viernes, 9 de marzo de 2012

El lector de Julio Verne. Almudena Grandes


Título: El lector de Julio Verne
Autor: Almudena Grandes
Editorial: Tusquets Editores.
Colección: Andanzas.
ISBN: 978-84-8383-388-9
Fecha 1ª edición: Marzo 2012.
Páginas: 417.


  A Alberto Vázquez.
 
“No se puede vivir así, Antonino, así no se puede vivir, porque mañana es fiesta, pero pasado habrá que ir a la compra, y me tocará hacer cola con las mujeres, con las madres, con las hermanas de esos a los que acabáis de romper todos los huesos, y no tendré valor para mirarlas a la cara, ¿me oyes?, me faltará el valor, y tus hijos saldrán a la calle, a jugar, y los otros niños no querrán ni rozarse con ellos, les tratarán como a unos apestados, y tú no te enterarás de nada, claro, tú, como llevas uniforme, pues…” (El lector de Julio Verne. Almudena Grandes)



Hoy este blog literario se viste de gala para recibir a una de las escritoras más importantes, más originales, estilísticamente hablando, y más dotadas del panorama literario en lengua castellana. Y para mi es todo un placer reseñar la novela “El lector de Julio Verne”, segunda novela de la monumental serie “Episodios de un guerra interminable”, de la escritora madrileña Almudena Grandes. Ésta es, en mi opinión, una de las mejores novelas que ha escrito, últimamente, Almudena Grandes, como pasaré a analizar detalladamente más adelante. Pero, a modo de adelanto, comentaré que me ha gustado e interesado mucho cómo la autora ha enfocado el relato de esta historia. Y cómo, amparándose en la mirada inocente de un niño, Almudena Grandes enfatiza, por oposición, su inocencia con toda la maldad y todo el odio que se desató durante la  guerra civil y la subsiguiente y feroz represión, por parte de los vencedores, a lo largo de toda posguerra. Sin embargo en esta novela, alejada de todo maniqueísmo fácil, veremos que todos, absolutamente todos, perdieron en aquella contienda.



A modo de introducción y, como es habitual, para situar al lector de esta reseña, voy a transcribir la breve sinopsis argumental que aparece en la contraportada de la novela:


Nino, hijo de un guardia civil, tiene nueve años, vive en la casa cuartel de un pueblo de la Sierra Sur de Jaén, y nunca podrá olvidar el verano de 1947. Pepe el Portugués, el forastero misterioso, fascinante, que acaba de instalarse en un molino apartado, se convierte en su amigo y su modelo, el hombre en el que le gustaría convertirse alguna vez. Mientras pasan juntos las tardes a la orilla del río, Nino se jurará así mismo que nunca será guardia civil como su padre, y comenzará a recibir clases de mecanografía en el cortijo de la Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano. Mientras descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le convertirán en otra persona, Nino comprenderá una verdad que nadie ha querido contarle. En la Sierra Sur se está librando una guerra, pero los enemigos de su padre no son los suyos. Tras ese verano, empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros liderados por Cencerro, y a entender por qué su padre quiere que aprenda mecanografía”.



Almudena Grandes es una grandísima escritora, que en cada nueva novela que va publicando se puede ver cómo va puliendo y perfeccionando aún más su estilo y su técnica. De hecho, y en mi opinión, ha conseguido crear un estilo propio, un modo inconfundible de escribir que le otorga ese sello propio, patrimonio únicamente de los grandes autores. Cómo iremos analizando, la autora utiliza algunos recursos estilísticos, muy propios de su narrativa, de un modo tan magistral que le hace diferente e inconfundible a los demás autores. Desde la publicación de su monumental novela “El corazón helado”, es cierto que  últimamente ha escrito mucho sobre el tema de la guerra civil, que indudablemente es una temática muy agradecida y muy recurrente, repleta de historias y de dramas humanos muy susceptibles de ser novelados.


