martes, 29 de mayo de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó. Jonas Jonasson.


Título original: Hundraaringen som klev ut genom fönstret och försvann
Autor: Jonas Jonasson.
Traducción: Sofía Pascual Pape.
ISBN: 978-84-9838-416-1
Editorial: Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A.
Páginas: 416.
Año de edición: 2012.




“El abuelo que saltó por la ventana y se largó” del escritor sueco Jonas Jonasson, que por cierto es su primera novela, ha sido y, de hecho lo sigue siendo, un superventas en todo el mundo, traducida a decenas de lenguas  y, además, ha sido galardonada con varios premios literarios. Con todos esos presupuestos iniciales, me he decidido a reseñar esta novela en este blog literario. Después de una lectura atenta y reposada, indispensable para poder hacer una análisis lo más riguroso posible, me gustaría, a modo de introducción fijar algunos puntos, sobre los que, posteriormente, pivotará la reseña.



Mi impresión sobre esta novela, ha ido variando conforme avanzaba la lectura. Reconozco que al principio me sentí realmente sorprendido, porque, por fin, leía algo diferente a los parámetros habituales y ya tan manidos y trillados, de la literatura actual. El planteamiento inicial me resultó muy original y atractivo, así como ese toque surrealista, permítaseme casi Felliniano, que ya desde el primer momento y durante su desarrollo impregna toda la novela, especialmente en la trama argumental de la alocada huida del abuelo centenario y todos esos dispares personajes que se le van uniendo e implicando en el robo (incluido un elefante). Especialmente desternillantes son las muertes que se van produciendo en la persecución, a cuál más absurda y surrealista. Sin embargo “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” me ha recordado a una botella de vino espumoso, empieza con fuerza y con vigor y servida en nuestra copa resulta de un sabor agradable y refrescante, para terminar en un aguachirle insustancial e insípido que no nos produce más que un cierto hastío y desilusión.



Como es habitual y antes de entrar en un análisis más detallado y profundo, creo que lo más adecuado para centrar y aquilatar esta reseña, será empezar con una somera descripción de la sinopsis argumental de la novela. En esta ocasión voy a transcribir la propia sinopsis que suministra la editorial Salamandra que me parece bastante adecuada y pertinente para los fines que buscamos.


“Momentos antes de que empiece la pomposa celebración de su centésimo cumpleaños, Allan Karlsson decide que nada de eso va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a una ventana y se fuga de la residencia de ancianos en la que vive, dejando plantados al alcalde y a la prensa local. Sin saber adónde ir, se encamina a la estación de autobuses, el único sitio donde es posible pasar desapercibido. Allí, mientras espera la llegada del primer autobús, un joven le pide que vigile su maleta, con la mala fortuna de que el autobús llega antes de que el joven regrese y Allan, sin pensarlo dos veces, se sube con la maleta, ignorante de que en el interior de ésta se apilan, ¡santo cielo!, millones de coronas de dudosa procedencia. Pero Allan Karlsson no es un abuelo fácil de amilanar. A lo largo de su centenaria vida ha tenido un montón de experiencias de lo más singulares: desde inverosímiles encuentros con personajes como Franco, Stalin o Churchill, hasta amistades comprometedoras como la esposa de Mao, pasando por actividades de alto riesgo como ser agente de la CIA o ayudar a Oppenheimer a crear la bomba atómica. Sin embargo, esta vez, en su enésima aventura, cuando creía que con su jubilación había llegado la tranquilidad, está a punto de poner todo el país patas arriba”.



