martes, 31 de enero de 2012

El síndrome E. Franck Thilliez.

Título original: Le síndrome E.
Autor: Franck Thilliez.
Traducción: Joan Riambau Möller.
ISBN: 9788423345311.
Editorial Destino.
Colección Áncora & delfín.
Páginas: 576.
Año de edición: 2001.



Impactante, turbadora y profundamente desasosegadora. He querido empezar esta reseña de la novela “El síndrome E” del escritor galo Franck Thilliez, con estos epítetos. Epítetos que reflejan mi estado de ánimo después de su lectura. Este es un thriller que apela directamente a las vísceras, un auténtico torpedo en la línea de flotación. Un libro que al terminar su lectura obliga a detenerse y pensar, sobre la carga de profundidad que se halla en su interior. Al final de esta reseña/comentario me extenderé algo más sobre este particular. . Su lectura llega a ser adictiva y sabe mantener alto el interés desde la primera línea hasta la última, en el primer caso metafóricamente y en el segundo textualmente, ya que esta novela no dejara de deparar sorpresas hasta en la última línea (literalmente). Bajo estos presupuestos me dispongo a analizar en profundidad esta novela e intentaré objetivar, todo lo posible, mis opiniones al respecto.



Como suele ser habitual en todas mis reseñas creo que lo mejor será, para situar al lector y contextualizar mis comentarios, reseñar someramente la sinopsis argumental de esta rica e interesante novela. He decidido seguir las palabras del autor para resumir su propia novela.



“Desde los barrios de El cairo a los orfelinatos de Canadá en los años 50, una historia que se adentra en algo atemorizador e impactante bautizado como el Síndrome E. Un hecho muy extraño altera el verano de la teniente Lucie Hennebelle: un ex amante suyo se ha quedado ciego cuando visionaba un cortometraje que acababa de comprar. Una película, muda, anónima, con un toque malsano, diabólico y enigmático. A trescientos kilómetros de distancia, el comisario Franck Sharko, acepta volver al servicio bajo la presión de sus jefes, tras haber abandonado el departamento. Se han hallado cinco cadáveres a dos metros bajo tierra que resultan imposibles de identificar, ya que tienen las manos cortadas, la cabeza abierta y cerebro, dientes y ojos extraídos”.



En primer lugar, y para ser franco con todos mis lectores, debo decir que “El síndrome E” no es una novela que vaya a pasar a la historia de la literatura; le falta una planteamiento estilístico y literario. Pero sí que es un “best-seller” que resulta interesante y muy adictivo. En esta novela Franck Thilliez ha sabido tejer, minuciosamente y con mucha sabiduría, una trama que sabe atrapar e ir enredando al lector página tras página. De hecho el arranque de la novela ya es impresionante de por sí, cuando vemos que Ludovic Sénéchal, que fue durante siete meses la pareja de la teniente Hennebel, la protagonista, ha perdido la vista después del visionado de una vieja película muda. En esa película se refleja todo el odio y la maldad de una mente enferma.  Y a partir de ese momento la novela será una montaña rusa de emociones. Lo que sí que me gustaría precisar es que el autor “juega limpio” y no se guarda ningún dato esencial ni pretende engañar al lector. Por el contrario, el lector irá desenmarañando la madeja a la par de las investigaciones de los protagonistas. Lo que resulta francamente interesante.  Aunque, en honor a la verdad, debo decir que conforme avanzaba en la lectura del libro, pensaba que Thilliez estaba enrevesando la trama demasiado, que le terminaría llevándole a un callejón sin salida  y me maliciaba que le iba costar rematar la obra de un modo satisfactorio; pero me equivocaba. Franck Thilliez me ha demostrado en esta novela que es un gran autor de novela negra y que sabe manejar los hilos de la acción con mucha habilidad.



Desde un punto de vista formal, debo decir que me ha resultado un texto funcional y en mi opinión muy lastrado por la gramática cinematográfica. Lo cual está muy bien, no digo que no, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra sociedad está “hipericonizada”, valga esta palabra que me acabo de inventar; en el sentido de que es fundamentalmente deudora de la imagen. Pero lo gramática literaria es diferente. En decenas de detalles vemos que es una novela muy “cinematográfica”, empezando por la propia película “maligna” y esa plasticidad con la que el autor nos la describe tan vívidamente que casi podemos verla. La narración está estructura en capítulos que al principio nos van mostrando por separado a los dos protagonistas, de un modo independiente, hasta que en un cierto punto convergen ambas historias. “El síndrome E” está contada por un narrador omnisciente en tercera persona, y la historia es prácticamente cronológica, a excepción de la evocación de algunos breves flashbacks en labios de los personajes. El relato se extiende a lo largo de varios países Francia, Bélgica, Egipto, Canadá, Ruanda, Vietnam… y otros países, dibujando una macabra geografía del horror y de la barbarie. Esta multitud de países citada es obligada, para los fines que busca el autor, ya que nos muestra la universalidad de la brutalidad, por encima de países, culturales y cualquier otro condicionante.






