lunes, 15 de abril de 2013

La salvación de una santa. Keigo Higashino


Título original: Seijo no Kyu-sai.
Traducción: Francisco Barberán Pelegrín.
Autor: Keigo Higashino.
Editorial: Ediciones B.
ISBN: 978-84-666-5276-6.
Fecha de edición: Marzo de 2013.
Encuadernación: Tapa blanda reforzada.
Páginas: 352.







“—Las tretas criminales y los trucos de magia son cosas distintas. ¿Sabes dónde está la diferencia? —Kaoru negó con la cabeza y Yukawa prosiguió—: En los dos hay trampa, pero la diferencia está en su manejo, que es completamente distinto. En la magia, una vez terminado el espectáculo, los espectadores pierden la oportunidad de pillar el truco. Pero en las artimañas criminales, el equipo investigador puede inspeccionar y analizar el lugar de los hechos cuantas veces quiera. Si allí se empleó algún tipo de artificio, este tuvo que dejar algún rastro. Y borrar ese rastro resulta muy difícil”.
(La salvación de una santa. Keigo Higashino)






Keigo Higashino es el escritor nipón autor de la inconmensurable y magistral novela “La devoción del sospechoso X”. Novela negra ésta que, por méritos propios, ha conseguido un hueco en la página “El top 10 de Las bizarrías de Belisa” (pulsar el título para acceder) de los mejores libros reseñados en este blog literario. Y además su gran mérito es que, en mi opinión, ha sido considerada como la mejor novela negra reseñada a lo largo de toda la existencia de este blog literario. Los lectores habituales de mi blog sabéis que siempre he considerado el género negro como uno de los más complejos y difíciles de la literatura.  De hecho Keigo Higashino es considerado, en el extremo oriente, como un autor de culto. Como ya explicaba en la reseña de “La devoción del sospechoso X” (pulsar el título para acceder) uno de los puntales sobre los que, en mi opinión, se asienta la originalidad es que en las novelas de este autor el lector conocerá desde el primer momento quién es el asesino. Digamos que la intriga de la novela está en descubrir y analizar, recurriendo a la lógica, todo el proceso deductivo de una investigación criminal. Dicho todo lo cual voy a centrarme en el análisis de su segunda novela publicada en España: “La salvación de una santa”.  Para centrar y situar, eso sí de un modo muy general, mi opinión al respecto de esta novela, me gustaría adelantar que, en líneas generales y, sobre todo, si la comparamos con “La devoción del sospechoso X”, no me ha terminado de convencer. No puedo decir que me haya desilusionado, porque sería excesivo, pero lo que sí puedo aseverar es que “La salvación de una santa” es una novela que está algunos peldaños por debajo del nivel artístico y literario de su predecesora. Cosa que, por otra parte, ya me maliciaba porque “La devoción del sospechoso X” es una novela magistral, redonda, que roza la perfección en su planteamiento y escrita en un estado de gracia que, francamente, hace muy complicado que se pudiese repetir.




Con la loable intención de situar al eventual lector de esta reseña en el ámbito de la novela objeto de análisis creo que lo más adecuado, como ya suele ser habitual, será pergeñar, someramente, una breve sinopsis argumental. Para tal fin creo que resulta, plenamente satisfactoria, la recensión que la editorial Ediciones B ha preparado para el lanzamiento editorial de esta novela. Me limitaré a transcribir literalmente dicha recensión:



“La salvación de una santa, de Keigo Higashino, autor de otras obras como La devoción del sospechoso X, es una novela negra que se enmarca en la tendencia de la 'lab lit' o literatura de laboratorio, donde el físico Yukawa (el profesor Galileo) es el único capaz de seguir un razonamiento lógico y frío que permitirá desvelar el misterio. Forma parte de la misma serie que La devoción del sospechoso X, novela con la que el autor fue candidato al Premio Edgar, el máximo galardón en Estados Unidos para el género de misterio, otorgado por la Mystery Writers of América, a la mejor novela de 2011.