“El lector de Julio Verne” es, en mi opinión, una de las mejores novelas de Almudena Grandes. Es una novela muy en la línea de las novelas del escritor británico Ruyard Kipling, en esa preocupación suya por la infancia, por la pérdida de la inocencia de los niños y cómo todas esas experiencias traumáticas de la infancia terminan marcando nuestra madurez. También me ha gustado mucho ese enfoque del valor sublimador de la triste realidad por parte de la literatura. Veremos cómo a través de los libros de Julio Verne, Nino descubrirá un mundo nuevo, despertará a una nueva vida, tan alejada y tan distinta de aquélla tan triste y gris constreñida a los muros de la casa cuartel donde vivía. La autora nos describe perfectamente ese ambiente de tensión, de odio, de miedo que se vive en el pueblo y cómo el rencor va enraizando.



Si por algo destaca Almudena Grandes es por su gran capacidad en la creación de personajes y en su domino para insuflarles y dotarles de vida. En esta novela, coral como la mayoría de los últimos relatos de la autora, Almudena pone mucho cariño a la hora de dibujarnos el mundo de los niños (tiene algunas escenas realmente bellísimas y escritas con una delicadeza y un preciosismo sorprendente). Aunque aquí me gustaría detenerme, aunque sea someramente, para hacer una consideración. Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta un autor cuando aborda la redacción de una novela protagonizada por niños es su caracterización y cómo hacerles verosímiles. En el caso de Nino, me resulta difícil creerme que tenga nueve años. Me explico. Nino habla como un adulto y tiene una madurez propia de un adulto y en algunos momentos demuestra la picardía y la astucia de un adulto. Y éste es, en mi opinión, el auténtico “talón de Aquiles” de esta novela, que me ha hecho distanciarme, por decirlo de alguna manera, del relato, restándole verosimilitud, porque me resultaba difícil creer que este niño tuviese esa madurez, absolutamente impropia de sus nueve años. Y para mí ha sido una auténtica pena porque, a pesar de esta mala caracterización del protagonista,  y como decía más arriba, creo que tanto por su planteamiento, como por la belleza del relato es una de las mejores novelas de Almudena Grandes. Una lástima.


En “El lector de Julio Verne” asistimos a una serie de subtramas que se van imbricando con el relato principal. Estas tramas accesorias resultan fundamentales en el relato, porque nos van dando otros ángulos para apreciar la realidad desde otros puntos de vista. Voy a permitirme, a modo de ejemplo, referir una de estas “funcionales” subtramas. Es el relato de D. Eusebio, el maestro y Regalito, uno de sus alumnos. Un día D. Eusebio echa la bronca a un niño pequeño, Severino el Potajillo, porque iba a la escuela prácticamente vestido con harapos, porque su madre quería reservarle la ropa para el invierno. Regalito, otro de los alumnos, se levantó al ver el modo en que D. Eusebio regañaba al niño y le dijo: “Usted conoce a este niño, sabe cómo viven en su casa y que a su padre lo fusilaron, que su madre trabaja como una mula y no da abasto, porque tiene cuatro más. ¿Por qué lo maltrata, si usted no es así, si yo le conozco y sé que usted es un buen hombre, un buen profesor y  una persona decente?” Obsérvese la fuerza narrativa que tienen estas subtramas y cómo la autora se vale de ellas para evitar que la figura del narrador nos tenga que dar demasiados datos y explicaciones, lo que iría en perjuicio de la fuerza “plástica” de la narración. Siempre, creo yo, resulta más efectista que nos cuenten la historia los propios personajes, a través de sus acciones, que delegarlo en la figura de un narrador omnisciente, y por tanto ajeno al propio relato.



