sábado, 4 de febrero de 2012

Yo, mi, me… contigo. David Safier



Título original: Plötzlich Shakespeare.
Autor: David Safier
Traducción: Lidia Álvarez Grifoll
Editorial: Seix-Barral
ISBN: 9788432209413
Páginas: 304.
Año de esta edición: 2011.




“Yo, mi, me … contigo” es la última novela que ha publicado en España el autor germano David Safier. Este autor se dio a conocer con su primera novela “Maldito Karma” que fue todo un bestseller. Como iré desgranando y analizando a lo largo de esta reseña David Safier ha conseguido  hacerse un hueco entre los autores de este subgénero de las novelas de humor. Lógicamente al hablar de este subgénero no puedo menos de citar a Tom Sharpe con su divertida saga de Wilt, así como otras novelas, que más adelante referiré, que en mi opinión han influido al autor a la hora de escribir esta novela. Vaya por delante, que estamos hablando de una novela con escasas pretensiones literarias, que lo único que busca y pretende es entretener y hacer pasar un buen rato. El problema es que no acaba de conseguirlo y se pierde en chistes fáciles y manidos. Da la sensación que la novela está construida a base de retales para ir enhebrando sus “gags”.


Como es habitual comenzaremos por transcribir una breve sinopsis para situar, desde un punto de vista argumental, al lector:


“Ya es bastante difícil que un hombre y una mujer compartan la vida. Pero cuando un hombre y una mujer tienen que compartir además el mismo cuerpo, el caos es completo… Rosa busca soluciones para su corazón roto. Un día, mediante hipnosis, es transportada al pasado, con tan mala fortuna que se ve transformada en un caballero que está batiéndose en duelo. Estamos en el año 1594, y ese hombre se llama William Shakespeare. Rosa no podrá volver al presente hasta que descubra qué es el verdadero amor, y para lograrlo sólo cuenta con la ayuda de un Shakespeare enamoradizo que odia sentirse controlado por una mujer. Mientras discuten entre ellos compartiendo un mismo cuerpo, se darán cuenta de que antes de poder amar a alguien deben aprender a quererse a sí mismos”.



Antes de sentarme a escribir esta reseña me he cuestionado sobre el modo como debía enfocarla. Quiero dejar sentado, antes de comenzar, que personalmente me parece una novela de una calidad ínfima. Esto no quita para reconocer la habilidad del autor para mezclar en esta novela los ingredientes, en su justa proporción, para garantizarle unas cuantiosas ventas. Estos ingredientes son fundamentalmente dos: la moralina de la autoayuda y, por otra parte, un texto sencillo y sin excesivas pretensiones que no requiera grandes quebraderos de cabeza, y todo esto sazonado con unas dosis de humor. Pero vamos a analizar un poco más despacio cómo David Safier ha incluido todos estos ingredientes.



En “Yo, mi, me … contigo” resulta evidente, ya desde el comienzo de la novela, que su finalidad es claramente de autoayuda. Rosa representa a una treintañera, insatisfecha con su físico, asidua a los agencias de contactos de internet, que piensa que ha perdido para siempre al amor de su vida… Por cierto ¿todo esto no os recuerda a una famosa novela, de una autora británica, que, por cierto, fue llevada al cine? Ya desde las primeras páginas de la novela me pareció evidente su parecido con “El diario de Bridget Jones” de Helen Fielding. Por eso comentaba un poco más arriba la habilidad de David Safier aprovechando retales exitosos para escribir su obra. Después de toda la peripecia que vive Rosa en el cuerpo de Shakespeare, la novela culmina con su “vena” de autoayuda explícita, que me voy a permitir transcribir literalmente:


Sólo cuando se ama a sí mismo puede amar de todo corazón a los amigos, la vida, el mundo… o incluso a su pareja”.



La trama resulta absolutamente surrealista, eso sí narrada de un modo simple y lineal, que no suponga ningún esfuerzo para el lector. De hecho, si analizamos con un poco más de atención el texto, veremos que más que una novela parecería un guión de una típica “sitcom” (comedia de situación), sus diálogos breves y funcionales, como meros vehículos para propiciar la situación cómica. Me gustaría detenerme un poco para analizar el sentido del humor, por cierto un humor bastante burdo en algunos momentos, del que hace gala el autor. Fundamentalmente sus “golpes” de humor suelen ser de naturaleza escatológica. Esto se ve de un modo más explicito en la escena en que Shakespeare/Rosa encuentra a la reina Isabel I de Inglaterra sentada en el “trono” del excusado. O bien todo lo relativo al sexo y el erotismo, véase la escena cuando se baña desnuda la condesa María en el lago. Por lo tanto nada que ver con un sentido del humor fino e inteligente.




