martes, 14 de febrero de 2012

Sunset Park. Paul Auster.


Título original: Sunset Park
Autor: Paul Auster.
Traducción: Benito Gómez Ibáñez.
Editorial: Anagrama
Colección: Panorama de narrativas.
ISBN: 9788433975461
Páginas: 288.



“Las heridas son un parte fundamental de la vida y a menos que uno esté herido 
de alguna forma, jamás se hará hombre” (Sunset Park. Paul Auster)



Es para mí todo un placer, poder reseñar en este blog de literatura la novela “Sunset Park” de Paul Auster, uno de los escritores más importantes y con mayor talento de la literatura actual. Un escritor con un estilo propio, que le hace inconfundible y con un dominio del lenguaje y de la técnica narrativa prácticamente insuperable. Un auténtico maestro en vida y que, sin duda, pronto alcanzará la gloria literaria del premio Nóbel de literatura. En “Sunset Park”, como analizaremos un poco más abajo con todo detenimiento, Auster nos consigue introducir en ese mundo que sólo él sabe crear y recrear. Veremos como diseccionará, sin temor y sin temblarle el pulso, la situación actual de la sociedad norteamericana, valiéndose de unos personajes tan bien construidos y, en resumen, tan vivos y reales, que enfrentándolos, como en un juego de espejos, y por contraste, nos darán una visión caleidoscópica de aquella sociedad.



Como es habitual comenzaremos esta reseña, con unas breves pinceladas sobre la sinopsis argumental de la novela “Sunset Park” para dar una perspectiva de este texto al eventual lector de esta reseña. En este caso he elegido el resumen que ha confeccionado la propia editorial Anagrama:


“Miles Heller tiene veintiocho años y a los veinte desanudó los lazos que lo unían al mundo que hasta entonces había conocido. Abandonó la universidad, se despidió con nocturnidad y una breve nota de sus padres, dejó Nueva York y nadie ha vuelto a saber nada de él. Desde entonces, ha rodado por lugares y trabajos poco cualificados, moviéndose siempre en ese oscuro espacio entre el suelo y el primer peldaño de la escalera laboral y social. Ahora vive en Florida y trabaja para una empresa, al servicio de los bancos de la zona, que se encarga de vaciar las viviendas de los desahuciados que en plena crisis no pudieron seguir pagando su hipoteca, y las prepara para una nueva venta. Miles no tiene ambiciones, vive con lo mínimo, mantiene relaciones muy escasas con la gente y con el mundo y sus únicos lujos son los libros, que compra en ediciones baratas, y la cámara digital con la que documenta a los fantasmas. Si algo ha logrado en estos siete años, ha sido poder vivir en un presente perpetuo, sin deseos y sin futuro. Y habría seguido así si no fuera por una chica, Pilar Sánchez. La conoció en un parque cuando ambos estaban leyendo El gran Gatsby. Miles por tercera vez, porque se lo había regalado su padre cuando cumplió dieciséis años. Que es, precisamente, la edad de Pilar, una menor. Y como Miles puede ir a la cárcel por su relación con ella, cuando la feroz, codiciosa hermana de Pilar comienza a chantajearlos, él vuelve a Nueva York para esperar allí la mayoría de edad de la joven. Su vuelta es el retorno al pasado y a sus secretos; a su padre, un brillante editor; a su madre, una actriz implacablemente seductora hasta con su hijo; y a su madrastra, una intelectual cuyo juicio no pudo soportar. Pero es también la vuelta al mundo, a la comunidad de Sunset Park y a sus compañeros okupas; a la vida, con todos sus horrores y esplendores”.