 
Como comenté al principio de la reseña, Almudena Grandes es una escritora técnicamente muy dotada y a lo largo de la novela aparecen decenas de ejemplos que lo corroboran. He elegido algunos para mostrar ese uso tan “plástico” que hace del lenguaje y que es tan particular en su narrativa:


“ … cuando había recorrido más de la mitad del trecho que nos separaba, fui consciente de mi propia ropa, mis pantalones verdes, viejos, con las rodilleras tan descosidas que parecían sacar la lengua para reírse de mis piernas en cada zancada”.


¿Y qué hago yo ahora?, pensé mientras la veía marcharse, taconeando con tanta decisión como si pretendiera pisotear en cada baldosa el flamante envoltorio de mi aplomo recién estrenado”


“ Ya nadie le daría a beber de su copa de coñac, ni bucearía en su boca con la lengua a la luz de las bombillas de una noche de verbena…”



Pero si en algo podemos considerar a Almudena Grandes como una virtuosa es en la creación de los relatos paralelos, yo diría más bien yuxtapuestos, en que se van contrapunteando dos acciones. Y generalmente esas dos acciones son antitéticas provocando un interesante efecto dramático. En “El lector de Julio Verne” tenemos varios relatos de este tipo, pero creo que es especialmente sugerente cuando la autora nos narra paralelamente los gritos que profieren los detenidos mientras son torturados, con las canciones que cantan los niños para no tener miedo al escuchar esos alaridos lastimeros.



Mi hermana lloraba y yo seguía escuchándolo todo, sabiéndolo todo, ahora que vamos despacio, y era imposible porque los calabozos no estaban lejos pero había paredes, puertas cerradas, ahora que vamos despacio, y ya no sabía lo que oía  lo que me imaginaba, vamos a contar mentiras, tralará, pero cuando empezaba a dudar de mis oídos, vamos a contar mentiras, tralará, todo volvía a empezar, vamos a contar mentiras, no me peguéis más, si yo no sé nada, por favor, por vuestra madre, no me peguéis más, por el mar corren las liebres, y por el mar corrieron, por el monte las sardinas, hasta que mi hermana se quedó dormida, pegada a mí, abrazada a mi cuerpo como un naufrago se agarra a una tabla…”


El elenco de los personajes que pueblan las páginas de “El lector de Julio Verne” es amplio y abigarrado. Me gustaría destacar entre esa pléyade de personajes fundamentalmente a dos: por uno lado a  Antonino, el padre de Nino y guardia civil, ese hombre torturado y con un resto de conciencia que tiene que enfrentarse a ese constante dilema entre seguir actuando contra su conciencia o dar de comer a sus hijos y, por otro lado, a Pepe el Portugués, ese enigmático personaje que será la figura vertebradora de todo el relato y que al final nos dará la clave de la novela.



En “El lector de Julio Verne” Almudena Grandes nos va a dibujar un relato sin buenos ni malos, al menos esa es mi opinión, sino que nos va relatar una historia en la que todos perdieron. Una historia en la que los avatares de la guerra pusieron a miles de personajes en el bando equivocado y que ya no pudieron volver abiertamente a defender sus ideas. En la novela veremos cómo las leyes franquistas y especialmente la ley promulgada por la Jefatura del Estado del 12 de julio de 1940 que impulsaba la depuración de todos los miembros de las fuerzas armadas que hubieran mostrado el menos indicio de simpatía, e incluso neutralidad, por las instituciones o partidos republicanos antes de la sublevación de 1936, incluso aunque más tarde hubieran luchado en el bando rebelde.  A partir de entonces para formar parte del Cuerpo, sólo existió una condición inexcusable, la lealtad ciega e incondicional al régimen de Franco.



