Título original: Winter of the World.
Autor: Ken Follett.
Traducción: Anuvela
Editorial: PLAZA & JANES EDITORES
ISBN: 9788401353192
Año edición: 2012
Nº de páginas: 960 págs.
“¡Una barricada! Lloyd no pudo evitar pensar en la Revolución
francesa, solo que aquello no era una revolución. Los vecinos del East End no
pretendían derrocar el gobierno británico. Al contrario, sentían un profundo
respeto por sus elecciones, sus consejos municipales y su Parlamento. Les
gustaba tanto su sistema de gobierno que estaban dispuestos a defenderlo contra
el fascismo, aunque él mismo no quisiera defenderse”. (El invierno del mundo.
Ken Follett)
Creo que ya en alguna ocasión, con motivo de alguna reseña anterior,
comenté que en este oficio de crítico literario muchas veces hay que hacer
auténticos esfuerzos, apelando a la profesionalidad, para terminar de leer
algunas novelas. No es el caso de “El invierno del mundo” última novela del
gran escritor galés Ken Follett, inserta en la monumental trilogía “The
Century”, basada en los hechos históricos acaecidos durante el convulso siglo
XX. A pesar de sus 960 páginas resulta
una novela muy entretenida que provoca, en muchos momentos, una lectura
francamente adictiva y fascinante.
Tras una lectura muy atenta y minuciosa de “El invierno del mundo” y a modo
de introducción a la reseña propiamente dicha, como toma de posición inicial,
me gustaría señalar que en líneas generales me ha parecido una magnífica
novela, escrita con un firme pulso narrativo, con un absoluto dominio del uso
de las tramas y subtramas, y con una brillantísima gradación en el uso de la
acción dramática. Sin duda alguna Ken Follett ha alcanzado una madurez
artística y técnica que hacen de él uno de los autores más importantes (aunque
en mi opinión injustamente vilipendiado por algunos sectores de la critica
especializada), como a lo largo de la presente reseña analizaré, con el mayor
lujo de detalles que permite la longitud razonable de una reseña literaria. He
encontrado, eso sí, en mi modesta opinión, algunos “peros” que condicionan, eso
sí mínimamente, mi valoración final de la novela, que lastran la novela y hacen
que esta magnífica novela no llegué a la categoría de “magistral”, aunque en
muchos tramos del texto, francamente, lo consigue.
En la parte final me gustaría, como ya viene siendo habitual, en la parte
más propia del comentario, añadir algunas reflexiones al hilo de esta magnífica
novela que tras su atenta y reflexiva lectura, al menos a mí, me ha sugerido
muchos puntos de reflexión.
Dicho todo lo cual y antes de entrar en el análisis propiamente dicho y con
el fin de situar al eventual lector, creo que lo más adecuado sería pergeñar,
siquiera someramente, la sinopsis argumental de esta monumental novela, tanto
por su extensión como por su ambición literaria y narrativa. Tomaré como
referencia la reseña que propone la propia editorial Plaza & Janés, que me
limitaré a trascribir literalmente:
“En el año
1933, Berlín es un foco de agitación política y social. Lady Maud, ahora la
esposa de Walter von Ulrich y madre de dos hijos, publica artículos en una
revista semanal que ridiculizan al partido nazi mientras su marido manifiesta
su oposición en el gobierno. Sin embargo, parece que nada podrá frenar el poder
ascendente del canciller Adolf Hitler. Cuando Maud recibe la visita de Ethel
Williams y su hijo Lloyd, todos serán testigos de la tiranía y la represión de
la nueva Alemania. El reino del Tercer Reich se extenderá hasta Francia y más
allá de la frontera rusa. Mientras, en Inglaterra, Lloyd Williams, activista
político como su madre, luchará en el ejército británico para intentar frenar
dicho avance, antes de alistarse en las brigadas internacionales de la guerra
civil española, donde participará en la ofensiva de Zaragoza y la batalla de
Belchite. Ty Gwyn, la mansión familiar de los Fitzherbert en País de Gales, se
convertirá en acantonamiento para oficiales, y durante su estancia, Lloyd se
sentirá atraído por la mujer de Boy Fitzherbert, la rica heredera americana Daisy
Peshkov.En esta magnífica novela épica, Ken Follettt transportará al lector a
través de una Europa en ruinas, quebrada de nuevo por las guerras y los
conflictos ideológicos. Los hijos de las cinco familias, protagonistas de La
caída de los gigantes, forjarán su destino en los años turbulentos de la
Segunda Guerra Mundial, la guerra civil española, el bombardeo de Pearl Harbor
y la era de las bombas atómicas americanas y soviéticas”.
