viernes, 27 de enero de 2012

Niños feroces. Lorenzo Silva.



Título: Niños feroces.
Autor: Lorenzo Silva
ISBN: 9788423345106
Editorial Ediciones Destino.
Colección: Áncora y Delfín.
Páginas: 395.




Ayer terminé la lectura, atenta y reflexiva, de la última novela de Lorenzo Silva, “Niños feroces” y, como es costumbre, no me he sentado a redactar esta reseña hasta hoy. Creo que es necesario este período de reflexión e introspección antes de enjuiciar y comentar esta novela. Tiempo necesario, sin duda alguna, para aquilatar y objetivar esas vívidas impresiones que aún nos zarandean cuando acabamos de cerrar un libro. Impresiones, creo yo, incompatibles con lo que deber ser un análisis desapasionado, profundo y exhaustivo. “Niños feroces” es una novela de una gran riqueza que se presta a un detenido análisis, más sobre la forma, que desde un punto de vista técnico me parece francamente sobresaliente, rozando en algunos momentos la maestría, que sobre el fondo en sí, que, honestamente, no me ha acabado de convencer mucho. Más adelante me extenderé más sobre éstos y otros detalles de la novela.


Como es habitual, y por seguir un orden lógico para introducir al eventual lector en este relato, comenzaré pergeñando someramente, eso sí, la sinopsis argumental de la novela:


“Lázaro es un joven aspirante a escritor de 24 años de edad. Se considera un joven diferente a todos los demás que le rodean. No se ve haciendo lo que hacen los jóvenes de su edad. Su gran pasión desde su infancia ha sido la literatura. Es un lector voraz que lee una media de 200 libros al año (¡!) Y como todos los grandes lectores, tiene sus veleidades como escritor, pero no es capaz de escribir un relato de más de una docena de páginas. Enseguida se le acaba la inspiración. Y esto le frustra tremendamente. Lázaro decide apuntarse a un taller literario.
Su profesor, que también se llama Lázaro, es un escritor de un cierto éxito. Un día el comenta a su alumno que tiene talento y le propone darle una historia para que él desarrolle una novela. Al día siguiente y para empezar a trabajar sobre la novela le lleva a un funeral. Ese funeral se esta oficiando por el alma de un tal Jorge García Vallejo y Lázaro comprueba que la mayoría de las personas que asisten son falangistas con sus camisas azules, terminan el funeral cantando el “cara al sol”.
El profesor irá guiando a su alumno para que vaya casando las piezas de la vida de Jorge García Vallejo para ir componiendo la novela. Esa novela que le llevará a seguir sus pasos a través de sus viajes con la División Azul a los gélidos campos soviéticos y finalmente a Berlín, como soldado de las Wafen-SS cuando ya era inevitable el hundimiento del régimen nazi…”



Lorenzo Silva es, que duda cabe, uno de nuestros escritores jóvenes más reconocidos en la actualidad. Pero además de eso me ha demostrado que es un gran conocedor del oficio literario y que en “Niños feroces” nos hace toda una demostración empírica de su dominio de la técnica narrativa, como comentaba un poco más arriba que en algunos momentos roza la maestría. El texto está articulado en tres planos narrativos diferentes, que a su vez, como una especie de muñecas rusas, están anidados unos dentro de otros. Pues bien un planteamiento técnicamente tan complejo y difícil de sostener, en la pluma de Lorenzo Silva parece un juego de niños. Y ahí está la dificultad del arte en hacer fácil lo complicado. Está tan bien escrito que estos cambios de nivel narrativo son prácticamente imperceptibles, pero sin embargo, no inducen a la confusión. Estructuralmente la novela no tiene capítulos, ni ningún tipo de división forzada, bastarán esos diferentes niveles para ir punteando brillantemente el ritmo de la narración.



