Título
original: The black box.
Autor: Michael Connelly
Traducción: Antonio Padilla
Autor: Michael Connelly
Traducción: Antonio Padilla
ISBN: 9788490063989
Editorial: RBA LIBROS.
Editorial: RBA LIBROS.
Páginas: 480.
Año de edición: 2012.
“Bosch
consideraba que todo caso tenía su propia caja negra. Un indicio en particular,
una persona, una revaluación de los hechos que aportaba cierta comprensión y
ayudaba a explicar lo que había sucedido y por qué”. (La caja negra. Michael
Connelly)
Tengo que
reconocer, sin ambages, que es para mí todo un placer traer a este blog
literario a uno de los grandes autores actuales de novela negra americana. Y he
adjetivado enfáticamente “americana” porque parece ser que únicamente existe,
en estos tiempos, otra novela negra que no sea la escandinava. Espero que en
alguna otra reseña, ya que en esta será difícil porque tengo mi libreta de
notas repleta de multitud de notas que me ha sugerido la lectura de esta
novela, pueda explayarme detenidamente en un tema que me resulta tan querido y
al que he dedicado tantas horas de estudio como es la singularidad propia de la novela negra americana que hace de este género, por méritos propios,
uno de los grandes géneros de la literatura norteamericana y además por su
marcada y recíproca influencia con la gramática cinematográfica. Dicho todo lo
cual me gustaría recomendar a los habituales lectores de novela negra
escandinava, que actualmente son legión, que se acercasen a la americana y
comparasen.
“La caja
negra” del escritor norteamericano Michael Connelly ha sido la última novela
publicada en español de este interesante autor de novela negra. De hecho esta
novela ha sido acreedora del VI Premio Internacional de Novela Negra RBA galardón, por otra parte, que va alcanzando,
poco a poco, un incontestable prestigio literario. Después de una detenida,
comprensiva y atenta lectura y como suele ser habitual y por seguir un orden
expositivo coherente y sistemático, empezaré esta reseña con una valoración
inicial, a modo de marco en el que encuadrar el análisis, de mi opinión al
respecto de la novela “La caja negra”. Me ha parecido una novela francamente
interesante y, como es obligado en una novela negra, con una correcta
estructura narrativa que, conforme marcan los cánones del género, se desarrolla
en un “in crescendo” que termina en un sorprendente e inesperado clímax final.
Si bien es verdad que, en mi opinión, no se trata, ni mucho menos, de su mejor
novela. De hecho Connelly remata el puzzle de la novela haciendo uso de una
“pieza”, de un recurso muy “forzado”; extremadamente forzado me atrevería a
decir, que es la aparición “Deus ex machina” de un personaje y del que,
además, el autor rehusará, explícitamente, a dar noticias de las motivaciones
de esta aparición tan determinante (mucho más no puedo contar... pero estoy
seguro que los lectores de la novela entenderán, inmediatamente, a qué me
quiero referir). Ese detalle del final, tengo que reconocerlo, me dejo un mal sabor de boca que hoy, casi
veinticuatro horas después de su
lectura, aún no he conseguido mitigar por completo. Tengo la sensación de ese
castillo de naipes que hacemos y que al colocar la última carta, para
coronarlo, hace tambalear toda la estructura. En cualquier caso, más adelante,
entraremos en un análisis más exhaustivo y metódico en el que abordaremos con
más detenimiento el estudio de éste y otros detalles relevantes de la novela.
Con el fin de
situar el eventual lector de estas líneas en el contexto general en el que se
enmarca esta reseña, lo más adecuado y conveniente será pergeñar, someramente
eso sí, una breve sinopsis argumental de “La caja negra”, para dar perspectiva
al lector. A tal fin utilizaré textualmente la recensión que nos ofrece la
propia editorial RBA:
“En un caso
que abarca 20 años, Harry Bosch relaciona la bala de un crimen reciente con un
archivo de 1992, la muerte de una joven fotógrafa durante las revueltas de Los
Ángeles. Harry fue el encargado de la investigación en primera instancia, pero
luego pasó a una unidad especializada en los altercados y nunca se resolvió.
Ahora el informe de balística demuestra que no fue un acto de violencia al azar, sino algo más personal y conectado a una intriga más compleja. Como un investigados a través de los restos después de un accidente aéreo, Bosch busca la "caja negra", la pieza de evidencia clave que unirá todo el caso”.