Sé que muchos críticos consideran al escritor galés Ken Follett como un
escritor de best-sellers, aplicándole un matiz, en cierto modo, despectivo. A
la vista de sus últimas novelas y muy especialmente a partir de su monumental
trilogía “The Century” no puedo estar de acuerdo, ni muchos menos compartir,
esa opinión. En “El invierno del mundo” Ken Follett nos dará cumplidas muestras
de su talento, su conocimiento y su maestría (sí, maestría) en el dominio del
arte literario, como veremos un poco más adelante, cuando analicemos
formalmente la novela, con momentos puntuales de un realismo y una vivacidad en
la narración, que nos sentiremos partícipes, no ya como meros espectadores sino
como actores de la acción. Magníficas, solo por poner dos ejemplos la narración
de la batalla de Belchite o la manifestación fascista sobre el East-End de
Londrés. Ken Follett nos narrará vívidamente, con un pulso narrativo firme esas
complicadas escenas de movimientos de masas tan difíciles de narrar.
Como comenté un poco más arriba, en esta novela Ken Follett se aleja, en
cierto sentido, del mero escritor de best-seller y novelas de entretenimiento,
proponiéndonos una novela de un amplio vuelo literario y con unos presupuestos
artísticos elevados. Me ha llamado especialmente la atención, a pesar de los
hechos tan dramáticos narrados, de una contención y una sobriedad especialmente
reseñable. En esta novela, dada su temática se prestaba a diversos tipos de
“concesiones a la galería”, como la narración detallada, e incluso morbosa, de
las torturas, crímenes y demás aberraciones, propias del horror, que
sobreabundan en la novela. Sin embargo, excepto en muy contadas ocasiones, que
además lo requiere la propia lógica de la narración, Ken Follett cubre estas
escenas truculentas con un velo de pudor con unas hermosas y bien traídas
elipsis narrativas, que sugiriendo, con mucha elegancia, no les resta un ápice
de su crudeza.
“El invierno del mundo” está estructurada en capítulos que cubren
cronológicamente los años más importantes del período que el autor nos narra.
Dentro de esos capítulos con mucha habilidad Follett nos plantea pequeños
“microcapítulos” poseedores de una coherencia temática y narrativa, en los que
nos va entreverando los diferentes hilos narrativos de las sagas familiares de
los distintos países. Es precisamente en estos “microcapítulos” donde se
aprecia con mayor nitidez esa maestría a la hora de planificar las escenas y de
dosificar el uso de la acción, de modo que cada uno de ellos termina, a modo de
un folletín, en el momento culminante, dejándonos expectantes en cuanto a la
resolución de la acción. Ken Follett es uno de los autores, en la actualidad,
con un mayor domino técnico a la hora de dosificar y de estar siempre por
encima de lo que está narrando. Precisamente en esta obra, y por ende en toda
la trilogía, el autor sabe hacer irreconocible la ficción de la realidad,
creando un clima, por momentos, auténticamente subyugante. Follett también
demuestra ser un consumador creador de atmósferas y ambientes. Personalmente,
tengo que reconocer que me he sentido muy cautivado con su adictiva lectura y
que en algunos momentos puntuales, incluso, me he sentido muy afectado.