Reconozco que he quedado gratamente impresionado por la figura del Comisario Franck Sharko. Este es uno de los grandes méritos de Thilliez. Ha sido capaz de crear un personaje inolvidable. Particularmente interesante me ha parecido su caracterización como un enfermo mental, en concreto esquizofrénico-paranoico. De hecho la novela empieza que le están tratando mediante una serie de descargas cerebrales. Sharko arrastra un drama familiar, que se le representa por la figura de Eugénie que en su mente enferma representa todos esos demonios interiores que arrostra. Vemos que el comisario Sharko es un perdedor, un hombre vapuleado por la vida, un hombre que ha perdido la fe en el género humano, dotado además de un elevado sentido de la justicia. Justicia que a veces se toma él por su cuenta. En esta novela y para que sirva de equilibrio, y a su vez contrapeso, el autor nos presenta a la teniente Lucie Hennebelle. Lucie es madre de dos gemelas a las que tiene que cuidar en solitario, porque el padre la abandonó. Ha intentado buscar pareja, pero no consigue encontrarla, se siente sola. La investigación hará que ambos se conozcan y se aferrarán como dos náufragos el uno al otro, para evitar su hundimiento. En cuanto al resto de los personajes, son claramente episódicos y el autor tampoco se esmera mucho en su dibujo. A esto me refería cuando, un poco más arriba, hablaba que a esta novela le faltaba entidad literaria. Es claramente un libro que busca el entretenimiento, y lo consigue, pero que no busca la excelencia y la belleza literaria.



Todo lo referido en el apartado anterior, nos daría una visión de la novela desde un punto de vista formal y literario. A partir de ahora me gustaría entrar en el comentario sobre el tema de fondo que Franck Thilliez nos plantea en esta inquietante novela. Antes de nada me gustaría precisar que me encantaría alargarme mucho en esta parte, pero me obligaría a entrar en el  fondo de la novela y “destriparla”. Nada más lejos de mi intención. Lo que recomiendo encarecidamente al eventual lector de estas líneas,  es que lea la novela. En cualquier caso voy a dar algunas pinceladas para profundizar un poco más en el comentario de “El síndrome E”.



Fundamentalmente la novela pivota sobre el tema del lavado de cerebro y sus técnicas, así como su utilización. La novela, a pesar de ser una ficción, está muy bien inserta en la realidad. De hecho en el texto el autor nos da muchas informaciones que, personalmente, he comprobado en Internet. De hecho, una vez leída la novela sugeriría al lector que bucease en Internet sobre el “proyecto Mk ultra”. Thilliez también nos hablará de las imágenes subliminales y de cómo pueden modificar nuestra conducta y nuestros deseos. Una de las partes que más me han dado que pensar es cuando el autor nos sugiere que todos esos videojuegos de violencia, tan de moda sobre todo entre los más jóvenes, pueden ir, poco a poco, modelando nuestros cerebros predisponiéndonos inconscientemente a la violencia. Y quién no nos dice que tras esos juegos y todas esas imágenes no haya oscuros y espurios intereses…. Insisto en que me quedo con ganas de comentar muchas más cosas, pero creo que lo único que haría sería perjudicar su recomendable lectura. Pero al menos, voy a permitirme transcribir, aunque sea someramente unas líneas en las que el autor nos habla de las imágenes subliminales:



“Lucie conocía el principio de las imágenes subliminales. Aparecen de manera tan breve que el ojo no tiene tiempo de reconocerlas, a diferencia del cerebro, que sí consigue «verlas». La policía recordó que François Mitterrand utilizó esa técnica en 1988. El rostro del candidato a la presidencia francesa apareció en la careta del informativo de Antenne 2, pero no durante el tiempo suficiente para que el espectador pudiera percibirlo de manera consciente”


“El síndrome E”, es una novela trepidante, que no da un instante de respiro, y además está muy bien rematada y muy bien resulta. Veremos cómo al final el autor cierra todos los interrogantes y todos los cabos que habían quedado sueltos.  Por otra parte el final resulta, al menos en mi opinión, totalmente inesperado y sorprendente. Pero ahí no terminan las emociones de esta montaña rusa. Cuando parece que ya todo ha terminado, en el epílogo, en las últimas líneas Thilliez nos tiene reservada otra sorpresa más, una última vuelta de tuerca.



