sábado, 17 de noviembre de 2012

La vida imaginaria. Mara Torres


Título: La vida imaginaria.
Autor: Mara Torres.
ISBN: 9788408031420.
Editorial: Planeta.
Colección: Premio Planeta 2012
Fecha de publicación: 6 de noviembre de 2012.
Páginas: 256.




“Quiero ser como toda esa gente que está superfeliz un sábado por la noche porque no tienen un Alberto en sus vidas. Mejor dicho, porque no tienen una «ausencia de Alberto» en sus vidas. Porque ninguno de los que están ahí bailoteando y dándose picos en la boca parece amargado y yo sí, y me quiero ir a casa. Porque todos tienen su vida y yo sólo tenía la suya: su casa, sus amigos, sus canciones, sus películas, sus restaurantes, sus vacaciones, su pueblo. Su, su. ¡Su!. Sola no dice nada. Como yo. Antes yo también era una «su» y ahora ya no soy nada” (La vida imaginaria. Mara Torres).



Después de muchos años dedicado a este oficio de la crítica literaria he aprendido muchas cosas, qué duda cabe, pero, tal vez, una de las más importantes sea que “hasta la última línea de una novela ni puedes, ni debes, emitir un juicio crítico porque sería temerario”. Y, sin duda alguna, después de una atenta, serena y reposada lectura de “La vida imaginaria” de la escritora  madrileña Mara Torres, este aserto, una vez más, se ha confirmado, punto por punto,  como absolutamente incuestionable y veraz. A lo largo de la reseña intentaré explicar, dentro de un análisis más profundo y detallado, el por qué de esta aseveración. A modo de proemio, y para fijar mi postura inicial, me gustaría comentar que “La vida imaginaria” me ha parecido una novela original, espontánea y, principalmente, escrita con mucha inteligencia e incluso me atrevería a decir con oficio, a pesar de tratarse de una escritora novel, para soslayar y vadear los escollos encubriendo sus, lógicas por otra parte, carencias narrativas, como veremos más adelante. Sin embargo y, a pesar de todo, “La vida imaginaria”, sobre todo en su tramo final consigue remontar vuelo, dejando en el lector la impresión de haber leído, cuanto menos, una novela “mágica” que nos hará sentirnos dentro de la piel de su protagonista y de lectura amable.



Tras estas consideraciones iniciales, que siempre creo conveniente a la hora de redactar una reseña literaria, creo que lo más conveniente sería, como suele ser habitual, y para situar al lector en una breve sinopsis argumental de la novela. Para este fin voy a transcribir la recensión que la propia editorial Planeta ofrece de esta novela, a pesar de ser, por razones obvias, ligeramente laudatoria y proselitista.



“¿Qué pasa por tu cabeza cuando la persona que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes que pensarla otra vez? ¿Te la inventas? El mundo de Nata se llena de preguntas cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene, y los episodios que Nata cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a ser posible. Novedosa y contemporánea, esta novela tiene el nervio de un relato confesional, divertido y emocionante. Pero, por encima de todo, descubre a Fortunata Fortuna, un personaje fascinante que ha venido al mundo de la ficción para quedarse”.



En primer lugar me gustaría referir que “La vida imaginaria” de Mara Torres fue distinguida como finalista en la sexagésimo primera edición de los prestigiosos Premios Planetas. Como evidentemente no he leído ninguna de las obras que se presentaban a este concurso, no puedo asegurar fehacientemente que me parece excesiva la concesión de este galardón. Pero lo que sí puedo afirmar con toda rotundidad es que, desde un punto de vista meramente literario, sin entrar en otro tipo de consideraciones, la distancia que separa a las dos novelas finalistas de esta edición es notable.