Quisiera también destacar, de un modo especial, que en este segundo libro
de la trilogía, el autor no “pierde el tiempo” volviendo a recordarnos cosas
pasadas que ocurrieron en el libro anterior. Pero, y en mi opinión ese es el
mérito, se hace perfectamente comprensible, sin tener que ralentizar la acción
volviendo atrás, pero sin embargo todo queda perfectamente claro e inteligible.
Por otra parte, me gustaría destacar el gran mérito del autor que nos enfrenta
en su novela a unos hechos históricos que los lectores ya sabemos de antemano,
por la historia, como terminan y que no resta un ápice de interés al relato.
Mantener ese interés es tremendamente difícil, únicamente al alcance de un gran
artista y escritor, de un gran conocedor de la técnica narrativa.
Tal y como comentaba al principio de la presente reseña, le achacaba a esta
monumental novela algunos “peros”. Me explico. La trilogía “The Century” está
concebida como la historia de varias familias, de varios países (Alemania y
Austria, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia), a través de las sucesivas
generaciones. En cierto modo se podía asimilar su estructura a un folletín
(indudablemente de gran calidad, que duda cabe). Precisamente por esa
estructura inherente al Follettín, en mi opinión, hace que en algunos momentos
se produzcan situaciones “inverosímiles” (por ejemplo la narración del ataque
japonés sobre Pearl Harbor, que resulta francamente cogido por los pelos que
los protagonistas estén allí, así como las reuniones con el Presidente de los
Estados Unidos, etc).
“El invierno del mundo”, en mi opinión, es una novela que podríamos definir
como bizantina, cuanto menos en el aspecto de ver como personajes que creíamos
olvidados, de repente aparecen “Deus ex machina” para provocar un giro
inesperado “de guión”. A lo largo de la novela hay bastantes ejemplos. Por
citar uno, me gustaría señalar el ejemplo de Teresa, la profesora española de
alfabetización, que en un momento clave de la novela aparecerá de un modo
providencial. Este comentario me da pie, para entrar en el análisis de los
personajes en este vasto universo humano que Follett crea para sostener y
vivificar esta novela. Ya desde sus primeras novelas, como “El escándalo
Modigliani”, Follett se ha caracterizado por un gran creador de personajes. En
esta novela, en esta saga, vuelve a mostrarnos su talento a la hora de
caracterizar sus personajes y del uso instrumental, en aras al relato que nos
está contando, que hace de ellos. Todos y cada uno de ellos exudan vida por los
poros. No podría destacar un personaje en particular, sería injusto, porque
cada uno de ellos es un ángulo, un punto de vista incomparable en esta gran
novela-mosaico y cada uno cumple, sobradamente, con su misión dramática y
narrativa. En lo que respecta a la figura del narrador, muy bien elegido por el
autor, se trata de un narrador en tercera persona no omnisciente que se limita
a acompañar y narrar la acción.
Cuando leía esta novela no he podido evitar sustraerme ante, probablemente,
una de las mejores novelas históricas que se han escrito, que no es otra que
“Guerra y Paz” de León Tolstoi. Y es curioso porque, a mi modo de ver, son dos
grandísimas novelas que comparten muchas cosas en común. No me cabe duda que
Ken Follett a la hora de concebir su monumental trilogía tendría en mente la
inmortal obra de Tolstoi. Y como no pensar, también, en las similitudes con los
“Episodios Nacionales” de D. Benito Pérez Galdós con esa genial idea de recrear
la historia mezclándola con la ficción narrativa.
Uno de los inconvenientes que encontrado en la novela y que más me ha
molestado y distanciado han sido algunos errores de traducción, tremendamente
desagradables. Citaré sólo un par de ellos, aunque por lo general la traducción
es bastante correcta y en algunos momentos irreprochable.
-
“Ambas embajadas
serán informadas, y no me cabe la menor duda de que sus representantes llamarán
a la puerta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Wilhelmstrasse dentro de
menos de una hora”. (en mi opinión lo correcto sería “en menos de una hora”).
