sábado, 3 de diciembre de 2011

El temor de un hombre sabio. Patrick Rothfuss


Título original: The wise man´s fear.
Traducción de: Gemma Rovira Ortega
ISBN: 978-84-01-33720-8.
Editorial: Plaza & Janés.
Fecha edición: Noviembre 2011.
Número de páginas: 1216.





El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss es la segunda entrega de las peripecias de Kvothe, personaje al que ya conocimos en “El nombre del viento” primera novela de la saga. Esta última ha sido una de las novelas revelación más vendidas en los últimos años. El autor ha concebido y planificado esta voluminosa obra como una trilogía, en la que iremos conociendo la historia del mítico Kvothe contada por él mismo.


Como es habitual voy a reseñar, brevemente, la sinopsis argumental de esta extensa novela, antes de entrar en su análisis y comentario propiamente dicho.


En un arcano y lejano lugar, perdido en un cruce de caminos, vive Kote, el dueño de una modesta posada llamada La Roca de Guía. Bajo la apariencia de este gris y anodino posadero, se esconde Kvothe, ese personaje mítico y legendario mitad músico, héroe, mago, ladrón, asesino… al que todos dan por muerto, y que de hecho mucha gente piensa que, probablemente, nunca existió y su vida fue una pura leyenda. Un día acertó a pasar por La Roca de Guía, el Cronista un curioso historiador, que descubrió la auténtica personalidad de Kote y le pidió que le narrase su historia, para ponerla por escrito. Precisamente lo que buscaba el Cronista era escribir el relato de boca del propio Kvothe para ser fidedigno a la verdad y cribar todo ese poso de leyenda que su historia fue acumulando a lo largo de los años. Kvothe accederá, pero pondrá una condición: la historia sería muy larga y necesitaría tres días para contarla. El Cronista accede.


En esta novela la historia continúa exactamente en el punto en donde terminó “El nombre del viento”. Kvothe está a punto de ingresar en la universidad, pero necesitará al prestamista Devi, lo que le traerá muchos problemas. Y finalmente se verá obligado a abandonar la universidad en busca del nombre del viento, a la búsqueda de la aventura, de lo extraordinario, de todas esas leyendas que van de boca en boca de las gentes, y sobretodo en busca de los Chandrian, esos misteriosos seres que se esfuerzan, brutalmente, por reprimir cualquier conocimiento de su existencia. A partir de ese momento no cesarán de sucederse las aventuras y las peripecias que vivirá Kvothe. Ese viaje, casi iniciatico que le llevará a la peligrosa corte del maer Alverón, a los bosques de Eld, etc, etc. Veremos que poco a poco los acontecimientos le van llevando, le van empujando inexorablemente a su destino, enfrentarse con los Chandrian, aquéllos que asesinaron a toda su familia por contar historias que no debían…


Mi primera impresión después de leer esta novela es agridulce. Tengo la sensación de haber leído un texto muy desigual, fallido en el fondo, que alterna momentos francamente interesantes y con una desbordante fantasía y un derroche de imaginación, con algunos momentos lentos, en los que el interés y la acción decrecen pavorosamente, rozando en algunos puntos el aburrimiento. Parece ser que en la literatura actual está de moda escribir grandes novelones de más de mil páginas. (En cierta ocasión oí decir, no sé si será verdad, que las propias editoriales presionaban, de un modo u otro, a los autores para que sus novelas fuesen muy voluminosas. Porque, por lo visto, resulta comercialmente más interesante a la hora de su venta). En esta novela de Rothfuss creo que honradamente le sobran, al menos, 300 páginas. Sin esas páginas, estaríamos ante una novela extraordinaria que no daría ni un instante de tregua al lector. Pero, lamentablemente, no es así.


