objetivo fundamental de
cualquier novela que no es otro que entretener. Precisamente aquí es dónde se
pone de manifiesto las carencias, comprensibles obviamente, y la falta de
recursos narrativos que un autor, prácticamente en ciernes, aún tiene. De todos
modos es evidente que Francisco Narla, y como debe ser todo escritor, es un
gran lector y estoy seguro que con los años y la experiencia alcanzará los
recursos necesarios. Por eso, al principio de la reseña comentaba que esta
misma novela, dentro de diez o quince años, en sus mismas manos, no tendría
nada que ver. Como ejemplo de un autor español contemporáneo, que ha escrito
dentro del género histórico, y que domina todos los recursos me gustaría citar
a Chufo Llorens. Auténtico espejo en el que deberían mirarse todos los
aspirantes a escritores de novela histórica, por su dominio de la narración y
de la gradación de los “tempos” y del interés del relato.
Como comentaba
en la introducción a la reseña, propiamente dicha, tengo que rendirme y
aplaudir el exhaustivo trabajo de documentación que ha realizado Francisco
Narla para escribir “Assur”. Un trabajo de documentación minucioso, con una
laboriosidad de orfebre, que desborda la mera acumulación de datos históricos.
El autor ha recreado la historia y nos he dejado pinceladas de esa
intrahistoria de los hombres y mujeres del siglo X. Cómo eran sus viviendas,
sus armas, sus vestidos, sus hogares... Y todo esto, además, acompañado por ese
habla, por ese léxico con sabor a castellano viejo. Por desgracia no he podido
disfrutar, por mi ignorancia sobre ese particular, de ese encomiable trabajo
filológico que hace el autor cuando nos transcribe algunas frases en la lengua
vernácula de los pueblos normandos. Esta ambientación tan cuidada es, en mi
opinión, uno de los mayores méritos de la novela, narrando unos hechos, muy
poco estudiados por los historiadores y sobre todo muy desconocidos por el gran
público. Echo de menos un glosario al final del libro, que nos tradujese todos
esos términos, especialmente en las lenguas normandas, que abundan a lo largo
de la novela. Sería muy interesante si en posteriores ediciones, que estoy
convencido que tendrá muchas más, se pudiese subsanar este detalle.
Especialmente me gustaría destacar, sin duda alguna, esas “notas y otras
menciones de interés” que Francisco Narla nos deja al final de la novela. En
estas interesantísimas notas el autor nos pergeña parte de esa urdimbre, sobre
la que el artista crea y da vida a su obra literaria a partir de unos hechos
históricos, mostrándonos parte de ese “mágico” proceso creativo que tiene lugar
en la imaginación del escritor.
Respecto a su
arquitectura dramática, creo que es una novela bien estructurada y
correctamente resuelta, que deja razonablemente satisfecho, en sus
expectativas, al lector tras su lectura. Aunque, honestamente pienso, que en
aras a su efectividad dramática le sobrarían bastantes páginas, porque tiene
algunos momentos de “parón” que, en absoluto, le benefician. De ahí que al
principio hablase de “Assur” como una novela desigual. Los lectores habituales
de este blog saben lo que opino acerca del “engorde artificial” de las novelas.
La mayoría de las novelas, que hoy en día están a la venta en las librerías,
adolecen de este problema, endémico diría yo, en la literatura actual. Supongo que una de las causas es la presión
de los propios editores en voluminosas novelas que, de este modo, ¿justifican?
su precio. Pero ese ya sería otro tema.
A lo largo de la
novela el autor mezcla, hábilmente, personajes de ficción con personajes
reales. El trazado está veraz que cuesta trabajo distinguir los auténticos de
los hijos de la ficción. Todo esto lo explica muy bien el autor en las
anteriormente referidas “notas y otras menciones de interés”, de muy encarecida
lectura.
Uno de los
personajes que más me ha interesado ha sido el de Furco, el lobo que acompaña a
Assur en sus primeros años. El motivo por el que me ha interesado es por la
antropomorfización que nos plantea el autor. Veremos cómo el autor nos muestra,
con mucha habilidad, todo una ramillete de sentimientos y estados de ánimo,
casi humanos, a través del animal. Pero no es sólo eso, es que incluso le da
atributos humanos, cuando habla de “que apoya sus manos”, por su patas
delanteras, o de que Assur le acaricia su “espalda”, haciendo referencia a su
lomo. Todas estas referencias ayudan para humanizar, aún más, al personaje de
Furco. Otro detalle que me ha gustado mucho es cómo, en un momento dado de la
narración, el autor se apoyará en la percepción de un topillo para mostrarnos,
desde su pequeño punto de vista, otro ángulo de la historia narrada.