-
“Charlie —dijo Woody
intentando disimular su incredulidad—, ¿Daisy y tú estáis cortejando?” (lo
correcto sería “Daisy y tú os estáis cortejando?)
Pero sin embargo me gustaría destacar como un uso irreprochable en lengua
castellana la construcción siguiente: - ¡Idos todos al infierno!.En este caso
es impecable la construcción gramatical del “Idos”, porque el imperativo del verbo "ir" con "os" como
enclítico es "idos".
Me encantaría
poder entrar más en el fondo de esta novela y profundizar mucho más en esta
interesantísima obra, desde un punto de vista analítico, pero, como es
habitual, no pretendo destripar las novelas. Prefiero que el lector de esta
reseña, si así lo considera, se sumerja en este amplio y profundo océano que es
“El invierno del mundo”. Esta vez, más que nunca, se acumulan en mi cuaderno de
apuntes decenas de notas que me han surgido a lo largo de esta apasionante
lectura, que no me ha dado tregua ni un solo instante.
Como comentaba
al principio de la reseña he querido dejar para el final, en la parte más
propia del comentario sobre la novela, algunas reflexiones que me ha sugerido
este libro. Honestamente he leído “El invierno del mundo” con el corazón
encogido. Viendo cómo se iban desarrollando los acontecimientos que Follett nos
narra tan magistralmente y no he podido evitar las analogías con la grave
crisis tanto económica como social que estamos padeciendo en la actualidad.
Cuando leía la desesperación de las gentes, la crisis económica galopante, el
paro, la marginación que se vivió en los años 30 en Europa veía claramente
reflejada la situación actual. En la novela Follett nos narra esa desesperación
que polarizó y radicalizó las opiniones de los ciudadanos.... Sólo espero que
la historia nos haya enseñado lo suficiente para no volver a cometer los mismos
errores, que tanto dolor y tanta muerte
asoló Europa y el mundo.
Por último y
ya para terminar, puesto que creo que estoy desbordando más que de sobra la
extensión razonable de una reseña literaria, sí me gustaría, a modo de resumen,
recomendar vivamente a todos los seguidores de este blog la lectura de “El
invierno del mundo”. En primer lugar como una novela magnífica, casi magistral,
que nos llevará en volandas y a pesar de su longitud terminará por hacérsenos
corta y, por otra parte, para tener presente esa gran lección que nos ha dado
la historia de Europa, de esos caminos por donde no hay que volver a transitar,
durante el siglo XX.
Dicho todo lo cual y después de una lectura atenta, minuciosa y
desapasionada, y siendo fiel a mi conciencia y a mi modo de entender el arte
literario, creo que la puntuación más ajustada y que más haría justicia a la
novela “El invierno del mundo” del escritor galés Ken Follett, sería de un
9,00/10.
© Luis Alberto Cao
Me quito el sombrero nuevamente ante tu reseña. Cómo me alegra ver que a una persona entendida, un lector profesional, no le duelen prendas en reconocer que un "best seller" no es sinónimo de mala literatura, como se empeñan en hacernos creer muchos intelectualoides, y a mí, francamente, ya me aburren con ese discurso. Quién sabe si en un futuro, libros como éste, tendrán también reconocimiento por parte de la crítica y no solo de los lectores. A todo esto, hablo por lo leído en tu reseña porque lo cierto es que de Follet solo leí Los pilares de la tierra y alguno de sus libros anteriores, de temática bastante diferente de la que escribe en la actualidad. Lástima lo de las erratas, yo ya me he dado por vencida, creo que casi ningún libro se escapa. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias amiga Rebeca de Winter, es todo un honor para mí escuchar una palabras tan hermosas de tu parte, una lectora tan competente como tú. Y tus palabras me llenan doblemente viniendo de una blogera de tu categoría. Un beso y muchas gracias por estar siempre ahí. Un beso
ResponderEliminarEspléndido, Luis Alberto.
ResponderEliminarTus reseñas, valoraciones y "peros" a las obras que traes, en este caso de Follet, se superan.