Por seguir un cierto orden en el análisis de esta extraordinaria novela, me gustaría, en primer lugar, destacar la belleza del comienzo de la novela. Ese comienzo que nos dará ya la pauta que marcará todo el devenir del texto. Miles trabaja en  la Compañía Inmobiliaria Dunbar, que subcontrata sus servicios de «mantenimiento de viviendas» a los bancos de la zona que ahora son los dueños de las propiedades en cuestión y él se dedica a fotografiar objetos y recuerdos que los antiguos dueños han dejado allí. Digamos que quiere apropiarse del espíritu de las cosas. La novela está repleta de detalles que demuestran su manufactura reposada y artesanal y es ahí en dónde el autor demuestra un gran virtuosismo.



En la novela vemos que constantemente hay dos temas, que bajo diferentes aspectos narrativos, están continuamente gravitando: el béisbol y la literatura (ambos temas recurrentes en casi toda su producción literaria) Y que, de hecho Auster, los utiliza, en cierto modo como hilo conductor de su relato. Indudablemente este libro, en mi opinión, tiene bastante de autobiográfico. Es indudable que todo el relato de Morris Heller (el padre de Miles) y de su editorial y de su relación con los escritores, especialmente en su relación con el escritor Renzo Michaelson, tienen muchos guiños autobiográficos. Curiosamente al igual que le ocurren al padre de Morris en “Sunset Park”, el propio Auster quiso dedicarse al béisbol hasta que sufrió un accidente deportivo que le retiro de su práctica.



En un punto en que me gustaría incidir especialmente en esta reseña, es el uso en la obra de Paul Auster de la figura del narrador. En mi opinión creo que es uno de los mejores escritores en su utilización. De hecho el propio Auster, en la propia novela, hablándonos de la obra maestra del genial escritor norteamericano Francis Scott Fitgerald “El gran Gatsby”, reconoce que gran parte del mérito de esta obra maestra recae en la elección del autor de darle la voz del narrador al personaje de  Nick Carraway, “…sin la humanidad y comprensión de Nick, no seríamos capaces de sentir nada por ellos. Nick es el elemento determinante de la novela. Si la historia la hubiera contado un narrador omnisciente, no habría sido ni la mitad de buena”. En esta novela sí que se trata de un narrador omnisciente, pero que resulta fundamental en el relato. Creo que se verá mejor en un ejemplo extraído de la propia novela:


Si aquella pelota no se hubiera estrellado contra el ojo de su padre, ¿quién podría decir que no lo hubieran matado en la guerra… antes de casarse, antes de que nacieran sus hijos?”.


Creo que en este fragmento se aprecia con toda nitidez el uso magistral que hace Paul Auster del narrador omnisciente, que nos permite incluso ahondar en los pensamientos más íntimos de los personajes, eso sí, dotado de esa necesaria distancia y lejanía que aporta la figura del narrador omnisciente. Pero sin duda, otro de los puntos fuertes del autor, como comenté un poco más arriba, es su creación de caracteres y de personajes. “Sunset Park” está estructurada fundamentalmente en la narración de los dos personajes principales: Morris Keller y su hijo Miles. Es una delicia leer esta novela y ver cómo Auster nos arrastra, sincopadamente, con ambos relatos que en algunos puntos convergen. Ambos, padre e hijo, son personajes torturados, con traumas que arrastran a lo largo de los años. En el caso del padre sigue anclado y traumatizado por el dolor producido por la muerte de su padre; en tanto que en el caso del hijo, por su participación involuntaria, pero que a Miles le sigue torturando, en la muerte por atropello de su hermano.


 
Me ha gustado también mucho todo el relato de la vida, que tan primorosamente nos teje el autor, en la casa de okupas de Bing Nathan. Ese joven gordo y desgarbado tan preocupado por su falta de éxito con las chicas. Sin embargo, creo que es uno de los personajes más interesantes. Bing es un nihilista, y en mi opinión germen de todo ese movimiento social de los indignados en los Estados Unidos que está tomando fuerza y concienciando a algunos segmentos de los sociedad norteamericana. Me voy a permitir transcribir un par de descripciones que nos hace el propio Auster de este singular personaje:



“Es el guerrillero del agravio, el campeón del descontento, el detractor militante de la vida contemporánea que sueña con forjar una nueva realidad con las ruinas de un mundo fallido. A diferencia de la mayoría de los inconformistas de su clase, no cree en la acción política. No pertenece a movimiento ni partido alguno, nunca ha hablado en público y no tiene deseos de sacar a la calle hordas coléricas para quemar edificios y derribar gobiernos. Su postura es puramente personal, pero si vive de acuerdo con los principios que ha establecido para sí mismo, está convencido de que otros seguirán su ejemplo”.



