Título original: Distant hours.
Autor: Kate Morton
Traducción: Luisa Borovsky
Autor: Kate Morton
Traducción: Luisa Borovsky
Editorial: Suma de letras
Año de publicación: 2012
ISBN: 9788483652510
Páginas: 630
Año de publicación: 2012
ISBN: 9788483652510
Páginas: 630
“Todo comenzó con una carta. Una carta,
perdida durante mucho tiempo, que había esperado medio siglo en una saca de
correos olvidada, en el oscuro desván de una insignificante casa de Bermondsey.
A menudo pienso en esa saca de correos; en los
cientos de cartas de amor, facturas de tiendas, tarjetas de cumpleaños,
notas de hijos a sus padres que se amontonaban y suspiraban allí, mientras sus
mensajes frustrados susurraban en la oscuridad, aguardando a que alguien notara
su presencia. Porque, como se suele decir, una carta siempre buscará un lector;
tarde o temprano, de algún modo, las palabras encontrarán la forma de ver la
luz, de revelar sus secretos”.(Las horas distantes. Kate Morton).
Aún con el
recuerdo vívido, fresco, reciente y con la intensa emoción que me ha producido,
aún latente, la lectura de “Las horas distantes” de la escritora australiana
Kate Morton, me dispongo a escribir la reseña de esta magnífica y
extraordinaria novela. Sí, magnífica y extraordinaria; y me reafirmo en los
epítetos empleados, como intentaré describir con detalle y detenimiento a lo
largo del análisis de este libro. Ante
todo y a modo de resumen preliminar, el texto es magnífico por su bellísimo uso
del lenguaje y de esa prosa tan depurada y tan intensamente plástica y visual
de la que hace gala, como ya apuntaba en sus dos novelas anteriores (“La casa
de Riverton” y “El jardín olvidado”) y, como no, por su técnica narrativa que
mediante esta compleja narración, en tres épocas distintas, nos va guiando y
relatando en esta hermosa historia en la que lo ecos del pasado siguen
retumbando y marcando, irremisiblemente, el presente.
Como viene
siendo habitual y antes de entrar, propiamente, en el análisis y el comentario
de “Las horas distantes” de Kate Morton, creo que lo más adecuado es, para
situar al eventual lector de estas líneas y, de este modo, contextualizar la
reseña, bosquejar, aunque sea someramente, la sinopsis argumental de la novela.
En esta ocasión me parece bastante adecuada y pertinente la que nos presenta en
su página web la propia editorial Suma de Letras, por lo que, a continuación, paso a
transcribirla literalmente:
“Edie Burchill y su madre nunca han estado lo que se dice unidas. Pero
un domingo por la tarde llega a su casa una carta, perdida hace tiempo, con el
remite de Milderhurst Castle, en Kent (Inglaterra), y Edie empieza a pensar que
la frialdad de su madre oculta un antiguo secreto.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la madre de Edie fue evacuada de
Londres y acogida por la misteriosa Juniper Blythe en Milderhurst Castle, donde
vivía con sus hermanas gemelas y su padre, Raymond, autor del clásico infantil
La verdadera historia del Hombre de Barro. El espléndido y enorme castillo le
muestra un nuevo mundo en el que descubre la fantasía y el placer de los
libros, pero también sus peligros.
Cincuenta años más tarde, cuando Edie busca las respuestas al enigma
de su madre, se siente atraída por Milderhurst Castle, donde, ya ancianas, las
excéntricas gemelas y Juniper viven todavía.
En el ya ruinoso castillo, Edie investiga el
pasado de su madre. Pero hay otros secretos escondidos entre sus muros, y Edie
está a punto de averiguar más de lo que esperaba. Lo que realmente sucedió en
las horas distantes ha estado aguardando mucho tiempo a que alguien lo
desvelara”.