Muchas gracias por todo, creo que, ahora sí, me decantaré por leer el libro.
Un abrazo.
La ventaja de participar menos en las redes sociales, es que he recuperado mi tiempo. Un tiempo precioso en el que no tengo que decir "me gusta" a todo conocido o amigo que aparece. Dicho esto, vamos al libro.
ResponderEliminarTuve la suerte de no haber leído en su día "La caída de los gigantes", porque apenas la había terminado, ya estaba en la calle "El invierno del mundo". Una delicia, amigo. No vale la pena citar a los detractores del best seller, envidiosos y pagados de sí mismos porque no arrastran millones de lectores tras su obra. Apenas llevo cien páginas leídas, pero ya busco huecos en mi tiempo para volver y seguir leyendo, algo que cada vez es más dificil porque la mediocridad es abundante.
Magnífica reseña que seguro suscribiré punto por punto cuando haya terminado la novela y si no es así, no dudes que te lo haré saber.
Muchas gracias amiga Aureavicenta por tus cariñosas palabras y por el interés que siempre demuestras en todas y cada uno de mis publicaciones. Un beso
ResponderEliminarAmiga Mercedes Gallego, estoy seguro que te encantará la novela, pero, en cualquier caso, tu agradeceré mucho que si no te gusta compartas con nosotros tu punto de vista. Un beso
ResponderEliminarAquí estoy de nuevo. Hace días que he terminado la novela. Me ha gustado, sí. Como todo lo que escribe Ken Follett, sin embargo,como me sucedió con otras, la encuentro excesivamente larga. Abunda demasiado en escenas bélicas que no ilustran nada que no esté ya subrayado.
EliminarLos personajes son magníficos y están tan vivos, que sufres su muerte como si de amigos se tratase. Por ahí, nada que objetar.
En la traducción -espero que sea así y no el autor-, he encontrado un par de gazapos. Las fotografías no se imprimen en la época que ilustra la novela, se positivan. Respecto a una escena en la que describe una pistola, dudo mucho que algún arma guarde ocho balas en la recámara, que suele alojar una. Supongo que se refería al cargador. No puedo decir en qué páginas los he localizado porque el iPad no coincide con el papel y depende del tamaño de la fuente.
Por lo demás, ya lo has dicho todo.
Echo de menos detalles sobre el muro de Berlín, puesto que, según parece, en el siguiente libro hablará de su caída. A lo mejor recoge también su construcción. Ya veremos
Te felicito nuevamente por tu reseña.
Pues lamento decir que a mí me ha parecido un auténtico culebrón. Me gustó mucho "La caída de los gigantes", quizá porque describe muy bien una época de la que no se ha escrito tanto.
ResponderEliminarQuizá de los años 30 a los 50 conocemos mucho más y, a mi parecer, hasta el propio Follet lo asume y desarrolla poquísimo el trasfondo histórico, utilizándolo tan solo como escenario para ubicar los amoríos y las relaciones personales de unos personajes que cada vez son menos creíbles y, a mi parecer, más ridículos.
Siento dejar esta opinión pero lo esperaba con muchas ganas y me ha decepcionado terriblemente.
Muchas gracias por tu comentario amigo Rafa, te agradezco mucho tu punto de vista que nos enriquece mucho a todos. Es un placer para mí contar con unos seguidores tan especiales y tan amantes de la literatura como vosotros. Un abrazo amigo
ResponderEliminarHe leído muy atentamente tu reseña. Me falta aproximadamente unos 50 páginas para terminar la novela y coincido contigo en muchos de los puntos que tocas. Yo también esperaba que la novela se centrara en algunas escenas morbosas que pudieran sufrir los protagonistas y además creí que el tema del holocausto iba a estar mas presente en el libro pero he visto que Follet ha demostrado un excelente gusto al minimizar las mismas. Por otro lado me da la sensación de que en esta las tramas sentimentales de los protagonistas tienen menor repercusión que en otras de sus obras. Me parece una novela fantástica esta para comprender la segunda guerra mundial si una persona desea acercarse a ella. Follet explica las motivaciones de cada país, las posiciones de los políticos y las batallas de forma muy cercana. A la vez estoy de acuerdo contigo en que la presencia de algunos personajes en ciertos escenarios esta metida con calzador pero no olvidemos que no deja de ser literatura y no un tratado histórico. Por último, felicitarte por tu reseña.