Sin más preámbulos ya, vamos a entrar en el análisis y comentario de la novela. Para hacer un análisis lo más sistemático y coherente posible, empezaremos por estudiar la novela desde un punto de vista formal. “La vida imaginaria” está estructurada en tres partes y cada parte, a su vez, en varios pequeño capítulos. En esta estructuración formal de la novela ya nos empieza a demostrar Mara Torres su inteligencia literaria. La autora no va a entrar en un relato hilvanado y demasiado complejo técnicamente. Por el contrario, nos va a proponer una serie de pequeños capítulos que, a modo de pequeñas escenas, nos van a ir relatando la historia principal, pero sin tener que recurrir a una linealidad, “sensu stricto”, que requeriría una mayor arquitectura narrativa, y por lo tanto un mayor conocimiento y dominio del oficio y la técnica literaria. Sin embargo me parece muy acertado el uso que hace de las imágenes reales, con esas otras “imaginarias” que envuelven el texto creando un sugerente ambiente onírico. Precisamente, al menos esa es mi opinión, éste sea uno de los mayores logros de la novela, por su aporte fresco y original a la narración. Esto último sería desde un punto de vista positivo. Sin embargo, desde un punto de vista más negativo, me ha decepcionado como está escrita la novela. Con un estilo pobre y tremendamente descuidado que, francamente, en algunos momentos me distancia e incluso me hacía sentirme molesto con su lectura. Por ejemplo, el uso que hace la autora de las estructuras sintácticas. Hay varios ejemplos pero sólo me voy a centrar en uno, un hipérbaton, tan caótico que obliga a leer la frase varias veces, que resulta equívoco y que además, estilísticamente, no aporta nada en absoluto.


“Te he dicho que te echo un huevo de menos. Que te echo profundamente de menos y quiero volver contigo porque no soporto estar sin ti”.



En la primera oración, el hipérbaton, que es el recurso literario que consiste en trastocar el orden sintáctico de la frase, provoca un sentido equívoco. En contraposición con el orden natural de la frase que sería “Te he dicho que te echo de menos un huevo”. Esa inversión nos produce ese sentido equívoco de pensar que se refiere a un tema meramente “culinario”. Aunque, en honor a la verdad, la segunda frase parece que aclara el desaguisado de la primera.



En cuanto al diseño de los personajes, me gustaría comentar que, a excepción de la protagonista, Nata, el resto están esbozados muy por encima y, en cualquier caso, resultan planos y carentes de vida. Sin embargo, de nuevo Mara Torres nos demuestra, una vez más, su inteligencia al planificar la narración desde el punto de vista de la propia protagonista, poniendo la voz del narrador en la propia Nata. Técnicamente al poner la voz narrativa en la protagonista facilita y simplifica el diseño de los personajes de la novela, ya que los veremos a través de sus ojos, evitando complicaciones mayores si, por ejemplo, narramos la novela en tercera persona omnisciente. Respecto al personaje de Nata, debo decir que, en mi opinión, va creciendo a lo largo del relato y que uno termina encariñándose y empatizando plenamente con ella. Honestamente me parece un personaje delicioso.
 
Tras la lectura de la novela, y durante ese inexcusable período de reflexión previa a sentarme ante el ordenador a escribir la reseña, le he dado muchas vueltas a la novela. Y creo que “la vida imaginaria” es una novela típica de una época de crisis como la que vivimos. Intentaré explicarme. En las grandes épocas de crisis a lo largo de la historia, y no me refiero sólo a una crisis más o menos acentuada, económicamente hablando, sino más bien a una crisis del ser humano y de su identidad como la que estamos viviendo, provoca profundas convulsiones que, también, aparecen en  la literatura. En esta novela se aprecia muy bien esa desorientación vital, ese desconcierto ante este período de crisis, que en su etimología del griego viene a significar “transformación de algo”, en el que todos estamos descolocados intentado resituarnos y encontrar nuestro lugar en el mundo. Y eso se aprecia, nítidamente, en esta novela que, más allá de su valor artístico, ejemplifica esta desazón vital que padecemos.



“La vida imaginaria” es una novela que, a pesar de su temática, tiene muchos puntos de humor e ironía que suavizan bastante el relato de Nata. Como comenté más arriba esa mezcla de los planos de la realidad con los que tienen lugar en la imaginación de la protagonista crean una atmósfera narrativa muy sugestiva, como por ejemplo que en medio de la ciudad en un día de lluvia transite por las calles un trasatlántico. Particularmente me gustaría resaltar una de los capítulos de la novela, concretamente el capítulo quinto de la tercera parte titulado “Las viñetas”. Un auténtico derroche de imaginación y de belleza “plástica”. También me gustaría resaltar la escena de Nata con la terapeuta. Sin duda alguna la novela va ganando conforme van pasando las páginas. Precisamente por esto comentaba al principio de la reseña ese aserto que tanto me ha servido en mi experiencia como crítico literario “hasta la última línea de una novela ni puedes, ni debes, emitir un juicio crítico porque sería temerario”.