 
He echado en falta en la edición española de la novela, de algunas notas al pie de página. Me explico. El autor hace muchos juegos de palabras, con expresiones en inglés, que para el lector que no conozca la lengua de Shakespeare resultarán totalmente incomprensibles. Sin embargo hay que reconocer el mérito y el trabajo de la traductora, Lidia Álvarez Grifoll, en una novela dificilísima de traducir con juegos de palabras y retruécanos intraducibles al castellano que Lidia ha sabido verter con bastante fortuna a nuestra lengua. Sin embargo en algunas expresiones pienso que no ha estado tan afortunada. Citaré un par de ejemplos. Al principio de la novela el autor nos dice, refiriéndose a Rosa: “Las pantorrillas demasiado gruesas y, con mala luz, parecía un puma con la tripa caída” A mi, personalmente ese “con mala luz” me resulta muy extraño en castellano, casi cacofónico. Creo que hubiese sonado mucho más correcto diciendo “en penumbra”. En este otro ejemplo aún resulta más evidente “Me dolía la herida del cuello y me hacían daño (sic) los brazos”, me parece una pésima traducción decir “me hacían daño”, cuando lo más obvio y lo más correcto sería decir “me dolían los brazos”.  Por otro lado, me ha resultado también muy curioso y original, cuando Shakespeare y Rosa dialogan entre ellos dentro del cuerpo de Shakespeare y ambos utilizan la primera persona del singular. Me ha parecido un buen recurso literario para expresar que ambos, de algún modo, son el mismo.



En “Yo, mi, me… contigo” de alguna manera el autor vuelve a transitar por caminos ya andados en “Maldito Karma”. Vemos que el Conde de Essex, es exactamente igual que Jan que es el gran amor de Rosa y que la mujer de la que está enamorado Essex es idéntica a la mujer de Jan, sugiriendo todo ese tema de las reencarnaciones y como todas nuestras acciones que hagamos redundan en nuestro Karma y que el amor está por encima de todo (todo muy autoayuda new-age). Como resulta evidente esta novela no nos aporta prácticamente nada nuevo, no deja de ser una novela más siguiendo esa senda de “Maldito Karma” que le ha reportado pingües beneficios al señor Safier.



La novela termina la peripecia de Rosa en el cuerpo de Shakespeare de un modo absurdo y lamentable, digno colofón a esta novela que, en mi opinión, me parece totalmente prescindible. Admito que pueda resultar divertida, por momentos, pero que no espere, en ningún caso, el eventual lector de “Yo, mi, me … contigo” nada más… porque no lo encontrará.


Me ha llamado la atención que en la portada, tanto en el caso de “Maldito Karma” como en esta novela, aparezcan un perro y un gato. Honestamente no entiendo la relación con la novela, la verdad.


Ya para ir terminando me gustaría compartir una reflexión con vosotros. Es curioso, porque en esta reseña me ha ocurrido lo contrario que en la inmensa mayoría de las demás que he hecho hasta ahora. En las otras reseñas siempre se me quedaban multitud de notas y apuntes en el tintero, dignas de ser analizadas y comentadas,  que no podía publicar por razones de espacio. En este caso no ha ocurrido así.



Dicho todo lo cual e intentando ser lo más justo a la hora de enjuiciar esta novela, y considerando todo lo dicho anteriormente creo que la puntuación más adecuada para “Yo, mi, me… contigo” de David Safier sería de un 3,00/10.


© Luis Alberto Cao

(Para ambientar la reseña y situar al lector he colgado un video sobre la ciudad de Stratford- upon-avon cuna del inmortal dramaturgo inglés)



5 comentarios:

  1. Lo sabia!!! gracias por el comentario Luis Alberto. Esta novela -como otras- cuenta con una publicidad sorprendente, y uno espera una buena lectura que nunca se concreta. Previsible como pocas y aunque pretenda ser divertida decae en bromas pobres. No me gusto. No.
    Muchas gracias por la critica...
    Saludos, Meni Cash

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  2. Pues muchas gracias por ahorrarme el dinero y el tiempo que podría haber invertido en leer esta novela. Seguro que las he leído peores, y las que me esperan, pero si me advierten… Gracias.
    Hasta pronto.

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  3. Pues si que ha sido un ahorro de dinero y de tiempo de lectura, muchas gracias por esta claridad en la descripción del libro, hasta muy pronto-

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  4. Esta es la tercera novela que leo de este autor. Maldito karma me pareció fantástica y muy, muy divertida. En cambio, Jesús me quiere y Yo, mí, me ... contigo me han parecido bastante flojitas. Las tres son entretenidas, cortitas y fáciles de leer. ¡Pero como la primera ninguna! ¡Recuerdo que no paré de reír en todo el rato! Vaya, de las tres me quedo con Maldito karma sin lugar a dudas.

    Un abrazo

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  5. Ayer leí este libro. Quería leer un par de capítulos, y sin embargo no pude parar hasta terminarlo. Me encantó. Sí es cierto que eché en falta notas de la autora a pie de página. De todas formas, Maldito Karma me sigue pareciendo el mejor de los tres.

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