Cuando me siento
a escribir las reseñas uno de los detalles que me ayudan a evaluar la importancia
de una novela es la cantidad de apuntes que quedan en mi cuaderno tras su
lectura. Si esta medida nos sirve de referencia tengo que reconocer que “Assur”
de Francisco Narla es una novela importante. Varias decenas de notas,
lamentablemente, van a quedar inéditas, en esta reseña, por problemas de
espacio. Pero, honestamente, creo que he vertido en estas páginas los puntos
más nucleares a la hora de enjuiciar esta interesante novela, desde un punto de
vista analítico.
A modo de
resumen, no me cabe duda que “Assur” es una novela valiente, meritoria y
arriesgada por parte del autor. Un texto muy trabajado y documentado que
resulta, en líneas generales, entretenido y que está bien rematado con un final
redondo, que pienso que satisfará, plenamente,
a los lectores. Por último, y a pesar de todas las reticencias que he
expuesto con anterioridad, por un sentido de la honestidad intelectual, tanto
ante mí mismo, como ante todos los lectores que siguen este blog literario,
creo que es una novela que merece la pena leerse. Aunque me hubiese encantado
leer esta misma novela, escrita por el mismo autor, dentro de quince años,
estoy seguro que sería maravillosa. Desde este modesto blog animo a Francisco
Narla a que persevere en este hermoso oficio, porque creo que madera y valor le
sobran para llegar a ser, algún día, un gran escritor. Porque en este oficio la técnica y el
magisterio se alcanzan con la perseverancia, con la lectura de los grandes
maestros y... con los años.
Dicho todo lo
cual y tomando en consideración todo lo anteriormente referido, y siendo fiel a
mi conciencia y a modo de entender este maravilloso arte de la literatura, creo
que la nota más ajustada y que haría más justicia a la novela “Assur” del
escritor lucense Francisco Narla, sería de un 7,50/10.
© Luis Alberto Cao
(Para ilustrar la reseña os dejo el booktrailer de la novela y una entrevista al autor)
Este fin de semana he terminado la lectura de "Assur", y todavía me tiemblan las piernas, algo que no suele sucederme ante una lectura, sobre todo en los últimos tiempos. Es entretenida, no, esa no es la palabra, es absorvente, consigue que te metas en el mundo de Assur, y es un mundo maravilloso, y te deja con un dulce sabor de boca, a optimismo, a que la vida merece la pena. Es una gran novela, que mo creo que olvide en mucho tiempo.
ResponderEliminarPor otro lado, no estoy de acuerdo con lo de que la carencia de un antagonista sea un defecto de esta obra, pues pienso que la historia de Assur es una historia de superación, de luchas internas, se convertirá en un héroe sin querer hacerlo. Y a lo largo de la novela son muchos los que se cruzarán en su camino como antihéroes clásicos.
Comparto tus últimas impresiones y yo también animo a la lectura de Assur
María José
Muchas gracias amiga María José, por tu comentario y por compartir con nosotros tus opiniones en este blog. Siento no estar tan de acuerdo con tu entusiasta opinión sobre la novela, como argumento en mi reseña. Pero esa es la grandeza del arte que nos permite tener distintas opiniones sobre una obra artística y todas con idéntico valor. Un beso y, de verdad, muchas gracias.
ResponderEliminarMe parece un libro muy interesante y tengo muchas ganas de leerlo.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias por tu comentario amiga, pues sí es una novela interesante. Un saludo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que la novela es interesante, bastante llevadera a pesar de su longitud. Pero no puedo estar más de acuerdo con la crítica que expone Luis Alberto Cao. Sin embargo, y desde mi desconocimiento del mundo editorial, me atrevo a criticar ciertos aspectos relacionados con el léxico y la puntuación: además de alguna que otra falta de ortografía, que a todos nos pasa de vez en cuando, echo de menos que un autor gallego desconozca la ortografía de palabras como orballo y carballo, escribiéndolas con v en lugar de con b, que sería la forma correcta. Además, he observado también cierta incorrección en determinados signos de puntuación, como es el punto y coma.