Mara Torres, además, sabe rematar la novela que, como ya sabéis todos los seguidores de este blog, para mí es fundamental. El último capítulo es de una belleza lírica que me ha fascinado y cómo consigue la autora decir tanto en tan pocas líneas y con una imagen tan poética. Pero es que además la autora remata la novela recogiendo dos elementos que a lo largo de la novela han sido importantes como son la camiseta de España y los cines en versión original que se revelan fundamentales para rematar la novela (no puedo contar más para no reventar la novela, pero los lectores que hayan leído la novela lo entenderán).



En lo que respecta al fondo o temática de “La vida imaginaria”, no cabe duda que se trata de una novela de amor, o más bien de desamor y de búsqueda de nuestro lugar en el mundo después de una ruptura sentimental. No cabe duda que, además de su inteligencia, Mara Torres tiene una gran sensibilidad artística para embarcarnos y envolvernos en esta historia sencilla, en esta historia que ocurre cada día pero que no por eso deja de ser especial. En el fondo, como todos, Nata tiene miedo a sufrir. La propia Nata nos lo explica muy bien plasmándolo en un documento.



“Por este documento se garantiza la felicidad de Nata Fortuna.
El documento exige a los firmantes que se diviertan, que disfruten, que viajen y sean felices durante el tiempo que vayan a estar juntos.
Los contratantes no van a hacerse daño, no van a llorar si no es de risa, no van a tener complejos el uno con el otro, van a mantener relaciones sociales al margen de la pareja, no van a vivir juntos para no gastarse, no van a pelearse para después encontrarse y otra vez pelearse, no van a darse celos con otras parejas ni con otras personas ni van a dejar que terceras personas interfieran en su relación.
Se comprometen a hablar las cosas antes de que llegue la incomunicación y a que, si uno de los dos decide que hay otra persona en su vida que merece más la pena que la otra parte contratante, la otra parte contratante lo entenderá y lo admitirá sin dramas y sin dolor”.



Además la autora pone un cierto pudor narrativo elidiendo algunas escenas amorosas con elegancia.



“Cuando hemos llegado a casa, hemos ido directos a la ducha. Me ha pedido que me sentara para poder lavarme el pelo, y voy a callarme ya porque me ruborizo si lo escribo”.



En definitiva, y ya a modo de resumen, para no alargarme mucho más me gustaría añadir que Mara Torres a pesar de su bisoñez, dado que “La vida imaginaria” es su primera novela de ficción, ha demostrado esa inteligencia, ese talento, para saber hasta donde puede llegar por el momento y cómo rentabilizar artísticamente esa limitación. Por otra parte, creo que aunque no se trata de una novela magistral, es una obra que se puede leer y que nos da una visión de esa desorientación vital que sufrimos en estas épocas tan convulsas de crisis.



Dicho todo lo cual y atendiendo a todo lo referido con anterioridad, creo que la puntuación más ajustada para hacer justicia a la novela “La vida imaginaria”, finalista de la sexagésimo primera edición de los Premios Planeta, de la autora madrileña Mara Torres y de acuerdo con mi conciencia y modo de entender el arte literario sería de un 6,25/10.

© Luis Alberto Cao

16 comentarios:

  1. Por curiosidad, ¿has leído la crítica de este libro en Babelia?
    Sigo con atención tus críticas, me gusta tu detallado análisis, he leído algunas de las que recomiendas, y sinceramente, eres un pelín generoso, por decirlo cariñosamente, con muchas de ellas. También echo a faltar otras. Enhorabeuna por tu trabajo. José Luis Gaytán

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  2. Muchas gracias amigo José Luis Gaytán, por tu amable comentario. La verdad es que no suelo leer prensa, no tengo tiempo para leer los periódicos, pero me interesaría saber que han comentado de esta novela en el cultural de babelia. Efectivamente en las reseñas no me gustan hacer excesiva "sangre" por respeto a los autores, pero creo que tampoco me dejo en el tintero la verdad de lo que pienso, eso sí, dicho con mucho respeto. Un abrazo y muchas gracias por tu seguimiento amigo mío.

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  3. Me quedo con la frase que dice que hasta la última línea no puedes juzgar una novela (más o menos) pero al reflexionar sobre ella pienso en que a mí no me sirve una novela que empieza dando tumbos que tiene un desarrollo mediano y que acaba de forma espéctucular. Prefiero una novela para disfrutar de principio a fin. Me da la sensación que esta novela está hecha a pedazos.