Niños feroces es un texto de obligada lectura para todo aquel que se quiera dedicar al mundo de la literatura. El texto rebosa de sabios consejos para los escritores noveles y derrocha conocimiento de la pedagogía literaria. Voy a permitirme citar sólo un par de ejemplos, aunque sólo en este detalle podría dar lugar a decenas de citas entresacadas de la novela.


“Pues ahora hay que juntar el resto de las piezas. La historia has de contarla de principio a fin. No necesariamente en ese orden, pero sí conviene que el que te lea sepa todo lo relevante cuando la acabe”.


“Con estas palabras, mi profesor me previene contra los deslizamientos que, según él, puede sufrir un escritor a la hora de abordar las escaramuzas amorosas, no menos comprometidas, en lo que al tono se refiere, que las de índole bélica. Y me los enumera:
- El deslizamiento cursi, cuando te dejas llevar y olvidas que lo más probable es que el que te lee no esté lo bastante enamorado como para comprarte tu tarro de almíbar. El deslizamiento melodramático, cuando te sumerges demasiado en los sentimientos y te empapuzas de amarguras que a la postre son contingentes y nimias frente a la amargura fundamental: la de estar aquí para consumirnos y hacernos trizas en el empeño”.



Pero además la novela es obra de una persona enamorada de la literatura y que contagia a los lectores de su pasión. Es una novela que trata sobre la literatura y profundiza en la meta literatura. A lo largo de la novela discurrirán múltiples homenajes, más o menos velados, a grandes figuras de la literatura: Franz Kakfa, Marcel Proust, Walter Benjamin, Ernesto Sábato, Jorge Semprún, Gunther Grass, etc… El autor nos mostrará el poder de la evocación y de las letras como camino y medio para exorcizar nuestros miedos y nuestras angustias. En definitiva el poder transformador y vivificador de la cultura, frente a la barbarie que el autor nos relata. Especialmente rogaría encarecidamente al eventual lector que se deleitase con la parte de la novela que habla de Walter Benjamín.





La novela está amplia y prolijamente documentada, en mi opinión hasta la exageración. Lorenzo Silva en su loable interés por ceñirse al rigor histórico nos “bombardea”, valga el símil bélico, con un ingente “arsenal” de datos y de citas y reseñas bibliográficas. Que, a veces, nos lleva a “perder pie” y distanciarnos del hilo argumental principal del relato.  Estas digresiones, en mi opinión, son claramente excesivas e innecesarias, sobre todo tratándose de una novela. Pero sobre esa cuestión volveré y me extenderé sobre su análisis un poco más adelante, para seguir un cierto orden metodológico.


La prosa de Lorenzo Silva ha ido evolucionando y perfeccionándose con los años, adquiriendo un sello propio. Ese marchamo es la sencillez y la síntesis. Me ha llamado la atención en un par de ocasiones, a lo largo de la novela, que el autor invierte el orden natural del sustantivo-adjetivo. Me explico. Es admisible, sobre todo tratándose de una obra literaria la inversión del orden, poniendo por delante el adjetivo del sustantivo, porque puede producir un interesante efecto estético. Lorenzo Silva nos habla de “la germánica medalla”, que produce un valor más enfático y de mayor enriquecimiento semántico que si dijésemos, en su orden natural “la medalla germánica”. Sin embargo, me ha parecido claramente improcedente la inversión que se produce en la frase “el negro presbítero” refiriéndose a un sacerdote de color. Ese “el negro presbítero” parece darle un matiz, en cierto modo, de perversidad que tal y como  nos cuenta el autor en el relato no ha lugar.



A lo largo de la obra Lorenzo Silva nos demuestra que es un autor con un gran sentido del humor y con una fina ironía, a pesar de tratarse de un tema tan dramático. Un ejemplo de esta ironía, con la que ironiza el propio autor, valga de la redundancia, es “me dijo (Jorge García Vallejo) que entendía que no hubiera escrito su historia. Que había leído un par de libros míos, y que le parecía un escritor demasiado inteligente para pisar ese charco”. Y eso es algo que hay que valorar del autor: que ha arriesgado en esta novela. Lorenzo Silva podía haber seguir con su exitosa serie sobre el sargento Bevilacqua, sin embargo decidió innovar, arriesgar y crecer como autor y como artista.