Como se aprecia, bien a las claras, en el resumen argumental de “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” de Jonas Jonasson, la narración está estructurada en dos planos temporales y narrativos bien distintos y estancos entre sí. Por un lado, el relato en presente de la alocada y surrealista huida del centenario Allan Karlsson de la residencia de ancianos, precisamente el día que cumplía 100 años, que en mi opinión es claramente superior al otro relato, que sería la narración, en pasado, de la vida de Allan Karlsson, prácticamente desde su nacimiento y cómo, sin comerlo ni beberlo, se convierte en un hombre clave e imprescindible de toda la Historia Universal del siglo XX. Esta trama, por así llamarla, me ha resultado la más irregular, con algunos momentos bastante logrados, pero, por el contrario, con algunos trozos bastante aburridos únicamente haciendo uso del recurso del humor zafio y fácil. En cualquier caso y en general reconozco que en algunos momentos es inevitable que se escape alguna sonrisa, por lo absurdo de las situaciones, pero, como ya refería al principio, el texto, más o menos a partir de la mitad de libro, se le empieza a ir de las manos al autor y me resultó predecible y repetitivo. Estamos, de nuevo, ante otro ejemplo más de novela a la que le sobran un buen número de páginas (digamos que la mitad). Como ya comenté en alguna reseña anterior parece ser que, desde un punto de vista de la política editorial, resulta más interesante una novela muy voluminosa que una novela de pocas páginas y por eso, la mayoría de las novelas se ve que han sido “engordadas” artificialmente. En concreto esta novela, en mi opinión, con la mitad de páginas y enfatizando más la trama argumental de la huida por toda Suecia del anciano y su “trouppe”, hubiese ganado literariamente muchos enteros.



Aún tratándose de una novela en clave de humor, no por ello Jonas Jonasson deja de utilizar la ironía para hacer una demoledora crítica de la sociedad actual y, como ya hemos visto en otras novelas ya reseñadas, cómo la crisis está golpeando los cimientos de la sociedad y a los estamentos más débiles. También el autor toca temas realmente duros de la reicente historia de Suecia, como por ejemplo, todas las prácticas de esterilización masiva que tuvieron lugar siguiendo una lamentable política eugenésica. De esta crítica social y al hilo de la crisis en que vivimos inmersos, no me resisto a citar y transcribir un breve ejemplo de esa ironía mordaz de que el autor hace gala.



De pronto, Benny se había visto obligado a buscar trabajo. Sin embargo, él, una de las personas más formadas de Suecia, no lo consiguió, pues el mercado laboral parecía preferir los estudios demostrados a los récords de años cursados. Así pues, aunque tenía por lo menos diez carreras superiores casi terminadas, al final Benny tuvo que invertir en un puesto de salchichas para tener algo a qué dedicarse”.



Lo interesante de esta novela es la visión que Jonas Jonasson nos ofrece de Suecia. Desde un punto de vista literario estamos muy acostumbrados a la visión que, sobre todo, nos ofrecen los autores de novela negra y resulta, francamente, interesante y “desengrasante” esta visión de aquella sociedad.

 
Si profundizamos un poco más en el análisis literario de la novela, vemos que literariamente es muy pobre y es evidente la falta de recursos técnicos por parte del autor. Esta falta de recursos es lo que hace que, en mi opinión la novela termine por naufragar y, una vez pasada la sorpresa del magnífico arranque del texto, el autor se ve falto de recursos para mantener durante 400 páginas esa fuerza del comienzo, cosa más que comprensible en autor novel.  Aunque se trata de una novela fundamentalmente de humor, esto no debería de ser óbice para que reúna un mínimo de condiciones artísticas. Una novela por ser de humor, no da derecho a cualquier tipo de dislates e incongruencias sin fin para justificar la “gracieta” o el chiste de turno. Todo este cúmulo de despropósitos se aprecia con meridiana claridad en el burdo y lineal diseño y creación de los personajes, especialmente patético es el trazo chusco con el que el autor nos pinta a “los malos”.  De hecho, por increíble que pueda parecer, el propio protagonista, el centenario Allan Karlsson, cuando termina la novela nos queda la sensación de que tampoco le hemos conocido mucho (me refiero en la trama de la huida por toda Suecia).