Como creo que he
comentado ya, con ocasión de otras reseñas, es indudable que el género negro,
desde un punto de vista de la construcción dramática y argumental, es uno de
los más difíciles dentro de la literatura. Es un género que requiere un fino
ensamblaje de su maquinaria argumental, en el que todas y cada una de las
piezas debe encajar perfectamente, sin estridencias, con objeto de dar visos de
credibilidad la historia narrada. Dicho esto creo que ya puedo entrar en el
análisis de “La caja negra” de Michael Connelly
La novela está
estructurada, formalmente, en tres grandes partes que no tienen una unidad y
coherencia temática propias y en 35 capítulos con temática “cerrada” con un
prólogo y un epílogo. El prólogo está ambientado en la ciudad de Los Ángeles en
el año 1992, en medio de los graves disturbios raciales que tuvieron lugar a
consecuencia de la muerte del joven afroamericano Rodney King. El resto de la
novela está ambientada en el año 2012. La prosa, como siempre insisto, en la
versión española, es funcional y sencilla. Sin embargo la versión desliza
bastantes errores que, en mi opinión, deslucen la obra en general, de ahí mi
constante queja a favor de una buenas ediciones y unas buenas traducciones.
Pondré algunos ejemplos que demuestran el daño que hacen unas ediciones poco
cuidadas. “Hace dos años tú tampoco no lo sabías”. En esta frase se
observa una construcción errónea y, además, equívoca en cuanto a su sentido.
Porque podía ser: “Hace dos años no lo sabías tú tampoco” ó “Hace dos
años tú tampoco lo sabías”, pero en ningún caso la traducción que aparece
en el libro. Sin embargo hay otros errores aún más graves. En este caso no sé
si es un gazapo que se le desliza al autor en la versión inglesa o al traductor
en la española. He destacado en negrita la incoherencia que se produce en el
fragmento reseñado.
“El domingo
Bosch se levantó temprano, preparó café y salió con el tazón humeante y el
teléfono móvil al porche trasero para disfrutar de la mañana… “ (Y más
adelante el autor nos dirá, siguiendo una narración continua) “Podía dejar
que su hija durmiera una hora más, despertarla con el aroma del café recién
hecho y reducir las posibilidades de que se mostrara irritada por tener que levantarse
demasiado temprano para ser sábado”
Respecto al
dibujo de los personajes no cabe duda que Connelly es un escritor que sabe
perfilar y dar vida a sus personajes. Indudablemente el personaje de Harry
Bosch está muy bien caracterizado y eso que en esta novela Connelly se va a
centrar más en el relato de la investigación y resolución del caso que en
ahondar en la “intimidad” del personaje. De hecho en una de las pocas
aproximaciones a su “intimidad” y a su vida familiar con su hija, en mi opinión,
es uno de las escenas más flojas de la novela y que, creo yo, obstaculizan, sin
el menor sentido, el discurso coherente de la novela. Me estoy refiriendo, lo
digo para que el lector cuando lea la novela repare en ello, a la escena cuando
Bosch y Maddie van a hacer prácticas de tiro. Honestamente después de leer este
pasaje varias veces, me parece totalmente prescindible porque prácticamente no
nos va a aportar nada y lo único que consigue es romper el ritmo narrativo. Por
lo demás Harry Bosch es un policía a la antigua usanza, experimentado que no
duda en bordear los límites de la legalidad, y en algunos momentos
prácticamente horadar. Un viejo policía que sigue sus propios métodos y que aún
le sigue costando habituarse al uso y manejo de las nuevas tecnologías. Tengo
que destacar también la finura en el trazo de algunos personajes secundarios
que, a pesar de que en algunos casos tienen un carácter muy episódico,
mantienen su singularidad y su carácter.
“La caja
negra” como buena novela negra norteamericana nos mostrará una fuerte carga de
crítica social contra el funcionamiento del Estado y, por ende, de, en este
caso, la propia sociedad norteamericana. Sin embargo siempre aparecerá, al
final de la mayoría de estas novelas, esa carga moralizante que mostrará que el
corrupto, el golfo, el que se “sale” de la legalidad, por muy encumbrado que
pueda llegar a estar “siempre” será castigado y que la justicia “siempre”
triunfará (aunque por desgracia en la vida real esto, muchas veces, nunca es
así) porque el sistema y sus instituciones ”siempre” funciona. Sin embargo en
la novela negra europea veremos que esa óptica puede ser diferente.
“La caja
negra” es una novela que se puede leer independientemente de la serie y que
resulta perfectamente inteligible, porque mantiene una unidad temática en sí
misma. En algunos instantes Connelly nos bosqueja algunos detalles sobre la
personalidad de Harry Bosch que, sin necesidad de haber leído sus anteriores
novelas, nos ayudan a entender la idiosincrasia del personaje.
“Bosch no
supo qué responder, pues no había leído el libro. Él había crecido en
orfanatos, centros juveniles y hogares de acogida de forma que ningún maestro
le había asignado la lectura del libro”.