Al principio de esta reseña, por así decirlo en la declaración de intenciones, hable encomiablemente de la técnica narrativa tan depurada y magistral del autor, pero también hable que, desde el punto de vista del fondo de la novela, no me había acabado de convencer mucho. Voy a intentar explicarme.



En primer lugar me gustaría puntualizar que, en mi opinión, más que una novela, a pesar de ser un relato novelado, niños feroces es, más bien, un ensayo histórico y además muy bien documentado. Las abundantes digresiones que pueblan y abundan en la novela rompen el ritmo narrativo y a mí personalmente no me han gustado. Por otra parte el andamiaje que sustenta el relato me ha parecido pobre y poco creíble. Las situaciones tremendamente forzadas y poco naturales. Por ejemplo todas esas entrevistas con militares españoles en Irak, ese viaje a París, esos videos que le da el profesor, etc… me parecen demasiado metidos con calzador. Los hechos suceden de un modo incoherente, sobre todo en lo que hace referencia al nivel narrativo principal (para entendernos el relato que hace Lázaro el aprendiz de escritor en tiempo presente).



Cuando leía esta novela no he podido sustraerme a la comparación con la novela “Dime quien soy” de Julia Navarro. Esta novela la reseñé, en este mismo blog, en el mes de diciembre del año pasado. Su tramoya argumental es muy parecida y sus similitudes evidentes. En ambos casos los dos protagonistas intentan escribir un libro, pero ese libro se irá escribiendo a partir de una serie de entrevistas. Ya que he sacado a colación este libro diré que, desde un punto de vista literario, sin la menor duda el libro de Lorenzo Silva es muy superior al de Julia Navarro. Pero sin embargo, como novela, como relato, me ha parecido muy superior el de Julia Navarro.



Esto no quita para que reconozca que algunos momentos de “Niños feroces” me hayan llegado a emocionar. Por ejemplo el comienzo de la novela me parece magnífico, apabullante. Sin duda uno de los mejores arranques de novela que he leído últimamente, escrito con una pericia y una técnica logradísima. También me ha emocionado el relato de la batalla de Krasny Bor, así como la caída de Berlín. Ambas escenas muy complejas en su narración. Al final del libro, en boca del joven Lázaro, el autor abre una amplia digresión que, sin duda, es más un ensayo histórico, como comenté un poco más arriba, que una novela. De hecho ese paralelismo final que Lorenzo Silva insinúa con el movimiento del 15 M, en mi opinión, queda fuera de lugar respecto a lo ya narrado con anterioridad. En definitiva la novela termina de un modo que personalmente me ha dejado frío y con esa sensación agridulce de impotencia ante una novela que no me ha dejado plenamente satisfecho. Y es una pena. De todos modos estoy seguro que un artista del talento, del oficio y del dominio la escritura de Lorenzo Silva, sin duda alguna, nos proporcionará gratas sorpresas en sus próximas novelas.


En mi cuaderno de apuntes, han quedado muchas anotaciones y muchos comentarios, que por las exigencias espaciales propias de lo que es  una reseña no me van a permitir extenderme mucho más. Creo que “Niños feroces” es una novela muy interesante, sobre todo para aprender sobre ese período tan oscuro de la historia de Europa y que por desgracia sigue de máxima actualidad en muchos rincones del mundo. Y especialmente recomendable para todos aquellos que alguna vez han sentido la llamada de sentarse ante un folio en blanco.



Dicho todo lo cual y en atención a todo ello, considero que la puntuación más justa y adecuada a la hora de enjuiciar la novela “Niños feroces” de Lorenzo Silva sería de 7,50/10.