Me gustaría recomendar al lector de esta novela que reparase en algunas escenas. Por ejemplo en la escena en la que dialogan Nino y Pepe el Portugués, mientras está último está exprimiendo unos limones para hacer una limonada. Sin embargo algunas escenas, en mi opinión, no me han gustado mucho. Sin ir más lejos, no me ha gustado esa especie de epílogo final a la novela que sería el capítulo IV, titulado “Esto es una guerra  y no se va a acabar nunca” que, en mi opinión, rompe con el ritmo del relato. A mi, personalmente, me hubiese quedado mejor sabor de boca sin ese último capítulo  a modo de estrambote. También me gustaría, finalmente, destacar que tanto “Inés y la alegría” como “El lector de Julio Verne” muestran algún punto en común, con intención de unificar, de algún modo, ambos relatos. En concreto en esta última novela aparece una fotografía que está tomada a la puerta de un bar o restaurante. En el toldo del local pone “Casa Inés, la cocinera de Bosost”.



Cada día me resulta más difícil constreñirme a reseñar las novelas sin excederme en exceso, y sobre todo, cuando hablamos de textos tan ricos en matices y tan importantes que dan lugar a extenderse en los comentarios y en las consideraciones. A modo de resumen, y para ir terminando, creo que “El lector de Julio Verne” es una gran novela, una magnífica novela, que si no fuera por algunos “detalles”, como he ido explicando y mostrando a lo largo de la reseña, podía haber sido magistral. Sin ningún género de dudas creo que es una novela muy recomendable para su lectura. Creo, honradamente, que no resulta especialmente tendenciosa, sino que se limita a referir un hechos reales y verosímiles y nos muestra cómo en ambos bandos hubo gente buena que no estuvo de acuerdo con los abusos y tropelías que se cometieron. Sin duda una novela necesaria para entender nuestro pasado y no volver a repetir los errores que cometimos.



Dicho todo lo cual y considerando todos los méritos aducidos, creo que la puntuación más ajustada y que más justicia hace a la novela “El lector de Julio Verne” de la escritora Almudena Grandes, sería de un 8,50/ 10.


© Luis Alberto Cao

 (Como viene siendo habitual y a modo de ilustración de esta novela, he colgado un par de videos. En el primero Almudena Grandes nos hablará de los personajes principales de su novela “El lector de Julio Verne” y en el segundo asistiremos a una interesante conferencia que impartió en el Instituto Cervantes de la ciudad holandesa de Utrech).





21 comentarios:

  1. Fantastica la reseña!
    Si ya me apetecía leer esta novela, desde ahora mucho más.
    Me gusta la novela histórica pero no me he puesto nunca a leer a fondo sobre la guerra civil, prefería algo más lejano, pero si en esta se trata la historia desde las vivencias de un niño me atreveré con ella.
    Gracias por sus comentarios!

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  2. Extraordinaria reseña, como es habitual. Como ya te dije personalmente en jueves, soy un seguidor habitual de tu blog y poco a poco estás consiguiendo hacer de "Las bizarrías de Belisa" un blog imprescindible y de referencia dentro de la crítica literaria. Un saludo y ánimo. Javier

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  3. Luis Alberto... me uno a las palabras de Anonimo... se hace necesario leer tus resenhas para tener una referencia mas amplia de la literatura de hoy. No estoy muy enterada acerca de la guerra civil en Espanha y creo que estas novelas podrían acercarme mas a ello. Me llamo la atención el titulo ahora que me he enterado un poco mas... creo que podría comenzar con estas novelas... Gracias. Un saludo desde Bolivia.
    MeNi Cash

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  4. Muchas gracias a todos por vuestras bonitas palabras. Gracias a tí Marí Carmen por esas palabra tuyas llenas de cariño, Gracias a tí Javier y, sobre todo, por venir de tí... Y a tí MeNi Cash, muchas gracias por seguirme desde aquellas tierras de Bolivia, verás que la guerra civil en España fue especialmente cruenta, pero, tal vez, la posguerra aún fue mucho peor, y es lo que nos cuenta Almudena Grandes en esta novela "El lector de Julio Verne". Gracias a tod@s !!!