Un asesinato que parece imposible, tan meticuloso como terrible, cometido por unos motivos aún más estremecedores. La víctima, Yoshitaka Mashiba, un rico empresario de Tokio, muere un domingo cuando está solo en su casa. Ha sido asesinado con una taza de café envenenado. Estaba a punto de abandonar a su esposa, Ayane Mashiba, que se convierte en la principal sospechosa. Pero Ayane tiene una férrea e irrefutable coartada: cuando su esposo murió ella estaba a más de cien kilómetros de distancia. ¿Cómo llegó, pues. el veneno a la taza de café? El profesor Yukawa deberá utilizar todo su talento para ordenar las pistas y encontrar la verdad, a través de una atmósfera cautivadora, claustrofóbica y a la vez extremadamente pulcra y ordenada, que nos sumerge en un «crimen doméstico» donde los elementos de la cultura japonesa emergen en su vertiente más fría, calculadora y pura. Maestro de la «lab lit» o literatura de laboratorio, Higashino construye una novela magistral a través de un procedimiento policial ultradetallado. Un libro que emocionará a todas aquellas mentes que disfrutan con el juego de la deducción, con un giro inesperado que asombrará y sorprenderá al más experimentado de los lectores.

«Un puzzle retro que recuerda al caso clásico del chocolate envenenado de Anthony Berkeley.» Kirkus Reviews.

«El libro perfecto para aquellos lectores que aman resolver rompecabezas, firmado por uno de los autores más destacados de la novela de misterio en Japón.» The Globe and Mail”.



En primer lugar me gustaría precisar que, a pesar de hacer referencia a su anterior novela y de que aparecen algunos personajes en ambas novelas, se trata de dos relatos totalmente autónomos que se pueden leer, perfectamente, de un modo independiente siendo plenamente inteligibles. “La salvación de una santa” como novela inserta dentro de la literatura japonesa tiene, por lo tanto, algunas características propias y comunes. Entre ellas me gustaría citar ese “tempo” lento, introspectivo, que nos llama especialmente la atención tratándose de una novela negra, en la que no habrá tiroteos, persecuciones, crímenes sangrientos, etc... Precisamente por esto, Higashino nos plantea una novela negra muy alejada de los cánones del género en Occidente. Fundamentalmente pasa por reelaborar, brillantemente por otra parte, desde los propios cimientos del género las premisas fundamentales sobre las que descansa la novela “policíaca”. El propio autor, poniéndolo en boca de unos de sus personajes, en concreto el profesor Manabo Yukaba, nos da la clave interpretativa de esta corriente dentro del género negro, que se ha bautizado como “Lat lib” o literatura de laboratorio.




Kusanagi me contó algo interesante el otro día. Algo sobre tu forma de elaborar los problemas que pones en los exámenes. Me dijo que te aprovechas de los ángulos muertos que generan las ideas preconcebidas. Que, por ejemplo, simulas que has puesto un problema de geometría, cuando realmente es de funciones. Al oírlo pensé: «¡Claro!» Ese tipo de problemas resulta muy útil para abrirles los ojos a los alumnos que no comprenden la esencia de las matemáticas y se limitan a resolver los problemas siguiendo el manual al pie de la letra. Como a primera vista les parece un problema de geometría, se vuelcan en intentar resolverlo por esa vía. Pero nunca lo consiguen. Simplemente ven cómo el tiempo se les esfuma. Es malintencionado. Pero hay que reconocer que, como sistema para comprobar la verdadera capacidad del alumno, resulta muy efectivo”.



Y otra de las claves de la novela, nos la sugiere el mismo profesor Yukawa, cuando nos dice: “La última vez que vi a Ishigami, me planteó un famoso problema matemático. Se trata de la cuestión de las complejidades P?NP. Consiste en averiguar qué es más sencillo: hallar por ti mismo la respuesta a un problema o comprobar si es correcta la que ha hallado otro”. Y bajo estas premisas citadas más arriba se moverá la resolución del crimen.