© Luis Alberto Cao


10 comentarios:

  1. Es un placer leer tus reseñas, te vas superando reseña tras reseña. Para mí eres el mejor bloggero y tu blog es de referencia dentro de la literatura. Un beso y sigue así.

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  2. Muchas gracias por tus amables palabras. Lo único que intento es transmitir mi pasión por la literatura a las personas que me lean. Un abrazo

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  3. Me parece una muy buena reseña, máxime cuando te has tomado el tiempo necesario para reposar la lectura. Es algo que todos deberíamos hacer cuando leemos: dedicar unos días a reflexionar sobre el libro que hemos leído. Espero leer más reseñas tuyas. Por cierto, y hablando de Lorenzo Silva, no sé si estarás al tanto que lanzará un nuevo título. Se llamará 'Los trabajos y los días' y se editará gracias a las aportaciones que reciba a través de esta plataforma de crowdfunding editorial Te dejo el enlace por si fuera de tu interés o de alguno de tus lectores. Gracias.

    http://libros.com/crowdfunding/los-trabajos-y-los-dias-lorenzo-silva/



    Saludos

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    1. Soy un lector normal-con algo más de tiempo por estar jubilado- y me parecen muy buenos tus analis (hasta ahora me limitaba a Babelia y algunas revistas más) y por supuesto he comprado algunos de los libros comentados por ti, entre ellos "Niños Feroces". Vaya de antemano que para mi, se deja leer, pero algunos de tus mejores comentarios, excelente técnica, citas, taller literario, las daba por hechas o asumidas, no obstante o no he entendido el sentido "como novela" o a mi entender se han añadido como "posit" referencias actuales, guerras recientes, opiniones personales del autor, comentarios superficiales o pobres sobre hechos históricos-guerra cívil, transición..-que aun entendiendo que no es un libro de investigación histórica dejan mucho que desear. Resumo :Me gustó más tu crítica y tu analisis que el propio libro. Nunca dejo un libro sin acabar, pero este me costó trabajo y desde luego es cualquier cosa-inclasificable- meno novela. Gracias por tu Blog José L. Gaytán

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  4. Muestras los puntos principales de la novela y comparto contigo los puntos fuertes del autor que muestra en ella. Un placer leer tus reseñas :)

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  5. 'Niños feroces' adepta la forma de novela, pero, a mi juicio, no es una novela. El autor desliza a través de una técnica novelada una serie de ideas sobre la División Azul y las 'fuerzas de paz' enviadas a Afganistán e Irak, en las que se posiciona en contra del discurso oficial. Creo que ésta es la esencia de esta pseudo-novela que, por otra parte, me ha encantado.

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  6. Gracias por vuestras palabras amigos, que tanto enriquecen este blog literario.

    Es un placer contar con lectores como vosotros.

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  7. He leído la reseña que me ha aportado desde el punto de vista literario algunos aspectos que me habían pasado desapercibidos. Sin embargo no coincido en la valoración respecto al fondo, a la historia que se narra. Silva ha conseguido que me meta en la historia de la Segunda Guerra Mundial, en los aspectos bélicos que normalmente me aburren, en los aspectos filosóficos sobre "las guerras", en las valoraciones sobre las guerras de Irak, Afganistán o Libia. Además me ha proporcionado un relato ágil pero a la vez erudito, como dices es un ensayo histórico ( la documentación citada al final así lo atestigua. Este género no es muy habitual y es muy difícil de realizar. Un libro de Historia puede ser un tanto tedioso para profanos pero tratado de este modo novelado resulta sencillamente genial. Por lo tanto subiría la nota otorgada en la reseña y estoy deseando leer algo similar que nos documente desde la ficción aspectos tan interesantes de nuestra Historia.

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  8. ¡Hola! Compartimos tu reseña en el perfil del autor en Letras de Encuentro. http://letrasdeencuentro.es/escritores.php?autor=93&nombre=Lorenzo%20Silva

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  9. Spanish History X, o mejor Global History X.

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