ResponderEliminarMe gustaría aportar mi granito de arena en este "blog" dando mi opinión sobre "El invierno del mundo".
ResponderEliminarPara aquellos que leen solo las primeras lineas de los comentarios, se lo pondré fácil, me ha gustado y mi consejo es que se lo lean, tanto si conocen alguna obra previa del autor, como a los adictos a Ken Follett.
Para aquellos que, en cambio, leen todas las opiniones para tener varios puntos de vista y llegar a la decisión de leer un libro, les diría que me ha gustado, aunque con algunos "peros" lógicos para cualquier novela.
La destreza de Follet en el lenguaje y la forma de hilvanar varias lineas argumentales de manera que el lector pueda seguirlas sin dificultad son puntos positivos de esta obra, esta habilidad que descubrí en "Los pilares de la tierra" hace que el lector no se pierda y pueda seguir las tramas sin tener que volver atrás para situarse. El ritmo es certero y los saltos en el tiempo, a mi juicio, me parecen precisos y se realizan en los momentos adecuados para dejar "descansar" al personaje y su trama. Tampoco hace falta leer el libro anterior para facilitar la lectura, lo que me temía que pudiera pasar para una segunda obra de una trilogía extensa en el tiempo y en la cantidad de páginas que lo forman. Para definirlo en tres palabras, ameno, seductor y un pelín previsible.
Mi principal reparo es que me he quedado con la sensación de un libro que me recuerda a un buen capítulo de una buena serie de Tv, te engancha, pero no sorprende, como una buena esposa, no arriesga, no te hace vibrar, pero te sientes a gusto en el calor de su cuerpo. Me he acostumbrado a Ken Follet y le seguiré siendo fiel... con alguna "canita" al aire con otros autores, pero no contádselo, por favor.
Estimado Bachiller:
ResponderEliminarestoy de acuerdo con lectorzuelo,tiene todo el esquema de un guión de TV. Se lee bien,comodamente,tiene un buen trabajo de investigación,se hace entretenido,pero...
Follet,es el más interesante autor (según mi entender)de la novela historica,género que ya me empieza a resultar algo cansino.
Echo de menos en la novela actual la introspección de los personajes,de los análisis circundantes a sus historias,en fín que quizás este echando de menos la gran literatura del XIX y principios del XX.Observo facil pluma y gran superficialidad en la literatura actual.
Que alguien me recomiende algo.
creo q podrias leer ¨Todo cuanto amé¨
EliminarMuchas gracias Anonimo,lo leeré.