Antes de
sentarme ante el ordenador para escribir esta reseña, he empezado por releer la
que en su momento hice (octubre de 2011) de la anterior novela que publicó y
escribió Kate Morton, “El jardín olvidado”,
y volver a consultar y releer todas las notas que me sugirió su lectura
en aquel momento. En aquella reseña ya se perfilaban las líneas maestras del
estilo literario y artístico de la autora: narraciones paralelas a lo largo de
varios planos cronológicos que se van imbricando; narración en la que uno de
los personajes principales es una mansión, en este caso un castillo
(Milderhurst Castle), típico de la novela gótica; un complejo mundo de
relaciones entre miembros de una familia, en este caso hermanas; un secreto del
pasado, cuyo peso lastra el presente... Todo esto se mantiene en esta última
novela pero, sin embargo, se aprecia una evolución, una maduración artística a
la hora de escribir, que, en mi opinión, hace de “Las horas distantes” una
novela mucho mejor, mucho más aquilatada que sus anteriores trabajos. Esto se
aprecia muy claramente, entre otras cosas, en cómo resuelve la novela. Sin
querer “destriparla” mucho, se puede comprobar que la gradación del ritmo va en
“in crescendo” que va llevando a lector en volandas hacia ese final que nos
deja satisfechos y complacidos. En suma, la novela está bien rematada, cosa que
sin embargo no consiguió, en mi opinión, tan plenamente Kate Morton en su
anterior novela.
Al principio
de la reseña destaqué el uso tan literario y tan hermoso de la prosa, y ese uso
tan “plástico y sensual” del que hace gala y al que, sin duda, en algunos
momentos definiría como prosa descriptiva de una belleza casi lírica.
Indudablemente, me gustaría destacar la magnífica y hermosa traducción de Luisa
Borovsky, que ha vertido al castellano este texto tan complejo de traducir y
nos ha permitido asomarnos a esa fuerza expresiva de la autora. Como ejemplo me
gustaría transcribir un párrafo en el que se aprecia ese lirismo y esa
plasticidad descriptiva a la que, con anterioridad, hacía referencia y que nos
hace meternos dentro de la escena que la autora nos está narrando:
“En el jardín el jazmín endulzaba el
aire, y grandes ramilletes blancos se arremolinaban y colgaban desde lo alto de
una pérgola de madera situada junto al parque. Enormes carpas nadaban con lentitud cerca de la
superficie del estanque, agrupándose para buscar el sol de la tarde. Era
maravilloso, pero seguí mi camino. Divisé a lo lejos una línea de árboles y me
dirigí hacia ellos a través del prado salpicado de anémonas silvestres. Aunque
no había llegado el verano, el día era agradable, el aire seco, y al llegar a
los árboles tenía la frente perlada de sudor”.
Esta novela,
al igual que la anterior, destila por todas partes amor a la literatura y a los
libros. Es, en ese aspecto, un texto profundamente “literario”, en el que se
respira constantemente referencias literarias algunas más obvias que otras.
Conforme leía “Las horas distantes” no paraba de ver similitudes con la novela
gótica, con pinceladas de novela de inspiración “victoriana”. La propia creación
de los personajes de las tres hermanas Blythe (Percy, Saffy y Juniper)
constantemente me recordaban la figura de las tres hermanas escritoras Brönte (
Emily, Charlotte y Anne). Conoceremos a Percy, una mujer dominante y de un
carácter complejo, a Saffy, una mujer dulce y comprensiva y por último a
Juniper, que es adorada por sus hermanas por ser la pequeña y por “aquello” que
le hizo perder la cabeza. En mi opinión simplemente por la creación de estos
tres personajes, tan magistralmente trazados, ya justificaría la lectura de
este texto.
En esta
novela la mayoría de los personajes están, de un modo u otro, relacionados con
la literatura; la propia protagonista, Edie, trabaja en una editorial.
Particularmente interesante me ha parecido el uso, a modo de motivo conductor,
de la novela que escribió el padre de las hermanas Blythe, Raymond, titulada
“El hombre de barro”, que será muy importante en el desarrollo de la novela.