Dicho lo cual, creo que el autor es capaz de crear un original mundo de ficción, un universo de fantasía en el que mueve con maestría todos los personajes que pueblan esta novela. Este universo propio se rige por sus propias normas, tiene una geografía y una toponimia propia y un peculiar lenguaje nuevo. Rothfuss nos despliega un gran aparato lexicográfico en su novela, siendo todo un creador de palabras y lenguajes de pueblos y seres que habitan en ese mundo fantástico que nos narra la novela. En mi opinión uno de los mayores aciertos del autor es dotar de vida y credibilidad a ese mundo imaginario. Esta caracterización por medio de un lenguaje nuevo me recuerda una frase del gran filósofo y lingüista austriaco Ludwig Wittgenstein cuando decía: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Y esto es lo que hace Rothfuss creando un mundo literario nuevo a partir de un lenguaje nuevo. No me gustaría dejar de resalta la magnífica traducción al castellano de Gemma Rovira Ortega, en este texto tan complejo de verter al español. “El temor de un hombre sabio” además de un homenaje claro a la literatura fantástica, como más adelante reseñaré es también un homenaje a la palabra. No me resisto a citar un fragmento en que el autor pone de manifiesto esta pasión por la palabra y el metalenguaje.


“Hay dos cosas que deberéis recordar. La primera es que nuestros nombres nos dan forma y nosotros damos forma a nuestros nombres. La segunda es que hasta el nombre más sencillo es tan complejo que vuestra mente jamás podrá tantear siquiera sus límites, y muchos menos entenderlo lo bastante bien para pronunciarlo”.





La voz del narrador es la del propio Kvothe, excepto en algunos “entreactos” en los que volvemos a la posada y para ver cómo Kvothe le dicta sus memorias del Cronista. Este hecho de que la novela sea relatada por el propio protagonista condicionará todo el discurso narrativo de la novela. Echo de menos la figura de algún otro narrador, o tal vez la aparición de esa figura del narrador omnisciente, que enriqueciese y objetivase, desde otra perspectiva, la narración que nos hace Kvothe, que termina por resultar demasiado lineal. En cuanto a los personajes, volveremos a encontrarnos con muchos de los que aparecen en “En el nombre del viento” y muchos otros nuevos. Sus amigos Will y Sim, Denna, su antagonista por excelencia Ambrose, etc. Su dibujo sigue siendo muy superficial, con unos pocos trazos, son personajes que no tienen suficiente “alma”, ni entidad, les falta profundidad. Tal vez, como comenté un poco más arriba, sea por “culpa” de la propia estructura de la narración. De este modo el único personaje que de verdad brilla con luz propia y tiene auténtica “carne” es el propio Kvothe, protagonista absoluto de todo el relato, mientras que los demás son meros comparsas.


Sin duda “El temor de un hombre sabio” es claramente deudora de la literatura fantástica. Toda la peripecia del protagonista en la Universidad me pareció, desde el primer momento, claramente influenciada por la saga de Harry Potter de J.K. Rowling. Se ve claramente en todo ese ambiente del profesorado, de todas esas disciplinas mágicas que allí se imparten... Sin embargo, pienso que esta obra es superior a Harry Potter en cuanto a ambición literaria y a esa creación de mundos y civilizaciones de que hace gala. Porque de un modo u otro todas las novelas de fantasía, como esta misma que estamos reseñando, beben de una fuente común que no es otra que la extraordinaria trilogía “El señor de los anillos” de J.R.R. Tolkien. Por desgracia y a pesar de ser una obra escrita hace ya casi 60 años, aún no he leído una novela del género fantástico que haya sido capaz de superarla (ni siquiera de aproximarse).


En líneas generales y, como ya comenté en este blog, respecto al libro “El prisionero del cielo” de Carlos Ruiz Zafón las secuelas de grandes éxitos literarios, suelen ser de una calidad bastante inferior al original. En nuestro caso, esta segunda parte no será una excepción, aquí también vemos como baja el nivel y el interés respecto a la primera. Se ve, claramente, que es una novela de transición esperando la obra que ponga fin a la trilogía, dejando muchas intrigas y cabos sueltos que, a buen seguro, se terminarán de atar en su próxima novela. A mí personalmente me gustó mucho más “En el nombre del viento”, tal vez, por esa frescura y esa novedad con que Rothfuss supo prendarnos y cómo supo encandilarnos con ese embaucador y simpático Kvothe, el mayor activo y sostén de esta serie de novelas.


En esta trepidante novela de aventuras, en la que suceden tantas cosas, echo un poco de menos que el autor haya explorado un poco más la parte emotiva del personaje. Quiero decir que me parece una novela falta de emoción y cuando a veces aparece, me da la sensación de forzada, de poco convincente. Por otra parte y analizando al personaje central, aún partiendo de que se trata de una novela fantástica, me parece excesivamente “fantasiosa” en el trazo y en la manera de actuar de Kovthe, dando situaciones en las que se produce una cierta incoherencia dentro de la línea de progresión natural que tiene, y debe tener, este personaje a lo largo de la novela.