Respecto a la escritura es meramente funcional y el diseño de las escenas es más propio de una “sitcom” americana, esas de las risas enlatadas,  que de una novela. La puesta en escena de las situaciones únicamente busca encadenar una sucesión de sketchs y en algunos casos, francamente, muy forzados. Evidentemente Jonas Jonasson cuando escribió esta novela, es obvio que no pretendía pasar a la Historia de la literatura, sino vender libros.



Como comentaba al principio me he sentido muy desilusionado conforme avanzaba en la lectura de la novela. Al comienzo reconozco que me quedé muy gratamente sorprendido por su frescura, su novedad y su planteamiento francamente original. Tuve esa sensación de encontrarme ante algo diferente a esta literatura actual, prácticamente hecha en serie (¡¡afortunadamente no en todos los casos!!), pero lamentablemente fue un espejismo, porque “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” termina banalizándose y haciéndose aburrida y repetitiva. Y, la verdad, me ha dado pena porque pensaba que este libro podía ser diferente y aportar algo nuevo, pero, en mi opinión, se queda únicamente en un texto fallido que a medida que avanza hace más evidente su naufragio.



En esta reseña, al contrario de lo que me suele ocurrir, no voy a tener problemas para no alargarme en exceso, porque su análisis, honestamente, no da para mucho más.



Teniendo en cuenta todo lo referido con anterioridad e intentando ser lo más fiel posible a mi conciencia y a modo de entender la literatura, creo que la puntuación más adecuada y ajustada para, en mi opinión, hacer justicia a “El abuelo que saltó por la ventana y se largo” del escritor sueco Jonas Jonasson sería de un 5,75/10.

© Luis Alberto Cao

(A modo de ilustración a esta reseña os dejo un interesante documental sobre Suecia) 



16 comentarios:

  1. Como siempre amigo Luis... una buena critica del libro. No me sorprende mucho la perspectiva tuya pues ultimamente se estan publicando novelas... para utilizar tu palabra"engordadas" como si la cantidad escrita fuese sinonimo de buena literatura o garantia de exito. La extension de una narracion debe ser tal cual esta se la exige a quien escribe. Una vez mas corroboro que los exitos de venta no siempre son del gusto de un buen lector. Un saludo, MeNi Cash

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  2. He leído todo tipo de críticas sobre esta obra y esperaba con ganas la tuya. Ahora tengo bien claro que no voy a leérmela. Estoy de acuerdo contigo en que últimamente parece que los libros se miden más por el peso que por la calidad. Parece ser que se han de engordar las obras, sea como sea.

    Pues lo dicho, uno que quito de mi lista de pendientes.

    Como siempre, una reseña estupenda.

    Besos

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  3. Pues sí amiga MeNi Cash, lamentablemente la literatura está muy mercantilizada y, por desgracia, se venden como rosquillos obras diseñadas para ser superventas y, sin embargo, novelas de auténtica calidad y mérito ni siquiera consigue vender unos pocas decenas de libros. Muchas gracias por tus palabras. Un beso.

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  4. Muchas gracias amiga Poemas, por tener tanta confianza en mi criterio. Te lo agradezco un montón y gracias por pasar a visitarme. Un beso amiga mía.

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  5. Pues sí, Luis Alberto, otra vez nos regalas con una excelente crítica.
    Queres extenderse tanto es quizás el fallo de tan curioso argumento. Ya empiezas diciendo que es una ópera prima y siempre se nota, esccribir es así, como comenzenzar a caminar, esperemos que Jonasson continue en la brecha literaria y a ver lo que da a la luz.
    Muchas gracias por tus sabios resumenes y opiniones.
    Recibe un cordialísimo saludo.