Incluso en los momentos más delicados narrativamente hablando el autor sabe salir airoso. Uno de esos momentos complicados es cuando nos narra la incipiente relación entre los protagonistas. Recomiendo para los lectores otro de los momentos hermosos de la novela y es cuando definitivamente Eugénie abandona al Comisario Sharko…



Una auténtica lástima no poder extenderme mucho más en el análisis de esta novela. A modo de resumen diré que me ha gustado mucho la historia que cuenta, está bien hilvanada y manejando la “tramoya escénica” con mucho oficio, sin que se note. Sabiendo mezclar la realidad con la ficción con tanta maestría que al final de la novela no sabes distinguir la realidad de la ficción. Pero, desde un punto de vista estrictamente formal, me ha parecido algo pobre, tanto en las caracterizaciones de los personajes secundarios, como en su uso lingüístico. Es evidente que Franck Thillier no busca la excelencia lingüística, busca más el efectismo y las ventas y eso, sobradamente, lo consigue. Por cierto, recientemente sea publicado la última novela de este autor: Gattaca y yo, personalmente, ardo en deseos de leerla, a pesar de pertenecer a este subgrupo literario de literatura de consumo. Por último me gustaría hacer una mención especial a su buena edición y traducción al castellano y particularmente a la portada que me ha parecido especialmente turbadora.



En conclusión, me parece una lectura muy interesante y adictiva, que sabe dosificar con habilidad y oficio el uso de las tramas y por todo eso creo que es muy recomendable como lectura para pasar un buen rato. Ahora bien, que tampoco busquen mucho más que eso de este libro. Por lo tanto y a la vista de todo lo expuesto más arriba y considerando que a la hora de valorar  y enjuiciar una novela me apoyo sobre dos columnas que son el fondo y la forma, creo que la puntuación, en mi opinión, más justa para evaluar la novela “El síndrome E” de Franck Thilliez sería de 7,75/10.


Reseña de Gataca de Franz Thillier en "las bizarrías de Belisa:

http://www.bizarriasdebelisa.com/2012/05/gataca-franck-thilliez.html

© Luis Alberto Cao

11 comentarios:

  1. Excelente entrada. Enhorabuena Luis Alberto. A mi también me gustó mucho, y Gattaca es una de mis próximas lecturas. Un abrazo compañero.

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  2. Muchas gracias amigo Julio, tus palabras son para mí un placer y todo un orgullo viniendo de un experto y, además, un gran amante de la novela negra. Un abrazo compañero

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  3. Después de tú reseña sobre este libro, creo que lo voy a tener en mi lista de libros pendiente, ya que tus reseñas siempre son muy acertadas. Gracias Luis Alberto.

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  4. Me ha gustado y lo acabo de comentar en mi blog. Mucho más espeluznante La línea negra, de Grangé, otro francés.
    Un saludo

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  5. A mi me ha gustado y engancha bastante pero me gustaria saber si alguien ve segundas intenciones en el final.no quiero decirlo abiertamente para no destriparlo..

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  6. Acabo de leerlo y me ha parecido una novela magnífica, como bien dices en tu artículo, el libro engancha desde el principio hasta el final sin bajar ni un ápice. Por otra parte yo también pienso que puede haber una segunda parte. Y como a mí sí me gusta destripar el final (siempre lo hago cuando hablo de cine o literatura) el asesino es el mayordomo...XDDD
    Un saludo

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    1. Con esto de XDDD, te referis a que no es el mayordomo.

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  7. Hola amigos anónimo y Miguel, en primer lugar gracias por vuestros comentarios, siempre ayudan a enriquecernos. La segunda parte en El Sindrome E, es Gataca que resuelve ese final tan dramático e inquietante con el que termina el Sindrome E. Merece la pena. Un abrazo amigos

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  8. Acabo de terminar Gataca y me ha parecido otro novelón como la copa de un pino. Al principio parece un poco menos interesante que El Síndrome E (normal por otra parte ya que la primera novela es tremenda) pero esa sensación pasa rápido y de nuevo te metes dentro de la magnífica trama. Me parece realmente increíble como el autor es capaz de enlazar crímenes de la prehistoria con hoy en día. Altamente recomendable. Un pero, en esta historia, el asesino también es el mayordomo...XDD
    Un saludo.

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  9. Pues sí amigo Miguel, son dos novelas francamente magníficas. Totalmente recomendables para los amantes del género negro y en general para todos los lectores. Por cierto, no sé si has reparado que esta novela está también reseñada en este blog.

    Un abrazo amigo y gracias por tu comentario

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  10. Leyendo vuestros comentarios no tengo claro que mi libro cuente la misma historia que el vuestro... Un verdadero y lioso coñazo!

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