ResponderEliminarCreo que, formalmente al menos, podría mejorarse.
Paula B
¡Hala! Pero si es que en castellano se escriben con v, precisamente, en gallego con b y en castellano con v... Ay, ay... Que hay que documentarse antes de criticar...
EliminarDesde luego, hay quien habla por hablar, tiene razón la respuesta anónima, en castellano se escriben con v...
EliminarEn cuanto a la novela, yo le daría más bien un 9 es de lo que más me ha gustado en los últimos tiempos, y la descriptiva de Narla me encanta...
Arturo F
Hola.Soy una entusiasta de la novela histórica, al fin lo tengo¡¡¡me lo regalaron ayer solo por la vara que estaba dando.Lo que mas me ha tirado a elegirlo a sido el tema de los viquingos a si que me lanzare a la aventura y creo que nunca mejor dicho.
ResponderEliminarHasta pronto.
Buenas tardes, enhorabuena por la crítica exhaustiva de Assur, la encuentro correcta y extensa, con paradas técnicas propias de un análisis técnico en ingeniería.
ResponderEliminarDesde mi posición, amigo de Francisco Narla y crítico feroz de toda su trayectoria, incluida la literaria, puedo asegurar que cambiará poco con el paso de los años, tan solo lo que los editores por razones de mercado sean capaces a obligarlo a modificar en las historias que vuelan a su alrededor y él descubre.
Respecto al lenguaje, es cierto que es florido, recorriendo una senda maravillosa de nuestra lengua, pero es el lenguaje habitual que utiliza cada día, para escribir o para una charla distendida frente a una bebida.
Por último, respecto a la novela, creo que es extensa, pero a la vez me resultó una construcción acertada. Sin entender absolutamente nada de crítica literaria me atrevo a decir que será una buena novela, mejor, dentro de algún tiempo.
Gracias por el blog
Estoy con las cien primeras páginas de la novela y ya me está enganchando. La narración te atrapa por el léxico que utiliza y "ves", prácticamente,los lugares que te describe. En cuanto al vocabulario, lo que en castellano se suele escribir con v en gallego se hace con b o a la inversa, como avogado (en gallego). Saludos.
ResponderEliminarA mí la novela me ha parecido excepcional, excepcional, mejor que las de Chufo Lloréns. A mí me ha gustado mucho. Es fácil imaginarse cada escena. Y lo de el topillo es verdad que es fantástico, es como un giro de cámara, como un plano interesante en una buena película.
ResponderEliminarY la base histórica es impecable, de lo mejor que he visto en mi vida.
Ramón Andrade
Una forma de narrar que cautiva, me gusta mucho las descripciones que hace, aunque algunas veces creo que toman mas protagonismo si cabe que la propia acción. Felicidades por la reseña
ResponderEliminarA mí me ha parecido una novela maravillosa. La he disfrutado en sus 950 páginas. No me ha sobrado ninguna. Hasta he apuntado muchas de esas palabras antiguas y las he mirado en el diccionario. Hacía mucho que no me entusiasmaba tanto con una novela. Me la dejaron para leerla, y he acabado comprándomela después para tenerla yo también.
ResponderEliminarFelicito a su autor, Francisco Narla, y le animo a seguir con esas descripciones tan bellas y cantarinas.
Para mí, la novela del año, acabo de terminar su lectura en bolsillo en la piscina, y aun tengo lágrimas en los ojos. Sara
ResponderEliminarQuerido Luis: Quiero decirte que este libro en lineas generales me gustó bastante, aunque adhiero plenamente a los detalles que describes en la reseña. La longitud es un tema, también los aspectos descriptivos que en punto suelen tornarse tediosos. Pero, reconozco que la historia me pareció preciosa, lo mismo los personajes, entrañables. Me gustó mucho también el apendice donde el autor explicita muchos detalles de la relación entre realidad y ficción. Permite decirte, en un aparte, que tu reseña me ha resultado magistral, realmente creo que tienes una formación excelente para realizar este cometido tan completo e ilustrativo. Mis felicitaciones , en este caso , son para ti. Saludos ( y recuerda que soy Miranda )
ResponderEliminarYo lo acabo de terminar y q puedo decir??, me ha encantado!! Me enganchó desde su primera página.
ResponderEliminarHablando de Furco yo eché en falta, al final, alguna reseña de qué fué de él...le cogí mucho "cariño".
Un saludo, recomiendo muy mucho la lectura de Assur.