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  6. bueno me alegra que volvamos a coincidir..al comienzo me atrajo y lo seguí con interés , a la mitad me aburrió, me cansó y a estas alturas de mi "vida lectora", me doy el gusto de abandonar un libro...Y ESTE FUE EL CASO!!!!
    Cuando vi que lo comentabas me vine rápidamente a leer tus apreciaciones y me aliviaste el fiasco del abandono!!!...no soy yo la que no lo supe degustar.... Gracias, L.A. C..

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  7. Cuantas veces nos ha pasado, un comienzo genial......... un argumento que promete......... y a medida que uno avanza entre las paginas se va disipando esa euforia y una se dice a si misma...... ! maldita sea, esto empieza a desbarrar ! y ó lo terminas por ver como lo acaban de "asesinar" ó como dice L.A. C.. lo abandonas.
    Gracias por tu reseña, este libro se queda en el saco.
    Concha Frias

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  8. Amiga Aurea Vicente, no puedo estar más de acuerdo con tu opinión. Yo también deseo que en próximas novelas Jonas Jonasson,le vaya cogiendo el pulso y el oficio a la literatura y sí, en mi opinión, uno de los principales "errores" del libro ha sido alargar de un modo artificial e innecesario su extensión.

    Muchas gracias amiga mía por tu aportación que tanto enriquece este blog.

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  9. Amiga Bea, nunca pienses que porque un libro sea un superventas y todo el mundo diga que es maravilloso, eso invalida tu opinión si crees que no ha sido así. La literatura, y el arte en general, tiene un componente muy subjetivo y no es una matemática en la que siempre dos y dos suman cuatro. En cualquier caso me alegra mucho coincidir en mi opinión con una buena lectora como tú. ah, y te agradezco un montón tu comentario. Un beso.

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  10. Pues sí, amiga Concha Frías, no sucede, por desgracia, con demasiada frecuencia, que tras un comienzo francamente prometedor, terminamos desilusionados y entristecidos.... Gracias por tu participación y tus palabras. Vuestros comentarios son los que de verdad enriquecen este blog. Un beso

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  11. lo acabo de leer y mi mujer me ha avisado de que lo habías analizado. Muy acertada la reseña, tiene pasajes desternillantes pero no es un gran libro para quien ama la lectura. Quizá si para los menos asiduos!

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  12. La verdad que a mi me gustó el libro y como bien decis sobretodo al principio, me pareció fresco y original, si quitas toda la "morralla" de sus aventuras con Franco, Mao Tse Tung y demás es un libro bueno, divertido y original algo raro hoy en dia....me quedo con la idea de que no por ser mayor no se pueden transgedir las normas y lo establecido...

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  13. A mi me decepcionó bastante, la verdad. Al principio me pareció muy original y divertido, pero a eso de la mitad más o menos me empezó a dar la sensación de estar leyendo una soberana tonteria. (cuando van por ahí con el elefante y eso).
    Así que lo dejé. No sé si hice bien, pero no soy capaz de acabar un libro si no me gusta.
    Me encanta que seas tan respetuoso con los escritores Luis. Yo soy excesivamente crítica. No entiendo de literatura,(quizás por eso son tan crítica) pero me da la sensación de que se venden muchísimos malos libros.... y cuando me encuentro con un libro malo.. no tengo piedad. Lo abandono sin más.
    Un abrazo

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  14. Tengo que decir que a mi el libro me sorprendió, no por su narrativa sino por que ha sido algo diferente a lo que suelo leer. Fui bastante reticente a leer el libro en un principio pero luego resultó ser divertido, divertido de verdad. Hacía mucho que no me reía tanto con un libro. A veces he leído libros denominados por otros como "hilarantes", sin embargo yo no conseguía encontrarles la gracia por ningún sitio. Tengo que decir que he descubierto esta página hace poco y me encanta. Enhorabuena. Aurora.

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  15. Muchas gracias amiga Aurora por tu comentario, gracias por enriquecernos con tu opinión y bienvenida a este blog. Un beso

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  16. Mi ultima lectura. Gran decepción. NO puedo expresarlo mejor que tu Un saludo.

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