“Asume que el futuro es una causa perdida y si el presente es todo lo que cuenta ahora, entonces debe ser un presente imbuido del espíritu del pasado. Por eso rehuye los teléfonos móviles, los ordenadores y todos los objetos electrónicos: porque se niega a tomar parte en las nuevas tecnologías”.



No me puedo resistir a comentar que en esta novela, como en toda su producción, los personajes suelen ser complejos y poliédricos, que a lo largo de la novela vemos cómo van evolucionando y cómo van interactuando entre ellos y precisamente los contornos de esas relaciones van articulando la narración. Sunset Park, es una novela plenamente realista, y narrada, en términos generales, de un modo lineal, alejada, en ese sentido, de algunas de sus anteriores novelas, en las que abundaba un mayor componente “fantástico”.



Como pergeñé al principio de esta reseña, Auster disecciona la realidad de la sociedad norteamericana de hoy. Veremos, en los okupas de Sunset Park, los efectos devastadores de la crisis en Estados Unidos, no sólo económicamente, sino también socialmente. El propio autor, nos establece un cierto paralelismo entre la situación de Estados Unidos al terminar la segunda guerra mundial, en su faceta de descomposición del antiguo modelo social de antes del conflicto, y la actual de la crisis y la frustración. Para ilustrarnos este paralelismo Auster utiliza a un personaje llamado Alice Bergstrom que vive con los demás okupas, porque no tiene posibilidad económica de vivir en otra parte. Esta chica está preparando una tesis. Y en esas tesis está estudiando la película de William Wyler “Los mejores años de nuestra vida” (1946). Creo que lo mejor es que el lector, cuando lea esta novela, se de cuenta de la maestría con la Auster nos muestra los paralelismos entre ambas situaciones. Pero, sin embargo, el autor nos sugiere que la salvación está, o puede estar,  en el amor y en el arte. Para mí es un honor coincidir con un maestro y un artista de la talla de Paul Auster. De hecho, cuando cree este blog lo hice bajo la siguiente premisa: “En estos tiempos de crisis, siempre nos quedarán las artes... y como no los libros para hacernos más llevadera nuestra existencia...”.



Como comentaba al principio resulta un placer ver cómo Auster es capaz de dar vida a este relato y con la maestría y el dominio técnico con el que lo hace. Y lo mejor de todo, es que cuando lo lees parece sencillo y natural e, incluso, está también escrito que parece que el autor lo ha ido escribiendo según se le iba ocurriendo, sin tener un plan concebido de su novela. Y ése es el gran mérito de Paul Auster su técnica es tan prodigiosa y tan apabullante que nos da la sensación de que no hay tal trabajo técnico. Como decían los antiguos en la sencillez suprema está el arte y la belleza.



En definitiva, y a modo de resumen, creo que “Sunset Park” es una novela de obligada lectura para todos los amantes de la literatura. Me atrevería incluso ha añadir, que para las persona que aún no hayan leído a Auster, creo que esta podría ser una novela especialmente indicada para introducirse en su “particular” mundo narrativo. “Sunset Park” es una novela amena y fácil de leer, que tras esa aparente facilidad oculta un discurso de un profundo calado sociológico y humano.



Dicho todo lo cual, y en consideración a todo lo anteriormente referido creo que la puntuación que haría más justicia a la novela “Sunset Park” del escritor norteamericano Paul Auster sería de un 8,25/10.