En esta novela vemos que convergen multitud de historias que se van solapando unas con otras. En definitiva este relato no deja de ser una serie de historias, de cuentos diría yo, que de alguna manera Kovthe nos va contando, mezclando la realidad con la ficción. Personalmente me da la sensación de que Kovthe a través de su relato nos sigue engañando y, probablemente estará riéndose para sus adentros, incrementando su leyenda, como una especie de Barón de Münchhausen. Aquel famoso noble alemán al que el escritor Rudolf Erich Raspe le convirtió personaje  literario, como sinónimo de personaje burlón y antihéroe, caracterizado por las hazañas más extraordinarias y extravagantes jamás oídas, como montarse en balas de cañón, viajar a la Luna, etc. Con estos antecedentes, ¿quién puede dudar que el bueno de Kovthe no sea hijo literario del Barón de Münchhausen?


En resumen, y para no alargarme mucho más en esta reseña, me gustaría precisar lo siguiente. La novela me ha parecido muy entretenida y amena, y que además cuenta con la ventaja de que no es estrictamente necesario haber leído la novela anterior porque, dentro de lo que cabe y a pesar de que la historia se sigue resulta comprensible por sí misma. Novela fantástica y de aventuras, sin más pretensiones que hacer pasar un buen rato.

Dicho todo lo cual creó que la puntuación más ajustada en vista a sus méritos sería de 6,50/10.


© Luis Alberto Cao



5 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con lo de las trescientas páginas menos, sobre todo en el tramo en que están buscando a los bandidos en el bosque. A mi todo el Tema de los nombres es muy al estilo de cuentos de terramar de Ursula.k Le Guin, que por ahora le da sopas con honda. A mi modo de ver Rothfuss se está liando (espero equivocarme) generando muchos hilos y muchas expectativas en la narración que ya está dando lugar a algunas incongruencias. Cerrar todo lo que tiene abierto y que la obra sorprenda y funcione le va a requerir de mucha maestría, y no me parece a mí que sea tan bueno, pero la ventaja es que lleva más de 15 años con la novela y eso es mucho tiempo para pensar. Quien sabe, quizás me llevo una grata sorpresa y el último tomo lo borda, ojalá. Hay novelas que nos gustan por que nos sorprenden y otras que lo hacen porque sucede lo que estamos deseando que suceda; ésta es de las segundas... y eso lo hace muy bien.

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  2. Es mi lectura actual, voy aproximadamente por la mitad, y me tiene igual de encandilada que la primera parte. Cosa que agradezco después del chasco que me llevé con la segunda parte de Paul Hoffman... Así que, de momento, mi veredicto es muy muy bueno.
    Gracias por la reseña! :D

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  3. Muchas gracias por vuestros comentarios. Vuestras inteligentes y agudas opiniones enriquecen mucho este blog. De verdad, os lo agradezco mucho.

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  4. A mi quizas me precipite, pero llevo unas 600 paginas de esta segunda parte, y esta trilogia me esta pareciendo con diferencia el mejor libro de fantasia que he leido, y lo digo tras haber releido decenas de veces el señor de los anillos, y leido muchas otras obras, creo que la gente no acaba de entender el contenido de esta obra, no se trata solo de entretenernos,se trata de dar veracidad, de hacernos creer que esa historia es real, y muchos pasajes que vosotros llamais aburridos, son necesarios, porque esta obra no seria lo que es, si kovthe ya hubiera aprendido a usar los nombres la magia, la simpatia y se hubiera largado de la universidad a las 300 paginas de el nombre del viento y se estubiera dedicando a matar seres extraños y demonios, sinceramente creo que la historia se esta forjando como debe, y tengo la intuicon que esta trilogia, sera la introduccion a una nueva trilogia ambientada en el presente de la taberna y de todo lo que se les avecina a cronista, bast y kovthe

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  5. Muchas gracias Ramón por aportarnos tu punto de vista respecto a esta novela. Vuestras aportaciones enriquecen mucho este blog y nos aportan otros puntos de vista. Gracias de nuevo y un saludo

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