EliminarEstoy de acuerdo con todo lo anteriormente nombrado, y la verdad es una obra excelente que si flaquea en algunas partes pero aun así es muy recomendable su lectura. Por otro lado soy estudiante de historia y me centro en la época contemporánea, y la verdad temas como las URSS me interesan bastante y los tengo bastante investigados, por ello cuando Follet habla de la Unión Soviética me choca que todo capitulo respecto a Volodia, por ejemplo, se nombre a "no lo digas muy alto, si se entera Stalin", o en uno después de la toma de Berlín " ¿cómo es que los soldados del ejercito rojo violaron a todas las alemanas y el resto de soldados de otras naciones no?" (no son frases exactas), así como engrandece a EEUU y sus avances, y de la URSS no, la verdad no se si es por las fuentes que ha utilizado o es subjetividad llanamente. Pero considero que debería tener más reparo moral e investigar más a fondo, porque es cierto que una novela historia no es una fuente histórica, pero la gente que no lee ensayos, artículos, etc se tomara esta como una fuente y aquí recae cierta responsabilidad, vendiendo además tantas copias a nivel mundial. Aun así recomiendo su lectura y a la espera del tercer libro.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Robert Gomes por este comentario tan sumamente interesante que nos has dejado. Estoy totalmente de acuerdo con tu opinión, como no podía ser menos. Es un placer contar con comentarios tan enriquecedores como los tuyos. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con tu opinión sobre la novela y me alegra que en estos tiempos la gente siga dedicandose a a comentar sobre la cultura y compartir opiniones. Quería dejarte una observación común a otras novelas de Follet que se trata ni más ni menos de una recurrente falta de ortografía que me crispa los nervios. Es la falta de acentos en los demostrativos que ejercen de pronombres. Esta falta de cuidado así como de las malas traducciones que ya has citado me parecen muy tristes en una obra de esta categoría.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu crítica y un saludo
En primer lugar muchas gracias, amiga mía, por tu comentario que siempre tanto nos enriquecen a todos. Pues sí amiga mia, como creo que ya sabréis todos los seguidores de este blog, es una lucha que tengo contra esas "imperdonables" faltas de ortografía en novelas respaldadas por grandes editoriales. Y, por otra parte, con las pésimas traduciones con las que a veces nos encontramos. Un beso amiga mía y gracias
ResponderEliminarHola Luis: En primer lugar quería felicitarte por la nueva organización de este espacio. Está muy bien, podemos encontrar rapidamente lo que buscamos.
ResponderEliminarTe cuento que he empezado 2013 leyendo la saga de Follet, en primer momento leí La caída de los gigantes, descansé leyendo otro libro y ahora acabo de terminar El invierno del mundo. Bueno, debo confesar que me han cansado un poco leer los dos libros en tan corto tiempo. Adhiero, casi totalmente a tu reseña, considerando que siempre se sitúan a los personajes en los momentos históricos, de manera que no pareciera forzada ( acuerdo con lo de Pearl Harbor, eso estuvo un poco sobre dimensionado y algunas otras también ) , pero en general creo que Follet es un maestro en esto de crear estas situaciones. La gente que critica considerando esto un best seller común se equivoca, este libro tiene una investigación histórica notable y te muestra algunos aspectos de la historia que no han sido tan desarrollados por otros autores. Para mi, el defecto que le encuentro ( en ambos libros ) es su extensión, creo que podría haber tratado de sintetizar en algunos capítulos ( aspectos técnicos de las bombas atómicas por ej ), y en este, sentí que las últimas páginas se ponían un poco demasiado pesadas. Comprendo que estará preparando el terreno para la próxima, pero sentí que nunca llegaba el final.
Bueno, amigo Luis, te saludo con mucho afecto.
Me ha gustado tanto el libro como tu reseña, enhorabuena! Por si os interesa, acabo de ver un concurso en Twitter en el que puedes ganar un ejemplar de “El invierno del mundo” firmado por Ken Follett. https://www.facebook.com/vips/app_158591340863522
ResponderEliminarO.B.
Hola Luis Alberto! hace un tiempo que no me paso por el blog. Estaba entretenida leyendo otros libros que no has reseñado, pero ahora he vuelto, porque hace poco terminé de leer esta novela, y la verdad es que la he disfrutado muchísimo. Sé que le tachan de "autor de best sellers" en un sentido peyorativo, pero en mi opinión "El invierno del mundo" se ha ganado todo el derecho a ser un best seller. Es una novela entretenida y muy bien documentada. Tiene un estilo sencillo y directo, y un hilo conductor que hace que a pesar de sus muchos personajes y sus diversas y paralelas historias, no te pierdas en ninguna de ellas.
ResponderEliminarHe disfrutado muchísimo del libro, y la verdad, si todos los autores del Best sellers fueran como Ken Follett, bueno.... ¡me pasaría la vida leyendo "Best sellers"! :-)))
Ya veo que has hecho "reformas". A ver si me meto despacio y disfruto de todos lo que le has añadido a este blog tuyo tan trabajado.
Un abrazo.
Carmen Romero