Así como el uso del prólogo de ese libro como prólogo a su vez de la novela de
Kate Morton. La autora ha manejado con tanta destreza y tanto oficio este
recurso técnico de la novela de Raymond Blythe que, a veces, al lector le llega
a suscitar la duda de sí esta obra existió en la realidad. No quisiera pasar
por alto, el dominio de la autora para la creación de esa atmósfera, a ratos
onírica, a ratos agobiante, pero que siempre logra hacer partícipe al lector de
esa sensación claustrofóbica del castillo (como ya dije antes, uno de los
personajes principales de la novela, en que se ha vivido una tragedia que aún
pervive y que se cuela por entre sus muros, dotándole de una atmósfera
agobiante). Me gustaría detenerme un instante en esta reseña para añadir que
conforme avanzaba en la lectura, y en lo que se refiere al personaje de Juniper,
encontraba bastantes similitudes entre ella y el personaje de Genoveva de la
obra de teatro “La casa de los siete balcones” de Alejandro Casona, una mujer
que enloquece de amor cuando su prometido la abandona, y me pregunto si, tal
vez, Kate Morton tenía conocimiento de esta obra y si de alguna manera le
sirvió de inspiración... Toda ese amor a las letras y a la literatura creo que
se condesa muy bien en este fragmento que voy a transcribir:
“El señor Billing
—Herbert es su nombre de pila— es mi jefe; es también mi mentor, mi defensor y mi mejor amigo. No tengo muchos. En
todo caso, no de los que viven y respiran. Y no pretendo parecer triste y
solitaria; simplemente no pertenezco a la clase de personas que acumulan amigos
o disfrutan de las multitudes. Soy buena con las palabras, pero no las
habladas; a menudo pienso que sería una maravilla relacionarme solo a través
del papel. Y supongo que, en cierto modo, es lo que hago, porque tengo cientos
de amigos de esa otra clase, que habitan entre portadas, en gloriosas páginas
impresas, en historias que siempre se desarrollan de la misma manera y nunca
pierden la alegría, que me cogen de la mano y me conducen a través de mundos de
extraordinario terror y placer entusiasta. Compañeros
apasionantes, dignos, fiables —algunos cargados de sabios consejos—, pero, por
desgracia, poco aptos para ofrecer una habitación disponible durante uno o dos
meses”.
La narración,
como comenté un poco más arriba esta estructurada en tres niveles temporales.
En el nivel actual la narración corre a cargo de Eddi en primera persona,
mientras que las dos restantes corren a cargo de un narrador omnisciente en
tercera persona. Los personajes, mayoritariamente femeninos, por no decir en
exclusiva, están exquisitamente dibujados y perfilados, rebosantes de vida y de
matices. Kate Morton es una gran forjadora de caracteres, cada uno de ellos con
su propia psicología y su propia manera de ser. En este particular también se
nota esa maduración artística de la autora con respecto a sus anteriores obras.
Y es especialmente en este complejo mundo de esas relaciones interpersonales
entre las tres hermanas en dónde la autora nos deslumbra con su particular
brillantez y esa capacidad de análisis y penetración.
En “Las horas
distantes” la autora analiza el peso del pasado en el presente y cómo los
secretos susurrados y apenas enunciados en el pasado siempre pesan y vuelven,
una y otra vez, sobre el presente. También la autora volverá sobre uno de sus
tema favoritos que es las relaciones entre mujeres. Como ya comenté en la
reseña de “El jardín olvidado” las obras de Kate Morton son fundamentalmente
intimista y femeninas, esto es, la participación de los personajes masculinos
es muy “colateral”, aunque en este caso francamente negativa, como el personaje
que representa Thomas Carville, el novio que abandona a Juniper dejando abatida
y al borde de la locura, en el desarrollo de la novela. Creo, al menos esa es
mi opinión, que en este libro el tema medular que subyace es el miedo a
enfrentarnos con nosotros mismos.
En este caso
más que nunca, siento que me quedan muchos detalles en mi abigarrado cuaderno
de notas por comentar. Siento que por motivos de espacio, que de otro modo
desbordaría la finalidad de esta reseña, no poder comentar, como indudablemente
merece, con más detalle esta magnífica novela. Puedo afirmar, sin miedo a
equivocarme, que Kate Morton ha dejado de ser una promesa literaria para, tras
la publicación de esta novela, convertirse en una auténtica realidad, llamada a
convertirse en una autora de referencia en la literatura actual. Y me alegra
doblemente, porque además está siendo muy respaldada en ventas por el público y
es un placer comprobar que una novela
como “Las horas distantes”, de un auténtico valor literario, puede convertirse
también en un bestseller.