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  5. Hola Luis Alberto. Sin haber leido el libro comparto tus conceptos. Ya que los libros de Almudena me encantan, ( El corazón helado , yo la considero uno de las mejores historias que he leido ), pero humildemente porque no soy crítica literaria, sino una simple lectora a la que le gusta opinar de lo que lee, pienso que Almudena, a pesar de sus hermosisimas y rigurosas descripciones de las situaciones, de los hechos, de los lugares a veces abunda demasiado con las palabras y hace que sus libros en determinados tramos resulten pesados y que te den ganas de saltear páginas. Que opinas Luis Alberto ???'

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  6. En primer lugar, amiga Miranda, te doy las gracias por tu comentario. Personalmente creo que Almudena Grandes, es una escritora con una gran técnica narrativa y un amplio dominio del uso del lenguaje. Es cierto que en su novela "El corazón helado" había algunos pasajes que, por decirlo de alguna manera, resultaban sobreabundantes. Pero, en mi opinión, Almudena va mejorando en cada nueva novela y verás cómo en este "El lector de Julio Verne" no te dará la sensación de encontrar párrafos "prescindibles". Un abrazo y gracias de nuevo por tu interés.

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  7. Gracias Luis. Tengo algunos pendientes, luego lo leeré y te daré mi opinión. Mañana leeré tu reseña de Tiempo de arena y te comentaré ya que lo leí la semana pasada. Un placer compartir este sitio.

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  8. Acabo de descubrir este blog, buscando información sobre este libro, y me ha encantado.
    A partir de ahora seré un seguidor fiel.
    Mi duda es si se puede leer dicho libro independientemente de "Inés y la alegría", ya que éste no fui capaz de acabarlo, por motivos que no recuerdo.
    Pero esta autora me encanta, "El corazón helado", es sencillamente fascinante.
    Enhorabuena por tu blog.

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  9. Muchas gracias por tus palabras amigo Pakorosen. Pues sí puedes leerlo independientemente porque es un relato autónomo. Un fuerte abrazo y gracias por tu seguimiento

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  10. Soy una gran fan de Almudena grandes, he leido todos sus libros y los compro inmediatamente que salen. Pero este libro no tiene ni la fuerza de el corazón helado, ni la intensidad de Ines y la alegría, creo que es un mal libro, escrito deprisa, y muy repetitivo. espero que la siguiente entrega se la curre más. Me ha decepcionado.

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  11. me complace mucho acordar en todo con tus comentarios!!!Acuerdo en todo!!!He leído esas dos novelas últimamente y siguiendo la línea del "Corazón helado", me han gustado mucho.
    Muy cierto lo de la "voz" del niño...muy "adultado"(valga mi neologismo!), no?..pero yo no me atrevo a criticarla porque la admiro mucho como escritora, quizás por algo así lo quiso...

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  12. Muchas gracias por vuestros comentarios amigas Begoña y Bea, vuestros comentarios enriquecen mucho este blog. Un beso

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  13. La he terminado. Me gustó mucho, como casi todo lo que escribe Almudena Grandes. Para mí, "El corazón helado" es su mejor obra, junto a "Los Aires difíciles".
    Sobre el "Talón de Aquiles" de la novela, la voz demasiado adulta de Nino, puede que tengas razón, aunque entiendo que un chiquillo que debe ver, oír y callar todo lo que Nino debe ver, oír y callar a diario en la Casa Cuartel y en las calles de Fuensanta de Martos deben hacerle a uno madurar con una rapidez fuera de lo común.

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  14. Muchas gracias amigo/a anónimo/a por tus palabras y por destilar a través de ellas tu pasión por la literatura y por la atención y cariño con el que has leído la reseña. Tus palabras tan enriquecedoras me hacen muy feliz. Un abrazo amigo/a

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  15. Hola Luis: Ayer he terminado de leer este libro, el cual me ha parecido de lo mejor de Almudena. Realmente, independientemente de algunos detalles, como los que tu mencionas, creo que describe en forma excelente ese período tan crudo y terrible como es la post guerra. Me resultó más ágil que otros de Almudena, como describe la época. Impecable.
    Respecto, a la "adultez" de NIno, creo que ella coloca el último capitulo, para mostrar como el hombre maduro recuerda su historia de niño, y las cosas se ven con otros ojos.
    Cuando lees libros como este, sienes la alegría de ser lectora y poder conocer y vivenciar estas lecturas que te llenan el alma.
    Saludos, amigo Luis.