En “La caja
negra”, aunque de modo muy tangencial, Connelly nos seguirá hablando de su gran
afición por el Jazz, pasión que comparte con Harry Bosch. Todas estas
referencias nos ayudan a entender y explicar la actitud y la forma de ser
Bosch. Como comenté un poco más arriba en esta novela Connelly se centra, sobre
todo, en la trama propia de la investigación. Sin embargo, me ha resultado muy
interesante como el autor nos esboza la siempre complicada relación de Bosch
con su hija Maddi, una adolescente de 16 años. En esta novela también se toca el
tema de su relación con su pareja sentimental Hannah Stone. Precisamente en el
final de “La caja negra” queda abierto un tema relacionado con ella que, parece
ser, servirá de base para la próxima entrega de Harry Bosch. Como bien sabéis
los seguidores habituales de este blog literario, no soy muy partidario de
recurrir a esta “técnica”, la de dejar un abierto un fleco de la acción, con la
intención de fidelizar al lector para la próxima entrega.
Por lo demás
“La caja negra” es una novela bien escrita, que mantiene el ritmo a lo largo de
todo el texto y que resulta muy entrenida. La trama está bien tejida y resulta
apasionante ver cómo Harry Bosch va tirando del hilo de la madeja para
conseguir resolver un crimen cometido hacía ya más de 20 años y que, al
parecer, nadie tiene interés en reabrir... Connelly consigue, con maestría,
despistar al lector y tenerle engañado (y hasta ahí puedo leer…). Por lo tanto,
creo honestamente que “La caja negra” es una novela muy interesante, una novela
al más puro estilo del género negro norteamericano.
En “La caja
negra” Connelly, periodista de profesión, va a homenajear a sus propios
compañeros de profesión, en especial a los corresponsales de guerra y a los
freelance. Como bien sabe el autor una de las primeras víctimas de un conflicto
bélico es la verdad y, por eso, los periodistas son siempre vistos como
posibles “enemigos”. Esta novela, a mí particularmente, me ha resultado muy
interesante al comprobar los avances tan sorprendentes que se han producido en la
criminología. Me viene a la cabeza, por ejemplo, cómo la policía consigue poder
recuperar el número de serie de una pistola aunque haya sido limada o haya sido
expuesta a la acción del ácido.
Por desgracia,
no puedo, ni debo alargarme mucho más en esta reseña, para no desvirtuar su
razón de ser. Lamentablemente van a quedar muchas de las notas y los apuntes
que me sugirió su lectura inéditos. Y va a quedar pendiente que algún día
publique en este blog, espero tener tiempo para hacer lo antes posible, un
monográfico sobre la novela negra que es un tema que he estudiado mucho y
considero especialmente interesante a la hora de confrontar este género en las
diversas literaturas así como sus diferencias y similitudes.
A modo de
resumen final tengo que decir, sin ambages, que Connelly es uno de los grandes
autores actuales del género negro. En mi opinión “La caja negra” no es su mejor
novela, pero como todas las suyas siempre es una lectura altamente gratificante
y adictiva. Como comentaba con anterioridad no puedo decir que sea una novela
redonda, porque queda marcada por ese detalle “final” tan forzado y que, en mi
opinión, no queda suficientemente explicitado. En esa línea tampoco me ha
acabado de comenzar, ese hilo de la trama que parece quedar deliberadamente sin
cerrar con la intención, tal vez, de “encelar” al lector con la lectura del
siguiente libro de la saga. Indudablemente estos “defectos” tienen que pesar,
por desgracia, sobre mi valoración final de la novela que, si obviamos estos
motivos, sería, con toda seguridad, una magnífica novela. Pienso, con toda
honestidad, que Michael Connelly es un escritor con el suficiente talento y
prestigio como para que los lectores sigan leyendo sus novelas “per se”. A
pesar de todo esto puedo aconsejaros, sin duda alguna, su lectura merecerá la
pena entrar en esta historia tan bien contada y tan bien planificada por parte
de Connelly. Obviamente no he leído todas las novelas, ni mucho menos,
presentadas en la VI edición del Concurso Internacional de Novela Negra RBA,
pero me atrevo afirmar, tal vez temerariamente, que es una digna acreedora de
éste, cada día, más prestigioso galardón literario.
Dicho todo lo
cual, y tomando en consideración todo lo referido con anterioridad, así como
intentando ser le más fiel posible a mi conciencia y a manera de entender el
arte literario, creo que la puntuación que haría más justicia, a la hora de
valorar y juzgar la novela “La caja negra” del escritor norteamericano Michael
Connelly sería de un 8/10.
© Luis Alberto Cao
(Para ilustar la reseña os dejo el book trailer de la novela)
Muchas gracias Luis Alberto por darnos a conocer esta obra.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Muchas gracias a tí como siempre amigo Fus, por compartir tu comentarios con todos nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo
He sido seguidor de Connelly y he leido todas las novelas que ha escrito hasta el día de hoy, aun no leo la Caja Negra pero por las reseñas que he leido, me queda claro que no es su mejor material, y es una pena, actualmente hubiera deseado una novela como "El Poeta" o como "La Rubia de Hormigón", o tantas otras buenas. Creo que una de las que menos me ha gustado fue "Ciudad de Huesos" ojalà la Caja Negra no este en un nivel similar... saludos y gracias por la información!
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