A modo de
resumen me gustaría indicar que “Las horas distantes” es una novela muy
entretenida que engancha al lector y que, además, le suscitará la reflexión.
Por otra parte, como dije más arriba, el final es muy bueno y rematando los
cabos abiertos, por lo que resulta altamente satisfactorio para el lector.
Particularmente me ha gustado mucho la edición del libro por parte de la
editorial y sobre todo me ha gustado la portada.
Dicho todo lo
cual y teniendo en cuenta todo lo aportado y expresado en esta reseña, y según
mi manera de entender el arte de la literatura, creo que la puntuación que más haría justicia a la novela “Las
horas distantes” de la escritora australiana Kate Morton, sería de un 8,25/10.
© Luis Alberto Cao
¡Magnífica reseña!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo. Es una obra genial. "El jardín olvidado" me gustó mucho pero esta la ha superado con creces.
Muchas gracias amiga Poemas, por tu amable y cariñoso post, es para mí un placer que coincidamos en nuestras opinión. Un abrazo
ResponderEliminarestuve esperando tu reseña!!!entra en mi lista de espera..gracias!!
ResponderEliminarMe encanta Kate Morton. Sus dos primeras novelas me encantaron y engancharon desde las primeras páginas.
ResponderEliminarEsta, caerá en breve....
La verdad es que no puedo estar menos de acuerdo con esta reseña: la traducción es pésima (confunde paralelo con paralelismo, por ejemplo); la trama y las descripciones, estereotipadas; la adjetivación, empalagosa y exagerada en su uso (Valle-Inclán era un maestro y se podía permitir el uso profuso de ésta, pero la señora Morton, no): todo resulta pretencioso en esta novela. En suma, una obra de una pobreza intelectual que repugnaría a las autoras que Kate Morton trata de imitar (Jane Austen, las hermanas Brönte, etc. probablemente se estarán retorciendo en sus tumbas).
ResponderEliminarQué delicia haber leído éste libro, uno de los mejores que he leído éste año. Un joya para los amantes de la buena literatura inglesa. Una prosa exquisita, junto a un relato que nos sumerge en un mundo misterioso con muchas reminiscencias a obras inolvidables: Cumbres Borrascosas, Jane Eyre, Rebeca (es indudable la regencia a Manderley cuando Edie sueña que está a las puertas del castillo). Unos personajes muy bien logrados en su carácter y psicología y en las relaciones entre ellos: entre las gemelas, la relación entre Edie y su propia madre...cuan identificadas nos debimos sentir algunas en sus propias relaciones familiares: es verdad tendemos a ver a nuestros progenitores como adultos y nunca nos detenemos a pensar en ellos como niños o jóvenes con sus anhelos, miedos, frustraciones, esperanzas....
ResponderEliminarEn fin, algunos pueden no estar de acuerdo con ésta opinión, pero a mi me ha parecido un libro encantador y muy recomendable.
Aburridisima hasta casa llegar al ginal. Lo unico interesante es el descubrimiento del porque actua Percy con sus hermanas de esa forma. El resto del libro un autentico aburrimiento y en algunos momento cursi hasta el hartazgo.
ResponderEliminarMe estoy viendo negra para terminarlo...no me emgancha, y voy x mas de la mitad del libro...
ResponderEliminarHola Luis: te recuerdo que soy Miranda, con mi nueva cuenta. He leído este libro y si bien creo que ha superado algunas dificultades que presentaba en El jardín olvidado, no me alcanza para verla con tan buenos ojos como tu . Creo que si bien la historia está mejor estructurada, tiene algunos problemas como la anterior que aún no resuelve. Esa sensación de estar leyendo situaciones que ya has leído antes también la he sentido aquí. No se si volveré a insistir con Kate Morton, creo que para mi, ya es suficiente. Saludos.
ResponderEliminarHola Luis. Iba a comentarte que no estoy tan entusiasmada como tú por esta novela, pero cuando leo los comentarios de otros lectores, veo que a mí me ha gustado más que a varios de ellos.
ResponderEliminarMe encanta esta autora, y el libro lo he leido a gusto pero nada que ver con la fascinación que me produjo "El jardín olvidado" y la encantadora "La casa de Riverton". Teresa