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  4. Pues sí amiga Albanta, tienes mucha razón en lo que dices. Lo suscribo totalmente como creo que dejo intuir en mi reseña. Un beso y gracias

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  5. Disculpa que insista,no encuentro el Babelia de este sábado, ni la crítica en internet, pero era demoledor. Cuando me interesa un libro, si suelo contrastar dos o tres críticas, y aun conociendo los intereses que vinculan a los distintos medios con las editoriales, suelo sacar una media "aceptable" De verdad no se trata de hacer sangre, no faltar al respeto, pero ya me ha pasado con algunas de tus críticas, yio no lo soy pero si lector, 3-4 libros semana, y en el caso de este libro, la reseña es tan demoledora que no se puede sacar la "media", si tienes ocasión trata de leerla por curiosisidad . Jose Luis g

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  6. Hola José Luis intentaré leerla, pero te confieso que yo nunca leo una crítica de una novela que voy a reseñar. Cuando hago una crítica intento no "contaminarme" con otras opiniones e intento ser fiel a mi conciencia y a modo de entender la literatura. Y sobre todo, dentro del respeto a los autores dar mi opinión sobre lo que me ha parecido su trabajo. Un abrazo y gracias por seguir este blog y enriquecerlo con tus comentarios amigo José Luis.

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  7. Pues ya siento no llegar al final de esta novela para poder hacer una crítica objetiva, pero me niego a perder más tiempo del que ya le he dedicado: voy por la página 60 y esto es una mezcla de Brigdet Jones, lo peor de Marian Keyes y encima a la española y los folletines de Rebeca Rus y demás por el estilo.

    Lo que me pone los pelos de punta es que no hubiese una novela mejor entre todos los candidatos al Planeta de este año para quedar de semifinalista, horreur, qué mal está la cosa!

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  8. No consigue llamarnos la atención, y que la escritora sea tan "televisiva" tampoco es que ayude demasiado.

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  9. Estoy de acuerdo con Anuska, suscribo totalmente su crítica, la novela tiene lo peor de todo eso que enumera. Pero sin duda lo que más me horroriza a mí también es que sea finalista de un premio de tal prestigio. Eso me hace pensar que para la próxima edición pienso enviar lo que tengo escrito en las hojas de mi diario, que aún con faltas de ortografía, tiene más calidad.
    Por cierto, Babelia hace la siguiente crítica: "intercambio cansino de banalidades y lugares comunes que en conjunto hacen que esta novela tenga el estilo y el ambiente de una peluquería rancia"
    Totalmente de acuerdo.

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  10. ASuscribo totalmente la crítica de Anuska, la novela me parece horrible y es cierto que reúne lo peor de todo lo que Anuska enumera. Resulta una novela insulsa, sosa, infantiloide, pobre y que produce el mínimo interés en el lector. No aporta nada. Es una obra vacía y pueril, digna de los relatos de amor de la revista semanal Pronto. Pero lo que más me indigna es que haya sido merecedora del galardón concedido (una de dos: o Planeta está en crisis o el nivel de nuestros escritores es deprimente).
    Por cierto, la crítica de Babelia a la obra es la siguiente: "intercambio cansino de banalidades y lugares comunes que en conjunto hacen que esta novela tenga el estilo y el ambiente de peluquería rancia".
    Totalmente de acuerdo.

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  11. Lei la novela con todos los prejuicios que me da el saber que los premios planeta siempre les ganan "nombres" conocidos, pero reconozco que la lei de un tiron, que relei algunos capitulos y que he decidido recomendarla en especial a las compañeras del taller de escritura creativa, pues refleja muchas de las tecnicas literarias que practicamos en el taller. Un pero, se nota mucho que la autora es perodista.

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  12. He leído la novela y me ha encantado.
    La recomiendo.

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  13. Me he leído la novela de un tirón esperando encontrar llegar a algo pero me he quedado igual, sinceramente. La lectura se te hace muy rápida pero el 60% son banalidades y pensamientos tontos de la protagonista que no aportan absolutamente nada.

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  14. Es uno de los libros más malos que he leído en años, no vale ni el papel con el que lo han impreso ¡pobres árboles!
    Espero que le dure muchos años lo de la 2 noticias porque como escritora...iba a decir lo tiene crudo pero en vista del éxito de tipos como el de las b´rujulas perdidas que buscan no se qué y similares mejor me callo ya que la final hasta será bestseller. ¡Qué paìs!

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