Higashino se centra en sus novelas, plenamente, en la trama de la investigación del crimen, sin dispersarse en tramas paralelas, sobre las vidas personales de los protagonistas, tan habituales, por ejemplo, en las sagas de la novela negra escandinava (véanse por ejemplo Camilla Lackberg, Mankell, Asa Larsson). Por otra parte me interesa este tipo de novela por la contención de los personajes, por esa actitud calmada y resignada, me atrevería a llamarla Zen. Esta contención se ve perfectamente en el personaje de Ayane Mashiba. Al final de la reseña haré, para facilitar la comprensión de los personajes, un breve censo de los personajes principales de esta novela, ya que para los occidentales siempre nos resulta especialmente complejos los nombres japoneses dificultándonos, en cierto modo, la comprensión de la novela. Otro de los factores que, en mi opinión, hacen esta novela interesante, es ese acercamiento a la cultura japonesa y a ese modo de ver el mundo con esa mirada tan alejada y diferente a la nuestra.




Todo esto, sin embargo, no es óbice para reconocer que “La salvación de una santa” es una novela que, en comparación con su predecesora, resulta manifiestamente inferior. Por una parte porque la resolución, y con ello me quiero referir al punto medular en la resolución del crimen (obviamente no voy a desvelarlo como es natural), resulta algo forzado e increíble. Por otra parte, independientemente de los investigadores, los protagonistas resultan alejados de, por ejemplo, el magnífico personaje del profesor Ishigami e incluso el de Yasuko Hanaoka que vivifican y magnifican “La devoción del sospechoso X”. En cuanto al final, me gustaría destacar ese relato, a modo de epílogo, que hace el personaje de Ayane Mashiba. Aún así la resolución final de “La salvación de una santa” está muy alejada de la perfección, la emoción y la desgarradora belleza de “La devoción del sospechoso X” que nos deja con el corazón en un puño hasta la última línea. Eso que habitualmente se define como “la última vuelta de tuerca” que por inesperada nos deja absolutamente perplejos. Sin embargo en “La salvación de una santa” no llega ese “golpe final” por lo que para aquellos que hayan leído su anterior novela les dejará un sabor amargo....



Antes de terminar la reseña, que por otra parte ya no da para mucho más, teniendo en cuenta todo lo dicho ya anteriormente en la reseña de “La devoción del sospechoso X”, voy a dejar, tal y como comenté más arriba, una somera relación de los personajes principales que intervienen en la novela, a modo de cuaderno de bitácora, y que, sin duda alguna, será de mucha utilidad para los lectores.


-         Yoshitaka Mashiba: rico empresario y víctima del asesinato.
-         Ayane Mashiba: mujer de Yoshitaka.
-         Tatsuhiko Akai: Abogado de Yoshitaka y amigo del matrimonio.
-         Yukiko Akai: Mujer de Tasuhiko.
-         Hiromi Wakayama. Amante de Yoshitaka.
-         Junko Tsukui: Antigua amiga de Ayane.
-         Kusanagi: Detective encargado de resolver este crimen.
-         Kishitami: Compañero en la investigación de Kusanagi
-         Kauro Utsumi: Mujer policía.
-         Mamiya: Inspector Jefe de la policía.
-         Manabo Yukawa: Profesor de Física y amigo de Kusanagi.




En resumen, y para terminar, creo que “La salvación de una santa” es una novela interesante pero que adolece de la frescura, de la inspiración y de la “redondez” de “La devoción del sospechoso X”, sin embargo creo que merece la pena leerla porque nos va a dar otra perspectiva del un género tan “estandarizado” como es la novela negra.



Por lo tanto y a la vista de todo lo expuesto más arriba y considerando todo lo esgrimido con anterioridad creo que, según mi manera de entender el arte literario, la puntuación más ajustada a la hora de enjuiciar y valorar la novela “La salvación de una santa” del escritor nipón Keigo Higashino, sería de un 7,50/10.


 © Luis Alberto Cao

 (Para ilustrar esta reseña os dejo un curioso video sobre el patchwork, técnica ésta que juega un papel fundamental en la novela)

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