© Luis Alberto Cao



8 comentarios:

  1. Buena reseña, aunque en mi opinión excesivamente larga. He leido este libro y me ha gustado. Auster es un escritor al que sigo bastante y del que poseo la mayoría de sus libros. Por eso puede parecer una contradicción que diga que, en mi opinión está sobrevalorado. Pero bueno, también tengo muchos libros de Follet, que siendo, quizás el que más vende, no me parece uno de los mejores autores contemporaneos. Coincido en casi todo lo que dices (prefiero no entrar en detalles) pero me gustaria expresar mi opinión sobre los analisis que se suelen hacer sobre los libros. Desde mi punto de vista las historias son sólo historias y no creo que sea preciso psicoanalizar a los personajes ni tratar de buscar sentidos más profundos a lo que está escrito. La mayoría de las veces los escritores escribimos sin más ambición que crear unos personajes y expresarnos a través de ellos. Contar historias por el mero placer de hacerlo. A menudo he leido diferentes críticas sobre el mismo libro con interpretaciones distintas, y me pregunto qué pasaba realmente por la mente del autor cuando lo escribió. Nunca lo sabremos. Pero la magia de los libros es que siendo el mismo libro siempre es diferente, porque cada persona que lo lee es diferente.
    no me enrollo más, sólo felicitarte por tu reseña y desear que algún día puedas escribir alguna igual sobre alguno de mis libros.
    Un Abrazo.

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  2. Amigo Hombresinpasado, te agradezco mucho tu extenso y atinado comentario. No conozco, obviamente, nada de tu producción literaria. Si quieres puedes escribirme a la dirección de correo que aparece en este blog y me cuentas de tu obra, por si más adelante pudiese reseñar alguna de tus novelas. Un abrazo y gracias por tu seguimiento

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    1. Respecto a la lista de las obras mas importantes de la literatura, ¿Estoy tonto y no he visto EL QUIJOTE o el que está tonto es el que ha hecho la lista que se lo ha saltado?

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  3. me lo estoy leyendo , me ha encantado tu reseña... trabajada, extensa, y acertada! besos

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  4. A diferencia de lo que dicen por ahí arriba, no me parece que te hayas excedido en la extensión de la reseña. Creo que todo el espacio del mundo es poco para hacer mención y homenaje a Auster. He leído Sunset Park y coincido en la mayoría de detalles que comentas, es más, me alegra ver que no soy la única que disfruta con lo que yo llamo "El universo Auster".
    Buen trabajo, enhorabuena. Seguiré de cerca este blog.

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  5. Gracias por tu reseña, la verdad es que siempre que termino un libro de Auster busco algun tipo de analisis, es mi forma de recrear de alguna manera el taller literario al que no puedo asistir. Me gustaría poder ver la peli de los mejores años de nuestra vida, para poder encontrar mas paralelismos con los personajes. Tu la has visto?
    En mi opinión la novela es muy buena, aunque algunos elementos austerianos como el beisbol, los toques autobiograficos me han resultado un poco repetitivos (he leido unas cuantas novelas de este autor ya) aunque sigo disfrutando del "universo auster" y espero seguir haciendolo. Hasta la proxima

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  6. Lo siento. Sí, los personajes interactuan y nos muestran la realidad de EE. UU. (muy al fondo, demasiado...) Pero hay algo que no cuaja, no se profundiza, Auster abandona el clima desconcertante y opresivo de sus grandes libros en los que pone al ser humano en situaciones límite, lo que, para mí lo hacía apasionante. Este es un Auster que parece querer "renovarse" y solo consigue ser farragoso e incluso irritante, desconocido.

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  7. La lectura ayuda a perfeccionar, mejorar y desarrollar el lenguaje. Es una forma de ampliar conocimientos a la vez que nos ayuda a aumentar la capacidad de observación y concentración de cada detalle. Son muchas las personas que quieren adentrarse en el mundo de la escritura para exponer su propio libro, sus propias ideas y pensamientos.

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