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  16. Querida amiga Miranda, es un auténtico placer para mí contar con tus comentarios, de una lectora que destila tanto entusiasmo por la lectura y con tanto criterio. Sí, amiga Miranda, no cabe duda que "Lector de Julio Verne" es una de las grandes novelas de la autora madrileña Almudena Grandes. Un beso

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  17. Hola, me ha gustado tu reseña. Acabo de comenzar el libro, y son unos comentarios muy útiles a la hora de afrontar su lectura.

    Sin embargo, quisiera hacer una breve crítica a las líneas finales de la reseña. En concreto, las que hacen referencia a la equidistancia histórica en frases como "hubo malos en ambos bandos", por ejemplo.

    Si me permites darte mi opinión, nunca hubo dos bandos en guerra, sino un aparato militar y eclesiástico golpista contra todo un país que no estaba preparado para esa violencia y odio contenidos. Los golpistas que provocaron una guerra sangrienta, y cuarenta años de represión y genocidio sistemático, jamás podrán equipararse en maldad a la reacción de un pueblo asaltado en su legitimidad más básica.

    La época en la que transcurre la novela es la posguerra, por tanto ya no existían acciones armadas, pero sí una brutal represión contra civiles que defendieron la legalidad de una democracia. En tiempos de paz, la represión y los crímenes son aún más execrables si cabe.

    El terror de Franco y sus secuaces (Queipo de Llano, Goded, Yagüe y otros carniceros, así como los requetés y regulares) es incomparable a cualquier acción de odio o represalia espontánea sucedida en las zonas controladas por el régimen republicano legítimo durante la guerra. Condenables, por supuesto, pero incomparables de todo punto. Y eso en la guerra, sin contar la posguerra, contra civiles.

    Comparar un genocidio bien planificado y sistematizado, con actos violentos producto de descontrolados y grupos radicales, es un error, a mi entender.

    Un saludo, y soy seguidor de tu blog desde ahora mismo.
    Gabi

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  18. En primer lugar, amigo Gabi, muchas gracias por tu interesantísimo comentario. Obviamente se puede decir de muchas maneras, pero no creo que mejor de como tú lo has dicho. Opinión que obviamente suscribo. Un fuerte abrazo y gracias por engradecer este blog con tus comentarios.

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  19. Coincidio contigo en muchos de los puntos que tocas sobre esta novela. Desde luego Almudena Grandes sabe imprimir a sus obras un estilo tan caracteristico como inconfundible. Sus últimas novelas me parecen excepcionales. Aunque yo le pondría una pega. Se le ve demasiado el plumero en cuanto a sus opiniones políticas, y aunque en esta trata el bando contrario con cierta amabilidad, nunca los malos fueron tan malos ni los buenos tan buenos.

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  20. Almudena es una de las grandes de nuestra literatura contemporánea....y además nunca, o casi nuna, decepciona.

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  21. Hola Luis Alberto. Ya veo que te encanta Almudena Grandes. Yo sin embargo no he podido con dos de sus novelas anteriores "El corazón helado" e "Inés y la alegría". Se me hicierons tediosas y repetitivas, así que no las terminé. A mi, personalmente, me parece que esta autora está muy sobrevalorada.

    Sin embargo tengo el "El lector de Julio Verne" en un estante, y como alguien también me ha comentado que es mejor novela que las anteriores, a lo mejor me animo y me lo leo.

    Ya te contaré qué me parece.
    Un abrazo, Luis.

    Carmen Romero

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